martes, 13 de marzo de 2012

113 días en Kenia: Los autoestopistas y las charlas universales


Pretendía escribir un post cuando cumpliese los 100 días, también pretendía que Julio escribiese su post con sus 100 días. Pero ni una cosa, ni la otra. El trabajo se acumula, Julio cada vez está más liado y yo, entre fallos de internet diarios, cortes de luz, también diarios, idas y venidas, y alguna flojera de mollera, pues tampoco pude o… no quise. Pero, la vida en Kenia continúa.

La primera cosa que les comento antes de que se me olvide.  Muchos ya saben la historia porque les mandé un correo espontáneo pidiendo colaboración. Se trata de Lilian, una niña de Kibera que necesitaba con urgencia una operación porque sufría de fiberadenoma de mama. Marlene me contó su historia y me involucré, involucré a Julio e involucré a todo el que conocía. El resorte que nos hizo movernos fue que, por norma, es prácticamente imposible que alguien de Kibera consiga ahorrar. Pues bien, el tío de Lilian buscó ayuda y dinero, demostrando que él por su cuenta ya había obtenido una pequeña parte de lo que necesitaba para operarse. Lilian se operó.  En breve contaré todo lo que sé de esta historia, sobre todo, porque los amigos que aportaron, por poco que fuese, merecen saber dónde fue a parar la ayuda que prestaron. A todos, gracias por sentir, compadecerse y aportar desde tan lejos.

Cambiando de tema 180 grados. Vamos a los autoestopistas, que resulta que somos nosotros. Es el apodo que nos han puesto nuestros nuevos amigos en Nairobi (ahora que caigo, seguro que me equivoco a la hora de poner los nombres). En fin, ahí van: Tony y Asha, Delfín y Stefan, Alegría –en realidad es otro nombre mucho más bonito, pero significa alegría- Jonny, Oliver, el peque de Jony y Alegría de menos de un año-, Oscar, Virginia y Javier ‘El del Lujo’.

Haciendo autostop hacia el Masia Mara

Los conocimos de repente y de casualidad, como suelen suceder con los mejores encuentros. Resulta que llevábamos unas semanas de infarto en casa. No paraba de llegar gente, Julio trabajaba hasta las tantas de la noche y yo sufría una crisis de improcedencia. En esto que los enkerendes nos convencen para irnos un fin de semana relámpago a Masai Mara. Raúl nos comentó que un grupo iba al camp y que podríamos aprovechar para ir en coche con ellos. Pues nos apuntamos, y fue lo mejor que pudimos hacer: ese viaje con esos desconocidos.

Desde el segundo uno que nos subimos al coche, con una capacidad innata, nos trasportaron a España. Delfín es francesa y Estefan alemán-etíope, pero el calor, el cachondeo, la sorna y  la gracia española se traspiraba por todo el 4x4 que trasportaba a Tony y Javi. El resto de amigos nombrados llegaban a Masai por la tarde en avión.

En un segundo nos acogieron, nos hicieron cómplices de sus cachondeos y compartieron todo lo que tenían con nosotros. Sobre todo cerveza. Por respeto a la intimidad de nuestros nuevos amigos no voy a contar cómo trascurrió todo el trayecto, pero les puedo asegurar que fue el más divertido que hemos vivido en Nairobi, hasta podría decir que se hizo corto, a pesar de las tantas paradas inevitables obligadas por la vejiga, las otras pocas para comprar cervezas, aquella para recoger unas gafas de sol, y otra para socorrer a uno de los viajeros cuya nariz acarició de golpe una piedra.

Masai Mara estaba más bonito, si cabe, que la última vez. Los masais seguían aparentando esa visión tan tranquila y ancestral, y a los enkerendes los encontramos como el último día, estupendos y hospitalarios. Fueron días de tormentas, algo que embelleció el paisaje más todavía, fueron días de juegos de cartas, de charlas y charlas, de competición al futbolín, de bailes de victorias -los míos- de pesca -los de Tony, Javi, Jonny y Stefan- fueron días de descanso. Pasamos casi tres días juntos, conociéndonos y gustándonos. 

Este grupo nos han puesto el nombre de los autoestopistas, por eso de que nos recogieron en la carretera y como autoestopistas nos han acogido. Me gusta, me hace gracia. Yo les digo que cuidado, que somos filántropos ocultos viajando por el mundo porque experimentamos con el comportamiento de la humanidad…

El domingo, ellos se fueron en coche y nosotros, después de disfrutar de más charlas con los enkerendes, de comernos el pescado que pilló Stefan y de beber el vino con el que les obsequió, tras vivir un terrible, angustioso, frenético Rally (así lo experimenté yo, en cambio, Julio se lo pasó pipa) por la sabana de Masai conducido por Raúl- nos fuimos en la avioneta que casi no espera por nosotros (de ahí las prisas).

Descubrir la inmensa llanura del Masai Mara desde el cielo fue una de las experiencias más increíbles que he vivido en mi vida. Y, ahí, con los ojos húmedos de emoción, cogida fuertemente de la mano de Julio y observando la sabana, me sentí inmensamente afortunada. Otra de las increíbles experiencias fue el Rally de Raúl, pero esa no la quiero repetir.

