tag:blogger.com,1999:blog-85125004436795032002024-02-21T08:54:07.494+03:00desdemadridalmundo.365díasPor caprichos del destino, tras cinco meses en Kenia, pasaremos el resto de 2012 en Argentina. Segunda parada: Buenos Aires.
A Julio le encantaba Kenia. Cuando conoció este país me dijo: 'Laura, a Kenia tenemos que ir por un tiempo'. Pues, no fue broma porque aquí nos ves, en Kenia. Hemos dejado nuestra amada Madrid por un año. Y en eso, en un año, estaremos por el mundo. Primera parada: Nairobi, Kenia.xxhttp://www.blogger.com/profile/07453102333519279485noreply@blogger.comBlogger34125tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-43320177765793067042012-10-23T18:36:00.002+03:002012-10-23T18:36:34.543+03:00Desde madrid a....Desde Madrid a <a href="http://lageneracionincertidumbre.blogspot.com.es/" target="_blank">Generación Incertidumbre</a><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYT9oujjhsR4zZ4Uk7lwVh5IEnyat-XugeAFVxku4jzXHQ9S_e2l7AIxxwZ3PwcXH5ed6gwXCZSj7Y2F2rbESRbD1EBDJAbQD7IBZFu2I8aXuNsXuqWO03vHDBlz7fuQBjaGolQUCy79s/s1600/Sin+t%C3%ADtulo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="245" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYT9oujjhsR4zZ4Uk7lwVh5IEnyat-XugeAFVxku4jzXHQ9S_e2l7AIxxwZ3PwcXH5ed6gwXCZSj7Y2F2rbESRbD1EBDJAbQD7IBZFu2I8aXuNsXuqWO03vHDBlz7fuQBjaGolQUCy79s/s400/Sin+t%C3%ADtulo.jpg" width="400" /></a></div>
<br />xxhttp://www.blogger.com/profile/07453102333519279485noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-9813250208291877342012-09-06T02:03:00.000+03:002012-09-24T09:27:33.108+03:0092 días en Buenos Aires: Punto y Final<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiinW4QK5L8b74SNmpRTkaqjSqMkUq6pE8Kl03YrIU1sLeLFe6dF55zYWplJuL12CdkdHkgNpcWKzT_qgvBkIDxlB9EkZkRwg6bcR3ugi8GMKnVkv978aUZFQYkXm72fL4nedxY8ZDFw5M/s1600/Caminito.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiinW4QK5L8b74SNmpRTkaqjSqMkUq6pE8Kl03YrIU1sLeLFe6dF55zYWplJuL12CdkdHkgNpcWKzT_qgvBkIDxlB9EkZkRwg6bcR3ugi8GMKnVkv978aUZFQYkXm72fL4nedxY8ZDFw5M/s400/Caminito.jpg" width="300" /></a>No he escrito hasta ahora porque estoy cansada de las letras. Pero creo que Buenos Aires merece un final, así que hago un esfuerzo para dejar constancia de aquello que hemos vivido en la ciudad porteña y a aquellos que hemos conocido en nuestro tiempo aquí. </div>
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En realidad no llevo 92 días en Buenos Aires. Ese es el total que haré cuando coja el avión de regreso a Madrid. Como sé que de repente no voy a escribir en tres días lo que no he escrito en tantos y tantos, aquí va mi punto y final. <b>Con este post termina mi aventura por el mundo y también doy por finiquitado desdemadridalmundo.</b> No han sido 365 días, pero tal y como yo lo veo, sí ha sido un año de vida. </div>
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A estas alturas puedo decir que no conozco Argentina. Tendré que volver para disfrutar del país, porque señores cuando se va a vivir a otro país, no necesariamente se va a conocerlo. Algunos no se pueden visitar si no tienes ni dinero, ni tiempo. Julio y yo con poco hacemos maravillas y mi tiempo profesional, desgraciadamente, puedo ajustarlo para robarle días y moverme, pero...se nos escapó algo: Julio vino a trabajar y este país es tan grande que la opción de irte un fin de semana a otro lado supone un desembolso demasiado sacrificado para dos días y tantos kilómetros de extensión. </div>
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Con este último relato quiero ser bastante fiel a mí misma, porque no sólo lo escribo para que los nuestros nos sigan la pista, lo hago para cuando pierda la memoria, que es algo muy común en mí. Así que intentaré no autoengañarme mucho. </div>
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Como decía: no conozco Argentina, pero creo que puedo decir que he ido a casi todos los sitios destacados de Buenos Aires. Si alguna vez vuelvo aquí, estoy convencida de que sabría moverme muy bien por sus largas y largas calles. Julio y yo realmente hemos vivido en Buenos Aires y con Buenos Aires. Juntos y por separado. Como es normal, hemos compartido mucho tiempo las mismas experiencias y cada uno hemos vivido la ciudad de una manera. Julio trabajando en ella, con ella y para ella. Yo haciendo los días en ella, a veces sintiendo mucha soledad a pesar de lo grande que es esta ciudad. </div>
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<a href="https://fbcdn-sphotos-c-a.akamaihd.net/hphotos-ak-ash4/404096_3913932564131_361539326_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://fbcdn-sphotos-c-a.akamaihd.net/hphotos-ak-ash4/404096_3913932564131_361539326_n.jpg" width="320" /></a></div>
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Primero hablemos de la gente que hemos conocido. Han sido unos cuantos, pero voy a limitar la lista a los amigos que hemos hecho y que conservaremos. Son <b>Juan y Ana</b>. Juan es un onubense de Isla Cristina que trabaja aquí cincuenta días, vuelve siete a su casa a ver a su mujer y a su niños y retorna para otros cincuenta días. Y Ana es su cachonda mujer que vino por diez días para experimentar cómo vivía su marido en Buenos Aires. Juan es un hombre que cae de pie. Tiene suerte hasta en las desgracias y es simpático, generoso, divertido, amable y cariñoso. Julio y yo le tenemos un enorme respeto y más cariño. Tanto que cada vez que hacemos algo en Buenos Aires lo estamos llamando. </div>
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En los diez días que vino Ana, me puse las pilas y mientras su marido trabajaba, nos fuimos juntas a conocer Buenos Aires. Así profundicé la ciudad y ahora a cualquiera que viniese a Buenos Aires podría decirle con precisión que recorrido hacer para no perderse nada. Detallaré un poco...</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhW7-xQHdSnpdkCs0zRKkXtuykzH8z9U4fAsvuLioOYmG-i7vXnWnnwuFwAqVlINCD69roSfiOizD4wJbDSr-W3NWj3me9tZmVve6tbrdkNbt_9o9Sc6rzntogfVGOGX5A9jP7QxSqSD-U/s1600/Ay+L.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhW7-xQHdSnpdkCs0zRKkXtuykzH8z9U4fAsvuLioOYmG-i7vXnWnnwuFwAqVlINCD69roSfiOizD4wJbDSr-W3NWj3me9tZmVve6tbrdkNbt_9o9Sc6rzntogfVGOGX5A9jP7QxSqSD-U/s320/Ay+L.jpg" width="320" /></a></div>
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<b>Recoleta</b>. Es mi barrio. Donde está el famoso cementerio que da vida a esta zona un poco turística y esnob. Mucha tienda, mucho restaurante, mucho mausoleo y un lugar seguro, animado por zonas y tranquilo por otras. Lo pintoresco de Recoleta es la Plaza de Francia que se llena de puestos de artesanos los domingos. De ella se va a Avenida del Libertador que muestra con orgullo la vieja riqueza del país, entre estatuas, jardines y monumentos. Aquí está la Universidad de Derecho, que más que un centro de estudio parece la Acrópolis... En Recoleta hay un café -<b>La Biela- </b>en cuya terraza casi siempre luce el sol, aunque en el resto del barrio no. Es muy famoso y pintoresco. Allí he pasado muchas mañanas leyendo un libro. </div>
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<b>Palermo.</b> Está el viejo, el nuevo, el alto, el bajo, el Sojo, el Hollywood... Palermo es la zona de la moda, las copas, los guapos, lo creativo, lo rompedor... Grandes calles con casas bajas en las que se abren comercios inmensos llenos de diseñadores jóvenes que comparten el espacio para vender su talento. </div>
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<b>Corrientes. </b>La calle de los teatros. Llena de vida, movimiento, teatros, teatros, librerías y teatros, entre restaurantes y cafeterías. Corrientes nunca duerme. Los dos sitios en los que más he disfrutado en Corrientes son un restaurante al aire libre que se oculta en una pequeña plaza que se adentra entre pasadizos, absorbiendo la tranquilidad que no tiene la larga calle; así como un sótano con humedad al que nos llevó Julio a Juan y a mí, y en donde se ofrecía un fantástico concierto de Jazz. </div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrqLYR3x_vxHgqebbq7f2l4c4qAK85B6GfoHlYZTAsTWgeusitnKMwj4JZjvFC2_JBRNqr2gTvH97MrfdL4exn-PRwbRZjT-tCEEtmrZoeVlWpW9OwtOsOhKoTyUkDaJCjXxzRXTdl70o/s1600/Facultad+Derecho+2.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrqLYR3x_vxHgqebbq7f2l4c4qAK85B6GfoHlYZTAsTWgeusitnKMwj4JZjvFC2_JBRNqr2gTvH97MrfdL4exn-PRwbRZjT-tCEEtmrZoeVlWpW9OwtOsOhKoTyUkDaJCjXxzRXTdl70o/s200/Facultad+Derecho+2.JPG" width="200" /></a></div>
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<b>La Avenida de Mayo, el Obelisco, la hortera Casa Rosada y la calle Florida.</b> Del primer sitio no olvidaré el <b>Café Tortoni</b>, una maravilla de sitio que nos recomendó mis tíos y por el que hemos hecho cola para entrar. Merece la pena porque es maravilloso. Del Obelisco, a parte de la inmensidad de la Avenida 9 de Julio en donde está ubicado, por donde he pasado bajo su pedestal una tantas veces para ir a buscar a Julio al trabajo, me quedo con el <b>'Bar de Julio' </b>-se llama así- un lugar modesto que siempre ofrece canciones de tango en vivo a cambio de unas moneditas para la gorra. Los cantantes dicen que el que tenga dinero que eche lo que le parezca, y el que no que lo disfrute. La Casa Rosada es hortera y por la noche, con sus tantos colores iluminados y el reflejo de las luces de los edificios colindantes, más hortera aún, pero no es fea. Es recargada y colorista. Me parece irónico que los porteños estén tan cansados de su Gobierno y que éste se muestre con tanto color, parece como si se riese a la cara de la gente... En fin, es mi apreciación. Pero, lo que más me llama la atención de la Casa Rosadita son las cruces plantadas justo frente a ella. Recuerdan la Guerra de las Malvinas, que todavía no se supera. La Calle Florida está hecha para tomar el pelo a los turistas con artículos de mala calidad. Es larga, peatonal, un poco decadente y ofrece mucha porquería, pero entre tantas y tantas galerías comerciales, se aprecia una vida intensa, la del 'buscavida'. </div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOBq0BEg3PCFC2c2u2tBKaQClvzArfnL5NZO4MgOJsD-yFzT812BiRj1tHOAQJcuIu8qEN9sfpNHe1MCptpjVB_44nRC4xK0Lvuv_QjjKCmZnv5n3gR5pioNCkdyf7bWOUewvq4NuZjeY/s1600/Cementerio+recoleta+.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOBq0BEg3PCFC2c2u2tBKaQClvzArfnL5NZO4MgOJsD-yFzT812BiRj1tHOAQJcuIu8qEN9sfpNHe1MCptpjVB_44nRC4xK0Lvuv_QjjKCmZnv5n3gR5pioNCkdyf7bWOUewvq4NuZjeY/s320/Cementerio+recoleta+.JPG" width="240" /></a></div>
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<b>Abasto.</b> Triste. En su tiempo tuvo que ser muy bello, pero por un lado se lo han cargado y por otro lo han descuidado. La página de turismo de Buenos Aires incluye esta zona como recorrido de interés, pero le haría un favor a la ciudad si la eliminase o si recuperase el barrio. A esta zona le adjudican el tango porque por aquí anda la casa de Gardel, que ahora es un museo y es donde Julio y yo fuimos a aprender tango. Entre suciedad y abandono todavía hoy hay pequeñas casas llenas de color, letras de canciones y duende que te dan una idea de lo que era este barrio. Pero lo peor que han hecho en él ha sido convertir un maravilloso y espectacular mercado- El Mercado de Abasto- en un ordinario centro comercial.</div>
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<b>Caminitos</b>. La Boca. En realidad son dos calles y están bien definidas por guardias de seguridad que intentan proteger a los turistas del resto del barrio. Es decir, las dos calles llenas de casas de aluminio pintadas de todos los colores posibles, que es lo que le hace tan especial, están delimitadas hasta las seis de la tarde. Hora en la que los puestos de artesanos y restaurantes a cada lado de las dos cuadras comienzan a recoger los trastos. En su día Caminito significó algo para Buenos Aires, pero ahora es un lugar artificial creado para contentar y sacar las perras al turista. </div>
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<b>San Telmo.</b> Lo mejor de Buenos Aires. A esta zona se le llama así por el mercado que se celebra cada domingo en ella. Es fantástica, llena de música, baile, creatividad, color, puestos y puestos que se alinean hasta el infinito, un mercado galería de antigüedades increíblemente auténtico. Rincones estupendos. Aquí Ana, Juan, Julio y yo pasamos un domingo genial disfrutando con los conciertos, en una terraza antigua para nosotros solos, admirando una batucada en la calle... Fue un día fantástico. </div>
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<b>Puerto Madero</b>. Una desilusión. Demasiada expectativas por mi parte</div>
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<b>Las Cañitas.</b> Un sitio que se está recuperando para convertirse en una zona de moda en restaurantes y pubs. Está bonito y hay buenos sitios para comer. Juan, Julio y yo disfrutamos un buen almuerzo aquí en una pizzería que nos llevó Juan y cuyo nombre no recuerdo. </div>
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<b>Tigre. </b>Más mercado. Es inmenso e inmenso. Lleno de puestos de todo tipo, restaurantes y es bello porque se cierra sobre el Río Tigre. </div>
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<b>El Barrio Chino</b>. Bueno, son dos cuadras a las que se entra por un gran arco chino para llegar a numerosas tiendas chinas horteras, puestos callejeros y otros tantos restaurantes asiáticos. Si no lo visitas no te pierdes nada. </div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyo3Ict-AKS7E_lg3yTRC1tpFa04NSS5pDBMUqvjNvBDMKjw4ri7YzMkrslTC6I_LSw-yjXNWZyG5krYfJnn8DfoBsBJm1s69WJl5KO5TnBTNifIb5Bww6tZNHzBQ8H56GtJlfhockdd0/s1600/Paseo+de+los+artesanos+.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyo3Ict-AKS7E_lg3yTRC1tpFa04NSS5pDBMUqvjNvBDMKjw4ri7YzMkrslTC6I_LSw-yjXNWZyG5krYfJnn8DfoBsBJm1s69WJl5KO5TnBTNifIb5Bww6tZNHzBQ8H56GtJlfhockdd0/s320/Paseo+de+los+artesanos+.JPG" width="320" /></a><b>Cosas que hemos visto y hecho en Buenos Aires: </b></div>