En fin, me dejo muchísimas cosas en el tintero, y es que hay recuerdos que deben quedarse en la memoria de cada uno. El caso es que los ‘safaris’, que así voy a denominar al especial grupo de gente que hemos conocido, nos llamaron para que fuésemos el siguiente fin de semana a una barbacoa muy peculiar. Esa es otra historia que ya les contaré -en la que conocimos a Virginia-, también, con el tiempo, les hablaré de cada uno de ellos, tal y como yo los veo. Lo que les adelanto es que con los ‘safaris’ vivimos la primera gran juerga de Nairobi, y eso que simplemente nos pasamos el día y la noche hablando de temas universales.  En esa jornada también conocimos al hombre de los elefantes.

El día de los autostopistas me recordó a aquel en que conocí a Eva, también por casualidad. Ahora no me puedo imaginar haber vivido en Madrid sin Eva.

Llevó 108 días en Kenia. Julio, 115.

Hace poco me enteré que mi tía Manieve descubrió el blog.  No les conté nada de esta especie de cuaderno de viajes a mis tíos por pereza, vergüenza o algo así. Pero, en fin, ya lo conoce. Ella dice que fue por casualidad, buscándome en la Red. Ummmm… No sé yo. El caso es que ya me hizo una corrección y es que Madrid es masculino y yo l@ afemino. Mi tía es científica y no entiende que yo a Madrid la imagino mujer.

Hoy un beso a mis tíos, mis protectores, y otro a mi tía Rosa, que siempre tiene tiempo para escribirme unas palabras.

De parte de Julio, un beso a los que no le escriben y muchos a los que le escriben.

Pd: Sigo yendo los sábados a Kibera.

Pd: Tuve la oportunidad de escribir sobre otro sitio de Nairobi para TalentyArt. Para quién le interese: Go Down, el primer centro artístico del este africano

8 comentarios:

  1. "fuertemente de la mano..." suena a caguetis...

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  2. Cariño mío¡¡¡ Hace ya tiempo que no coincidimos¡¡ Me alegro mucho de por lo menos leerte de vez en cuando. Avisame con tiempo porque a Barna si que voy a verte. Por aqui todo espectacular ya te contaré in person. Un fuerte abrazo con mucho amor. Bss mil Tk
    kANYKANY

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  3. estabas tardando en escribir Eh! Bueno, es sólo que te echamos de menos y nos gustan tus historias ;) Me alegro de que se haya operado por fin pero finalmente no me enviste el número de cuenta y a mí se me pasó preguntarte de nuevo. Bsssss. Leila

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  4. Holaaaaaaaa
    Este fin de semana, no recuerdo si fue el sabado por la mañana o el domingo...me levante sobre las 9 de la mañana y me tumbe en el sofa a ver la tele. Andaba zapeando, que soy de mucho zapear y de repente en La 2, esa gran cadena, estaban dando un reportaje de Kenia, dije mira por allí andan Julito y Laura, voy a ver que dice...
    Al poco de estar viendo el reportaje, salió una chica hablando de Kibera, contando toda la pobreza y como ayudaban a esa gente, me gusto mucho y mas aún cuando conoces a alguien que va allí para ayudar en lo que puede y de forma altruista. Es admirable.
    Pues eso es todo por hoy, estos días estoy bastante liado para escribir aunque si que leo todo lo que publicais eh!!!!!!!!!
    Un saludo.

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  5. Hola chicos:

    Kany Kany que alegría leerte. Me encanta saber que estás ahí.

    De ti, Leila ya lo sé. La niña se operó. Adelantamos el dinero porque era realmente urgente y se le estaba pasando al otro pecho. Te mandé el número de cuenta a tu correo. Creo que el que aparece el tu facebook, pero veo que no lo recibiste.
    Javi. Mil gracias por seguirnos. Pero, de verdad, Kibera me da a mí, no yo a Kibera

    Besotes mil a todos

    Pd: El que tenía caguetis en el avión era Julio, que le da miedo las alturas. Casi me deja sin mano

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  6. Hola mi niña!!No había leído este post, y no me extraña con las semanas que llevo!! No puedo dejar de morirme de la envidia cada vez que te leo!!Disfrutad lo que queda y VOLVED DE UNA VEZ!! Te echo de menossssssssssss. besito, eva.
    P.D. Yo también me acuerdo de la "surrealista" noche en que te conocí, jaja´, qué fuerte cómo pasa el tiempo. MADRID OS EXTRAÑAAAAAAAAAAAAAAAA!!!
    Este finde en casa de relax para variar, vamos a ver si nos vemos en skype no???

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  7. JAJAJAJAJA, ME MUERO SI TENGO QUE SUBIRME A UNA AVIONETAAAAAAAAAAAAAAAAAAA.UFFFFFFF

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  8. LA Ratita DICE: seguir disfrutando, este blog ha sido una gran idea para estar cerca de vosotros y mantenernos informados y al día, cuidaros y hasta muy pronto, besazos silvi

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