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Aprender el cuadrado del Tango (es el primer paso y de ahí no pasamos porque dejamos de ir a clase. Es que regañamos mucho)</div>
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Comer carne y queso: mucha, muchísimo. Para mí lo mejor es el Bife de Lomo y nuestra viciada Broboleta</div>
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Desayunar las promos de Buenos Aires: zumo de naranja, tres facturas (medialunas), café y un vasito de agua con gas</div>
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Ir a una tanguería. Muy interesante ver como se piden para bailar, la moda sin época de los vestidos de ellas y los trajes de ellos, los diferentes estilos, el círculo en la sala tan bien formado, lo intemporal y un poco decadente de todo.</div>
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Ir a una pequeña obra monólogo. Ofrecen todo tipo de espectáculos de todo tipo de precios y una noche decidimos ir a uno por 50 pesos cada uno. Nos equivocamos de sala y terminamos en otro -No estuvo mal-<br />
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Regañar con los argentinos. Los comercios nunca corrigen los errores que comenten, como por ejemplo las lavanderías que son capaces de darte la ropa de otro y la tuya darla por desaparecida.</div>
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Comprar y leer libros -por cierto que nadie deje de visitar la librería El Ateneo de Avenida Santa Fe si alguna vez viene a Buenos Aires- es maravillosa y merece su condición de segunda librería más bella del mundo.</div>
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Ver paseadores que perros con miles de correas en sus manos (lo malo es que no limpian lo que van dejando los perros, así que la ciudad está llena de mierda)</div>
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Los vendedores de los colectivos, son maestros del discurso comercial y te venden donde sea aunque estemos en movimiento. </div>
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Los recolectores nocturnos portando carros y recogiendo todo lo que tengan a su alcance para después separar el cartón y el plástico.</div>
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Y flipar con la locura de la inflación que vive el país. Cada día te levantas sin saber cuánto te costará la leche para esa jornada. Todo es igual y todos los comercios ofrecen las compras en cuotas, sea lo que sea que vayas a comprar. Julio y Juan se pasan el día chequeando el precio de las cervezas...</div>
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!Anda! me olvidaba. También hemos ido a un hipódromo y hemos apostado en tres carreras. Perdimos cincuenta pesos entre los tres, ó sea, diez euros. Je je </div>
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Lo último. No hemos conocido Argentina, pero sí hemos pasado su frontera. Un día cogimos el ferry con nuestra pareja de andaluces y nos fuimos a <b>Uruguay.</b> Exactamente a Colonia, un lugar muy bonito y seguramente más lindo en primavera. A nosotros nos tocó un día de lluvia y tormenta por lo que lo pasamos en un cochecito turístico, con un paraguas y de bar en bar. Volvimos esa misma noche con el pasaporte renovado. </div>
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Se me olvidan cosas. Claro. Pero bueno, me siento mejor porque por lo menos cierro Desdemadridalmundo como merece. Tengo ganas de volver a Madrid y comenzar una nueva aventura allí, con Julio, y más cerca de los nuestros. </div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSYy8WRABgCSyzydvE-nqftFAto9EuGMB3ByhZBFmOyRxbFxZMDlLYXgMJESgm4tUe6vSb_4rgz8elBtW8n9dy18uA7YMWYDbxwuKmzMUNdxndvhHaQnVXFxxw3_VuOt306B8qVNwqvzk/s1600/la+foto+%25281%2529.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSYy8WRABgCSyzydvE-nqftFAto9EuGMB3ByhZBFmOyRxbFxZMDlLYXgMJESgm4tUe6vSb_4rgz8elBtW8n9dy18uA7YMWYDbxwuKmzMUNdxndvhHaQnVXFxxw3_VuOt306B8qVNwqvzk/s400/la+foto+%25281%2529.JPG" width="400" /></a></div>
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<b>Besos a todos los que nos han acompañado en Desdemadridalmundo en este año nuestro</b></div>
xxhttp://www.blogger.com/profile/07453102333519279485noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-73334651048996391002012-07-08T00:40:00.001+03:002012-07-08T23:41:27.209+03:0028 días en Argentina: Haciéndonos a los aires de tango<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_moSOiwKiLhrbcsWGVo4kOiJpN3VBt4mhHntoDIF-C-eNjf8vzZ8NCJ3Jh_A2TYeR1mHbL2KGE5kuWA0UfcRBbe7MiraNAQcGQjdW2Nu0U1W_Z40kCeSs6weuS-dRJCGwXGFEjjl5h5c/s1600/2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_moSOiwKiLhrbcsWGVo4kOiJpN3VBt4mhHntoDIF-C-eNjf8vzZ8NCJ3Jh_A2TYeR1mHbL2KGE5kuWA0UfcRBbe7MiraNAQcGQjdW2Nu0U1W_Z40kCeSs6weuS-dRJCGwXGFEjjl5h5c/s320/2.jpg" width="320" /></a><b>Llevo casi un mes en Buenos Aires.</b> julio, una semana más. No es que no me apetezca escribir y contar lo que estamos viviendo. Es que lo hago mucho por dinero -poco- y me canso, así que voy relegando y relegando el blog. Pero bueno, intentaré resumir lo que hemos hecho en Buenos Aires en este mes. </div>
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Contaba que fuimos al Mercado San Telmo, que no parque. En realidad, la plaza desde donde parte el Mercado San Telmo se llama <b>Dorrego</b>. Desde ella se cruzan calles llenas de puesto con garrafas de colores, cuadros del tango, fotografías de la nueva y vieja Argentina, ropa, objetos curiosos, otros viejos y algunos antiguos. Es un mercado precioso, diferente, lleno de música, de pasos de tango y de gente. </div>
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Desde ese primer domingo en que conocí el popular mercado <b>San Telmo</b>, la Avenida de Mayo, sus calles colindantes y la Casa Rosada que, por cierto, de noche se convierte en un arco iris un poco cursilón, con los edificios de al rededor iluminados de azul, rosa, violeta..., hemos paseado por muchos otros barrios de Buenos Aires. </div>
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Un sábado estuvimos en <b>Palermo Hollywood</b>. Casas coloniales, con tiendas de moda, creativas, carísimas, restaurantes, terrazas, otro mercado callejero, lonjas y lonjas compartidas por jóvenes diseñadores que intentan lucir sus novedades. En otra ocasión, fuimos a la <b>Plaza Italia</b> y compramos un libro en una Feria del Libro que se instala allí perpetuamente. También hemos comido y dado vueltas por la zona del cementerio <b>Recoleta </b>y su propio mercado; hemos cenado exquisitos filetes de carne en una pequeña terraza llena de teatros de la calle <b>Corrientes</b>; paseado por la calle <b>Florida </b>a ritmo de Jazz y hemos pasado los fríos días de Buenos Aires entre colectivos y Subte- bus o guaguas y metros, respectivamente-, perdidas de rumbo- las mías- curioseando y trabajando. </div>
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<span style="background-color: white;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGkXWRoBBC0tTqbLW0k9sYm16NJsfJBkX3T7R0ZpOwhThyt1GByWLFkY7PrOTUg2PW8LwOG4fZ9L5y-bmRP2vYLMIYMbj405fMvQeihmZVLmbruOryNijg55uCt8vU0bs-Su2uiGB1sIc/s1600/DSCF0041.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGkXWRoBBC0tTqbLW0k9sYm16NJsfJBkX3T7R0ZpOwhThyt1GByWLFkY7PrOTUg2PW8LwOG4fZ9L5y-bmRP2vYLMIYMbj405fMvQeihmZVLmbruOryNijg55uCt8vU0bs-Su2uiGB1sIc/s320/DSCF0041.JPG" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white;">Entre los paseos y el intentar crear un ritmo cotidiano, buscamos sitios baratos donde comer algo del país- que no es fácil- curioseamos tiendas a ver si encontramos algo creativo y barato- esto último tampoco es fácil- procuramos no perdernos en las inmensas calles- para mí imposible-, observamos con nuestros propios ojos las populares caceroladas -que siguen vigentes-; los largos y largos besos de ellos con ellas y viceversa, y vamos topando con gente. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Y es que ya estamos haciendo conocidos, que a ver si llegan a ser amigos</b>. A un ritmo muy diferente del de Kenia, pero es que también la vida aquí es diferente. Primero, fuimos a comer a casa de unos argentinos amigos de mi Elena Torrellas. Fue una tarde agradable, nos reímos de la manera que tiene Boli de contar las historias del país y comimos estupendamente. Tras ellos, llegó Javier, el dueño de un bar cerca de casa que habla con los ojos y por los codos. Un tío simpático y agradable que no da tiempo a meter baza, ni a que él tome aire. De su discurso descubrimos ciertas realidades de este país, como es el desencanto perpetuo que sienten los Argentinos por su Gobierno y su forma de vida. Con Javier llegó Juan, un huelvano que viene y va de acá a allí por trabajo. Él, en lo bajo nos desmiente todas las fantasías de Javier, mientras nos va contando su punto de vista sobre la manera de vivir de Argentina. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A parte de ellos, el mantener charlas con la gente no es nada complicado. Sólo tienes que preguntar algo y enseguida te preguntan: ¿De España?. Casi siempre tras la pregunta viene una historia del interlocutor sobre su procedencia española, el ritmo de la historia de España, nombres de descubridores que crearon no sé qué parte de Argentina... En fin, que hay que ponerse al día con la historia de la colonización porque aquí saben y recuerdan mucho y, además, se remontan a la época de Colón y Pinzón. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y, por último, contarles que hemos cumplido nuestra promesa. <b>Comenzamos las clases de tango</b> y ya sabemos hacer nuestro primer paso, el cuadrado. Todavía no tenemos ese aire tan digno de tango porque Julio no puede evitar mover los hombros de un lado a otro como si se tratará de salsa y yo tampoco dejo la manía de menear la cadera. Así que se pueden imaginar. Aún así, nuestro resabio profesor llamado Luisito y versado en todas las maestrías, no sólo en el baile, nos anima con cariño mientras va adelantándonos capítulos de su vida. Las clases de Tango las damos en la <b>Casa de Gardel,</b> el cantante tangero más popular de Argentina... y, señores, que no sirva de precedente, son gratis.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
En fin. Se me quedan cosas en el tintero, como siempre. Pero para cuando la memoria falle ya está plasmado un pequeño recuerdo de nuestro primer mes en Buenos Aires. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por cierto, Juan nos ha invitado a cenar esta noche a un sitio que dice es estupendo y que se canta opera. Ya les contaré... o no. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
!Ah! Lo olvidaba. Vimos y celebramos <b>el triunfo de la Roja</b> -otra vez- en el bar de Javi. Yo daba saltitos y aplaudía, mientras Julio, con un ojillo en la pantalla, conversaba con un caballero argentino, con aires de noble y un poco pimplado, que se agarró a nuestra compañía hasta que nos fuimos. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="background-color: white; text-align: justify;"><br /></span><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dwnZPPdjHO3d3V9VqDfm9CnrPHjk25xtqYu0MGa4t8653PuGutjBgB26pdWhdh_-h9M6XDQ_gLJTQ_ly2hkOg' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<span style="background-color: white; text-align: justify;"><b>Hoy llevo 28 días en Buenos Aires. Julio, 36.</b></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<b style="background-color: white; text-align: justify;">Hoy rebesos- como dicen acá- a todos los que no se olvidan de leer desdemadridalmundo. </b></div>xxhttp://www.blogger.com/profile/07453102333519279485noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-33528184133500909492012-06-11T03:52:00.001+03:002012-06-11T04:05:59.113+03:003 días en Argentina: Aterrizando en Buenos Aires<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNx-QeCZMTLHmawjfOGC4BuqHpJkN6Iw35nvMr8X-f7gvt40d__-AHAj0sYXwyy0hyZlY4VNDvdMY91UMGfWMYVJETAcL09Rl0lq9QLZg_caTFIP7MMh275Hq4Po1g68MuyDFx35EcrBo/s1600/1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNx-QeCZMTLHmawjfOGC4BuqHpJkN6Iw35nvMr8X-f7gvt40d__-AHAj0sYXwyy0hyZlY4VNDvdMY91UMGfWMYVJETAcL09Rl0lq9QLZg_caTFIP7MMh275Hq4Po1g68MuyDFx35EcrBo/s400/1.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Ya estamos aquí, en Argentina.</b> Para no perder la costumbre, Julio lleva una semana más que yo en el nuevo destino. En esa semana se ha pasado el día caminando por las calles de Buenos Aires buscando una casa para nosotros. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pues ya estamos asentados en un pequeño apartamento, acogedor, con cierto aire bohemio que recuerda a esos basement de Londres. Las vistas de nuestras ventanas dan a un pequeño y viejo jardín interior de nuestro edificio de estilo señorial. En estas dos mañanas que llevo en la casa, mientras desayunamos, viene un pájaro a darnos los bienvenida. Ese saludo mañanero compensa la poca luz solar que se filtra entre los árboles y plantas del romántico jardín. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La sensación es extraña. Llevamos un mes de aquí para allá. En esos días hemos visitado Barcelona, Valencia, Madrid, y yo Canarias. Hemos posado la cabeza en cinco almohadas y, en ocasiones, me despertaba sin saber dónde estaba... Pero eso no es lo extraño. Es esa sensación de que nuestro tiempo en Kenia parece como un sueño, como si no fuésemos nosotros los que vivimos más de cinco meses en Nairobi. Aún así tenemos en la memoria cada uno de los amigos que hemos dejado allí y siempre, sin saber cómo ni cuándo, nos decimos que volveremos. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Volver a España fue reconstituyente y contrariamente agotador</b>. El abrazar a familia y amigos fue emotivo. Los encuentros de todos a los que queremos, de Valencia, Madrid, Canarias, sentó bien. Sin embargo me sentía desarraigada, no sé Julio, aunque Madrid volvió a embriagarme con su embrujo. Es una ciudad que nos dice que somos para ella. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqS3zatLuPJxAY9NSYJIkIi-Y6Ub744S3oGbCH9krOGAO6r_eZ7wJw7-93pOEn2ItMgFDcM6e_b9UPscwtMktwzX_NPPzOv4MotwYdKmktlillejMehmcq5ssQrhileyu-5PFHhDlXDEs/s1600/2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqS3zatLuPJxAY9NSYJIkIi-Y6Ub744S3oGbCH9krOGAO6r_eZ7wJw7-93pOEn2ItMgFDcM6e_b9UPscwtMktwzX_NPPzOv4MotwYdKmktlillejMehmcq5ssQrhileyu-5PFHhDlXDEs/s320/2.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Pero ahora es el momento de Argentina</b>. Buenos Aires es un lugar cómodo de caminar. Es añeja, amplia, creativa, culta, cultural... Entretiene a casa paso. El acento es atractivo y la tarea más cotidiana una aventura. La moneda del país me tiene loca y la gente habla mucho, es amable y tiene ramalazos peleones con pinceladas de pequeños embustes. Al contrario de disgustarme, creo que este punto me va a entretener mucho. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En estos mis tres primeros días en Buenos Aires hemos hecho cosas rutinarias: ojear de un lado a otro, observar cartas y menús de restaurante, admirar librerías, desayunar los deliciosos y pequeños croissants, encontrar un mercado, ir de puesto en puesto, comprar verdura, quesos, fiambre, pasear y pasear... Y otras no tan comunes tras Kenia, como abrigarnos hasta las orejas, caminar por aceras, hablar con todos en español, coger autobuses con muchos años en sus ruedas y peculiar personalidad... </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUXoucx29Iv5LhYVAosotM-Lqndn4UMwpLPlqE7w-NKjYsrpJAjRiwHb4txIIlag7qXUX1_pgbYcjMqe1IDtin0VkqLnF1RZHyP0zhUhnhiyqlqWlKjDZY3Xw97REep65YNREyIC1SXDw/s1600/3.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUXoucx29Iv5LhYVAosotM-Lqndn4UMwpLPlqE7w-NKjYsrpJAjRiwHb4txIIlag7qXUX1_pgbYcjMqe1IDtin0VkqLnF1RZHyP0zhUhnhiyqlqWlKjDZY3Xw97REep65YNREyIC1SXDw/s400/3.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
En esos paseos, Julio me va presentado nuestro barrio, Recoleta, cuyo nombre ha robado al cementerio que se encuentra en medio de la zona. Dice que es una buena zona y tiene que serlo porque los comercios se suceden unos tras otros. La Avenida Callao, General de las Heras, Santa Fe, esas son las calles que rodean nuestras casa en Pacheco de Melo. Aquí es donde viviremos como mínimo cuatro meses. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hoy, domingo, hemos ido a la <b>Plaza San Telmo.</b> Hoy no hablaré de este sitio, lo dejo para mañana porque merece un post entero. Sólo digo que me he emocionado al admirar los pasos de tango, escuchar la música y voces de tango y descubrir el aire de tango. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Hoy llevo tres días en Buenos Aires. Julio, 10. </b></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Hoy besos para Pepita, Edu, Ara y Zanahorio, Pedro, Elena T, Mavi, Gonzalo y Manieve, Raúl, Cristina, Asha, Tony, Ash, Jonny, Oscar, Clara, Delfín, Stefan, Melissa, Oli, Francis, Nuria, Marlene, y en especial a Rebe y Kiko. </b></div>xxhttp://www.blogger.com/profile/07453102333519279485noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-58435407894639089252012-05-10T12:42:00.000+03:002012-05-10T12:42:11.758+03:00Cinco meses y diez días en Kenia: en homenaje a nuestra gente de Kenia<div style="text-align: justify;">
He tardado mucho en volver desde mi último post, pero es que a veces no se escribe porque te haya abandonado la inspiración, a veces es porque es tanto lo que tienes que decir que el embotellamiento no te deja sacar las palabras.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Quería contar muchas cosas sobre
Kenia antes de marcharnos. Las tenía apuntadas para que no se me olvidasen: <b><i>‘
los Matatu Matata’, ‘el beso de las jirafas’, ‘La muerte de Keko-keko’, ‘Kenia
versus Kenia’, ‘Julio en Kenia’, ‘ Mi vida en Kenia’, ‘La marcha de Kenia’, ‘Los
Safaris’, ‘Los proyectos futuros’, ‘Mi prima Marta, algún día en Kenia’…y ‘Gracias
a nuestra gente de Kenia’.</i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No sé si en estos días de
transición me dará por cumplir con los temas pendientes, pero el último no lo
dejo en el tintero. <b>Así que en homenaje a nuestra gente de Kenia.</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Desde que llegamos a Kenia fuimos
tropezando con todo tipo de gente, unos se convirtieron en nuestros amigos,
cómplices, compañeros y, hasta en ocasiones, fueron familia. Ellos son los que nos
han guiado en nuestro periplo por Kenia, los que nos han enseñado este país y
con los que hemos vivido nuestros días aquí. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Esta vez digo los nombres
completos: Empezando por <b>Iñigo</b>, nuestro compañero de casa, la primera persona
que conocimos y la que nos introdujo en las leyendas de Kenia. Porque Iñigo
sabe contar historias siempre con un punto novelístico. <b>Ángeles</b>, que fue el
principio y el final de Kenia, una mujer enérgica y risueña que entraba y salía
en casa como un huracán de buen rollo. <b>Olatz y Francis</b>, nuestros primeros
amigos, con los que hicimos nuestra primera excursión, con los que conocimos a
la gente turkana y el coraje de empezar de cero en una tierra como ésta. Olatz fue
mi confidente y mi hombro en muchas ocasiones y Francis un compañero de
aventuras para Julio. <b>Nuria</b>, todo corazón energía, valentía y determinación,
ocupada como nadie pero siempre disponible para ti. Nuria nos ha obsequiado con
una bolsita que contiene un mapa de Barcelona y sus llaves, por si necesitamos
un hogar cuando lleguemos. <b>Las mexicanas lindas: Marlene y Xochit</b>, a las que se
unieron <b>Valeria y Rocío</b>. Ellas fueron las que me dieron la riqueza de Kenia,
las que me ofrecieron conocer Kibera, las que me llenaron el espíritu de amor
limpio. Xochit es sabiduría, comprensión, cariño y de las mejores personas para
las mejores charlas, y Marlene, no tengo palabras para expresar lo que ha sido Marlene
para mí: mi maestra, mi amiga, también mi confidente, mi cómplice, mi alegría y
mi sonrisa. Lo único que me quedó pendiente con Marlene fue una buena
borrachera. <b>Marta y Abdil</b>, llegaron casi al final pero aportaron lo mejor de
ellos desde el primer día: compañía, curiosidad, historias de mil mundos y amor,
el que sienten entre ellos que contagia a todo el que les acompañe…</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Raúl y Cristina. Nuestros
enkerendes</b>. Nuestro apoyo, nuestros oídos, nuestros consejos, nuestro respiro y
nuestros amigos para siempre. Y<b> 'los safaris'</b>. He dejado a los safaris para el
final porque llegaron con más del meridiano de nuestra estancia aquí, pero supusieron todo desde que los conocimos. ‘Los
safaris’ son aquel grupo de amigos incondicional con el que siempre cuentas
para todo, con todo y en cualquier lugar. <b>Son puertas de bienvenida, hogares
que te recogen, ventanas que te dan aire.</b> Los safaris son: <b>Estefan y Delfín, </b>él
elegante, afable, cariñoso y siempre de buen talento; ella, siempre sonriente y
responsable con el cuidado del mundo; <b>Melissa </b>y <b>Rocío</b>, madre e hija, acompañante
de las cenas, dulzura con cierta melancolía, pero siempre con buena cara;
<b>Ash, Jonny y Oliver</b>, madre, padre e hijo geniales en el triangulo y por
separado que vivieron y viven una historia que merecería ser contada (si un día
me dan permiso, me encantaría ser la narradora); <b>Oscar y Clara</b>, ¡madre mía
que pareja!, positivos, animados, dulces y con su punto cómico (sobre todo por
las cosas que les pasan aquí con un coche que yo me sé); <b>Virginia y Javi</b>: a la
primera, lo sé, me pegaría como una lapa porque es de esas personas que nunca
me aburría en una charla, y Javi es el primero que vio algo en nosotros que le
mereció la pena, un truhán con un corazón enorme. Y, finalmente, <b>Tony y Asha</b>,
el corazón y el alma de ‘los safaris’
que representan todo lo bueno de Kenia: experiencia, mucha experiencia,
generosidad, cariño, hospitalidad, organización, planes, compañerismo, disfrute, viajes, amistad,
cachondeo, alegría, diversión…Son los que pacientemente ven marchar a los
amigos y los recogen en sus regresos. Son los que esperarnos
encontrarnos en nuestra vuelta a Kenia…algún día. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y como esto lo escribo yo, para
mí Kenia también ha sido <b>Julio</b>, mi compañero. A ti cariño, gracias amor por ofrecerme
esta experiencia, por cuidarme, por soportarme y por resistir.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Todos sin excepción han creado
nuestra vida en Kenia. Son los que nos hacen ver Kenia tal y como la hemos
vivido, son los que nos han hecho querer Kenia y son por los que algún día
volveremos a Kenia. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Gracias a todos de corazón y hasta pronto. Allí dónde
estemos siempre serán muy bienvenidos.</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Hoy es nuestro último día en
Kenia. Yo viví en Kenia 5 meses y 10 días. Julio, 5 meses y 17 días</b><br />
<b><br /></b><br />
<b>Pd: Algún día este post llevará fotos...</b></div>xxhttp://www.blogger.com/profile/07453102333519279485noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-2052130218706507522012-04-17T10:32:00.000+03:002012-04-18T12:58:44.668+03:00147 días en Kenia: Cosas que no he contado<div style="text-align: justify;">
Estaba trabajando y saltó el apartado de mensajes de Facebook. Era Asha que me anunciaba la marcha de Virginia. Nos hemos puesto a charlar, a contar nuestras nimios y pequeños cansancios respectivos y a buscar nuevos planes…. Esto último me ha dado gusanillo de más, así que se me han quitado las ganas de seguir trabajando. En esta ocasión estoy haciendo una guía turística sobre las localizaciones en Cardiff de una serie televisiva indescriptible. Se llama Torchwood y su primer capítulo se titula ‘Everything Change’.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No viene al tema, pero el título
sí: Everything Change. <b>Y es que para
nosotros todo está cambiando</b>. Por esa razón será que cada vez me cuesta más
escribir. Es como que llega el final…, y ya sabes qué pasa con los the end: estás
deseando encontrarte con él, pero a la vez no quieres que llegue ese momento. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En fin. <b>Durante estos casi cinco
meses en Kenia hemos vivido muchas cosas que no he contado</b>. Unas insignificantes,
otras significantes. Son anécdotas que quise guardar, que no pude narrar, que
no venían a cuento o que se pasaron en el tiempo. También son emociones de
completa sorpresa, de indignación, de desilusión, de esperanza, de alegría,
soledad, resignación, generosidad, solidaridad y compresión. Pero sobre todo
son experiencias que, creo, han hecho de Julio y de mí otras personas. Se
tratan de vivencias, unas contadas y otras no. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Recuerdo una de ellas protagonizada por Judith.</b> Judith me hizo una
lista para prepararnos una comida verdaderamente keniata. Fuimos al
supermercado y al día siguiente, un viernes, comimos todos juntos en casa: <i>O</i>, Francis<i>, I, N</i>, Nasib, Julio y yo. Judith no paró de hablar de las tribus,
de sus guerras, de los malos que eran unos y los buenos que eran otros y de sus
costumbres. El menú consistió en Matoke, una especie de banana verde que se
cocina, y Pilau, arroz con carne. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjY5vGi9Ylew8xdEzoutKsmHZ2PVWNTGVwtl4PdDgp1JLk-uvBpkfn4igdVrDSHEHx42d7jTxltBrvSRoXWL0GqfHL8962IewM4zrhMSEApNdgGxwEQT1TA6nSsQDBPTQal33tPAXTmjOVR/s1600/DSCF1407+(1).JPG" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjY5vGi9Ylew8xdEzoutKsmHZ2PVWNTGVwtl4PdDgp1JLk-uvBpkfn4igdVrDSHEHx42d7jTxltBrvSRoXWL0GqfHL8962IewM4zrhMSEApNdgGxwEQT1TA6nSsQDBPTQal33tPAXTmjOVR/s320/DSCF1407+(1).JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Laura con Judith, J, O y Nasib</td></tr>
</tbody></table>
La relación con Judith es
especial. Todos hemos confiado en ella y cada uno le procesamos cariño a
nuestra manera. Tanto es así, que los chicos de casa y <i>A</i> han conseguido que tenga un contrato indefinido como limpiadora
en la nueva oficina. Entiendo que no parece mucho, pero para ella, que se
quedaría sin trabajo cuando nos fuésemos, creo que sí lo es. Judith, a pesar de
su timidez, me ofrece mucho cariño y el día de los enamorados me regaló una
flor de plástico, con un osito y un mensaje. Ciertamente, la flor me espanta,
pero el mensaje y el esfuerzo me gustan.<br />
<br />
Nunca ha dado pie a la desconfianza,
pero a pesar de ello, por causa de un extraño robo en casa, su puesto estuvo en
peligro. Sabíamos con seguridad que ella no había sido, así que Julio con
sabiduría y medida pausa supo descartarla de cualquier sospecha. La pena es que
nunca sentiremos plena confianza en ella, no porque sea Judith, sino porque aquí el keniata tiene un papel
predefinido y el blanco también. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Nasib. El compañero de risas del día a día de Julio.</b> Es masai, conductor y lleva y trae a Julio de un lado
para otro, acompañándole allí donde vaya por trabajo. La relación es de
charlas, de lecciones en español, de complicidad y de risas, porque se lo pasan
muy bien juntos. Nasib viene de vez en cuando a comer a casa. Le invitamos
intencionadamente porque prácticamente no comen o se alimentan a base de Ugali,
una masa de harina sin sabor que detesto. Un día se puso enfermo del estómago.
Hacia como tres semanas que no venía a comer a casa, pero el médico le dijo que
seguramente su padecimiento era la comida extraña que yo preparaba. Así y todo,
volvió a casa a la hora del almuerzo. Desgraciadamente, ese día hice un rollo de carne de cerdo. Le
encantó hasta que preguntó de qué carne estaba hecho y al enterarse de que era cerdo se negó a
comer porque son animales muy sucios. Le pregunté si era musulmán, pero lo
negó. A los días, nos enteramos de que era musulmán. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Mombasa: Diani y Tiwi.</b> Playas paradisiacas y casi vírgenes, donde
la armonía espiritual se jode por los constantes beachboys, jóvenes que nos
persiguen allí donde vayamos para vendernos todo lo posible. A Mombasa fuimos
con amigos y solos. Dimos a comer a monos y perros que llegaban a nuestra mesa
justo a la hora de comer, y teníamos cocineros que nos preparaban pescado y
marisco fresco, traídos por ellos.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1kldQj0n3NKMzozYyd8BOKQ5Xpxle_0PxRegQb4xlrtfJkrhqV_TAj3w_25Z5sdkuLeAnwMBCl0h8gzKMvtT9ASURVcCATH-Wylf9jcSZnlvJMTiSJTvD-mN7WqRec9YZpxRapeIXSYXq/s1600/147.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="339" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1kldQj0n3NKMzozYyd8BOKQ5Xpxle_0PxRegQb4xlrtfJkrhqV_TAj3w_25Z5sdkuLeAnwMBCl0h8gzKMvtT9ASURVcCATH-Wylf9jcSZnlvJMTiSJTvD-mN7WqRec9YZpxRapeIXSYXq/s640/147.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
En Mombasa, la segunda ciudad más grande de Kenia, residimos en casas
cabañas de ensueño; nos fuimos a un arrecife de corales en donde descubrimos
una paleta de colores de peces que hasta ahora no había visto en
vivo; navegamos en viejos veleros en los que nos cantaron canciones del país; avistamos delfines; me pinché con erizos de la costa; conocimos la vida de la playa, totalmente diferente a la de Nairobi; experimentamos la incapacidad de las compañías aéreas, que te eliminan los
vuelos como si nada y te meten en otros de la misma manera; traspasamos el mar
por el ferri con una especie de excitación y temor al estar completamente
rodeados de negros en la noche; sufrimos nuevamente el escalofrío de los
adelantamientos; subimos en tuk-tuks (taxi motos) para ir de compras al supermercado;
disfrutamos de masajes y del agua de los cocos cortados por los beachboys, y
a Mombasa fuimos en el Lunatic tren.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: left;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgASCQRyopKlomcS6_R2cEV3XBCjI3wZUBs6Wam2QcpaFNSt-ACxpTDuHnN-B5i39WMy4J0gcaG0Ors-yJxlHWqvtbFVyeU0Sr0bSHIWLhbY72wl-oH9Ix8PoamageX2Z0kgcEWfb5jgCiJ/s1600/147bis.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="232" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgASCQRyopKlomcS6_R2cEV3XBCjI3wZUBs6Wam2QcpaFNSt-ACxpTDuHnN-B5i39WMy4J0gcaG0Ors-yJxlHWqvtbFVyeU0Sr0bSHIWLhbY72wl-oH9Ix8PoamageX2Z0kgcEWfb5jgCiJ/s640/147bis.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Un viaje en el Lunatic train es una experiencia que te aconseja todo el
mundo.</b> No es fácil realizarlo porque el tren está continuamente jodiéndose,
atascándose o quién sabe qué más. Y es que sólo hay un raíl desde Nairobi a
Mombasa, así que si un tren descarrila en su trayecto eso ya frena la marcha
del resto durante un par de semanas. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIHJctuakYC-omd0a5ivRtpZpNtJMjBo0Kc4GVdfj0OzQEfUNg6JntBlNT2na4yTdI5IhqIokvKlXgztqe6UapVBY7w8Vry7kWxBZ2mZpBGSPAkyPtzDmojNZrU59PwWR_NzRO-LsPevRt/s1600/DSCF0089.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIHJctuakYC-omd0a5ivRtpZpNtJMjBo0Kc4GVdfj0OzQEfUNg6JntBlNT2na4yTdI5IhqIokvKlXgztqe6UapVBY7w8Vry7kWxBZ2mZpBGSPAkyPtzDmojNZrU59PwWR_NzRO-LsPevRt/s200/DSCF0089.JPG" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Lunatic Train</td></tr>
</tbody></table>
Nosotros conseguimos coger el
Lunatic train. Se trata de un largo tren, cuya hilera de vagones no termina,
descuidado, prácticamente abandonado y atascado en otra época. Te recomiendan
que viajes en primera porque en otra clase no hay garantías de lo que te pueda pasar. Así que con ganas de aventuras, pero no tantas, decidimos ir en primera.
Lo único de lujo que hay en el compartimento es que te ponen sábanas a la hora
de dormir y que te dan de comer, todos apretujados en las mesas, un menú de
tres platos en la cena y en el desayuno. El trayecto entre Mombasa y Nairobi se
realiza en una hora en avión, seis en coche y con el tren, en trece horas,
si tienes suerte, porque con el Lunatic nunca sabes si llegarás a tu destino. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiR7cx8uSgR8LL8Zpw7GxY0qujgzGtwKCDBT26S_znPhIFb0vmpHx7Hic7U1vToozA7Vd7uvVJdTcS-q51vxxwdrQ61n1KDnbKtHiYope8YU32hWUQzoLqJJVmGBVfboCC3IXU1Iks0ldmV/s1600/DSCF0166.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiR7cx8uSgR8LL8Zpw7GxY0qujgzGtwKCDBT26S_znPhIFb0vmpHx7Hic7U1vToozA7Vd7uvVJdTcS-q51vxxwdrQ61n1KDnbKtHiYope8YU32hWUQzoLqJJVmGBVfboCC3IXU1Iks0ldmV/s320/DSCF0166.JPG" width="320" /></a></div>
El caso es que merece la pena el
viaje porque <b>por la rendija de la ventanilla
vas descubriendo el paisaje de Kenia desde su centro hasta su sur</b>. Pueblos
dispersos de chozas, con sus vacas y cabras alrededor; inmensos campos
cultivados, en los que aparecen figuras de hombres y mujeres agachadas, grandes
mezquitas rodeadas de cabañas de paja y barro; mujeres cubiertas de arriba abajo,
mujeres vestidas con faldas de kikois; niños, muchos niños, corriendo descalzos siempre
tras el tren, con gesto de hambre, de saludos y de dame algo; un paisaje inverosímil
en sus dos extremos: la belleza de una naturaleza a la que no le llega la mano
del hombre- por el momento- y la horrorosa imagen de la más infame pobreza representada
en dos fotografías: el paso de Kibera en la noche, que nos dejó sin
respiración, y el espantoso vertedero barrio de la entrada de Mombasa por la
mañana, que hubiese sido mejor no tener ni vista ni olfato para presenciar la
escena de ver a gente viviendo y rebuscando no sé qué en una montaña gigante de
mierda. Dos recuerdos que, por mucho que
quiera la mala memoria, ni Julio ni yo, olvidaremos. <br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJ4e8F6Dbsdz4huvXTXMplr0oVON4N4PYV575-gQ3aHPGgIVzDbwd3e_PTHn1ph_8tXJN-AXDq09PzBVfZxwJuQJaGC6nNT5JtGJTF1gEypLo5_BxYMIqY5vDX-m0G7x3wi-3epjp-r3L8/s1600/DSCF0165.JPG" imageanchor="1" style="display: inline !important; margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJ4e8F6Dbsdz4huvXTXMplr0oVON4N4PYV575-gQ3aHPGgIVzDbwd3e_PTHn1ph_8tXJN-AXDq09PzBVfZxwJuQJaGC6nNT5JtGJTF1gEypLo5_BxYMIqY5vDX-m0G7x3wi-3epjp-r3L8/s200/DSCF0165.JPG" width="200" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhck3zJg66vD7V4CnrMFHGBk7RLr0ot0jOcj3jR2rGy3nbHfSCEA1KH6qxBtD3F_9EI-iZNIJwC8d7zOBau1iZJY_b9cWytduX3gbPP_-zaa0YcWZF3tuZXx_3bUUQu0StYW2HsZN5oWz-m/s1600/DSCF0105.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhck3zJg66vD7V4CnrMFHGBk7RLr0ot0jOcj3jR2rGy3nbHfSCEA1KH6qxBtD3F_9EI-iZNIJwC8d7zOBau1iZJY_b9cWytduX3gbPP_-zaa0YcWZF3tuZXx_3bUUQu0StYW2HsZN5oWz-m/s200/DSCF0105.JPG" width="200" /></a></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Kibera. </b>De Kibera he hablado mucho, pero es que <b>sin este lugar mi vida en Kenia se hubiese
quedado coja.</b> Kibera ha sido de las experiencias más gratificantes de mi
vida y sólo por ello siempre estaré eternamente agradecida a <i>O</i> y Marlene. A la primera por introducirme
en la vida de aquí, y a la segunda por darme la bienvenida a Kibera. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Este sábado volví. Cada
vez soy menos útil porque Marlene tiene una nueva cooperante que ha llegado de
México, Valeria, que se mueve como pez en el agua. Aún así, voy por añoranza, por pasar un
tiempo con los niños y por vencer al miedo. Y es que a Marlene también le han
robado, pero a ella a punta de pistola y de camino a su trabajo en el slam. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Marlene sigue yendo cada día a Kibera, sin miedo -o con temor disimulado- y con su inseparable sonrisa, así que yo también. Este sábado hemos bailado, tocado tambores, cantado y reído
guiados por Daniel, un músico local encantador experto en el trato con los
niños y en tocar los timbales. Ahí he notado que sí que voy a llorar, pero va a
ser cuando abandone Kibera y a los niños de los sábados, como a Ive. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Algo le pasa a Ive.</b> Su sonrisa se ha muerto y mira al suelo
constantemente. Estoy convencida de que le han hecho algo. No sé qué, ni quién,
pero algo le ha pasado. Así que no he podido evitarlo: le he acariciado, dado
besos, mimado y, con sólo esos gestos de cariño, Ive se ha pegado a mí como una lapa, agarrada a mi brazo
todo el tiempo y allí donde estuviera siempre estaba buscándome.<br />
<br />
En este día, mientras andaba trasteando con fuego para calentar los tambores -la tarea que me marcó Marlene-, llega ella diciendo con naturalidad que la policía acababa de matar a un ladrón. A este pobre desgraciado se le ocurrió robar, junto a un compinche, a un local en otra zona de Kibera. Pues no se pudo librar, porque la policía le siguió hasta la zona de la misión, le rodeo y le pegó cuatro tiros. Primero, uno en la pierna y, como no dejo de moverse y como tampoco soltaba la pistola que llevaba en la mano, siguieron los demás disparos hasta que murió. Según cuentan, si en vez de la policía, le atrapa un grupo de locales, su suerte y su vida hubiese terminado bajo un neumático de fuego. Y es que aquí al ladrón se le quema...La gracia es que no hay mayor ladrón en Kibera que los miembros de su Gobierno al completo, pero éstos en vez de neumáticos de fuego reciben mansiones. Para ser realista, la manera drástica que se tienen en Kenia de acabar con un ladrón, impacta, pero la verdad es que no se diferencia en mucho de España en la forma desequilibrada que tenemos de castigar a unos pobres desgraciados y de indultar a ricos miserables.¿No creen? </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por hoy lo dejo aquí. Seguro, narraré
más historias de nuestra vida en Kenia que se me quedan en el tintero. Julio
también tiene mucho que contar, porque él ha sufrido-exprimido cosas que yo no he
experimentado. Así que espero que, antes de que termine este viaje, se anime. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Hoy llevo 147 días en Kenia. Julio, 154 días.<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Hoy un beso a Asha que me ha arrancado de Torchwood para meterme en las
cosas que no conté de Kenia.</b></div>xxhttp://www.blogger.com/profile/07453102333519279485noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-300775713798394382012-04-04T22:42:00.001+03:002012-04-05T08:13:03.978+03:004 meses y 7 días en Kenia: la lluvia anuncia el otoño<div style="text-align: justify;">
<b>Cuando llegué a Nairobi se estaba terminando el invierno y ahora, a un mes de irnos, comienza el otoño</b>. La temperatura sigue cálida, pero la lluvia indica que cambia el tiempo. Hoy Julio le ha preguntado a un ascari- así se llaman los guardas de las casas- cuándo terminarán las lluvias, y el hombre con su inseparable sonrisa nos ha afirmado que hasta junio veremos el cielo llorando sin tregua.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La lluvia a Nairobi le sienta
bien porque asienta la tierra y su verde está más vivo, además, el aire se
respira limpio y fresco. Así que ni tan mal, por el momento, porque si vamos a
vivir todo el mes que nos queda aquí de lluvias, seguramente terminaremos
desesperados. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En fin. Sin avisar, con <b>las primeras lluvias ha llegado el preludio de las despedidas. </b>El lunes fue la primera, l<b>a de Cristina, la Enkerende</b>. Se va a
Alicante por un mes y cuando vuelva nosotros ya no estaremos aquí. Raúl y Cris
vinieron de Masai Mara en sus típicas visitas relámpagos antes de seguir camino
hacia España y en ese momento nos dimos cuenta de que ya no nos volveremos a ver. Se me
ocurre difícil pensar que no me encontraré otra vez con alguien que ha sido tan
importante para mí en Kenia. Nos hemos prometido un rencuentro, pero lo que no
sabemos es dónde será. Por suerte, Raúl viene sobre el veinte de abril, así que
con él si haremos un festejo de hasta luego. Ya está planeando llamar a los ‘safaris’
y montar algo en Mara. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAB9JgXU08ucXGv1EphkFI9kSwePqWMvdn61SJr4wkyWy14NxUizvH50qWUitYk0whvCAiPB8YOZ3F9MNtT430KHjgpC68qZxTCxUwT_zlDw3HQG_7tfP5O_YgHvANVOjc5qDVeVlbfxY/s1600/DSCF1824.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAB9JgXU08ucXGv1EphkFI9kSwePqWMvdn61SJr4wkyWy14NxUizvH50qWUitYk0whvCAiPB8YOZ3F9MNtT430KHjgpC68qZxTCxUwT_zlDw3HQG_7tfP5O_YgHvANVOjc5qDVeVlbfxY/s320/DSCF1824.JPG" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Les he hablado de Cristina unas cuantas veces: <b>la Enkerende,</b> la mujer que pisó Kenia en su viaje de novios y decidió que aquí iba a vivir, la organizadora invisible, mi especial hiena, una mujer con irónico humor, con un gran sentido de la hospitalidad, sin ñoñerías, con toques ácidos que agradeces, con un gusto impecable, elegante y moderado, con una bondad inteligente y, con todo eso, una mujer discreta. Esa es mi amiga Cristina, la Enkerende.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i>A </i>ha
estado en casa por dos semanas</b> porque comienza el principio del fin del
proyecto de Julio. Ella fue la segunda persona que conocí cuando llegué a
Nairobi. En nuestro primer encuentro venía a elegir oficina y, en este otro,
regresaba para inaugurarla. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEho80kvnPisJKlKRto3UdN39T_O5epe1IGYpDI1n4o61cWtlovZ8aVSyQmqjIBkc60Nyex6zOLoqK3lGU3RW_V8p9eWMOwKhtop0JQjPWHJjrwJUnLkhW17ub5R6YrL5xC_1TWhXzD4htmD/s1600/DSCF2046.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEho80kvnPisJKlKRto3UdN39T_O5epe1IGYpDI1n4o61cWtlovZ8aVSyQmqjIBkc60Nyex6zOLoqK3lGU3RW_V8p9eWMOwKhtop0JQjPWHJjrwJUnLkhW17ub5R6YrL5xC_1TWhXzD4htmD/s320/DSCF2046.JPG" width="320" /></a><b>A <i>A</i> le llevé a Kibera con Marlene.</b> Fuimos por uno de los caminos metidos en el slam.
Uno de esos que muestran el corazón de la barriada: pequeño, con las casas
chatarras juntas, con un desaguadero abierto entre ellas, con gallinas por el
medio, con basura por todos lados, con un olor profundo pero no agradable, y
con los pequeños How are you?. Cuando llegamos a la Misión sin darme la vuelta
le pregunté que qué le había parecido el paseo. No me respondió y cuando le
miré, le vi llorando. Eso me hizo pensar: ¿Por qué yo no lloré cuando visité por primera vez Kibera? <b>Hoy nos hemos
despedido de <i>A</i>, pero sabemos que el adiós
es cortito porque la veremos en Barcelona. </b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por el momento se pausan las despedidas,
pero estas dos, sobre todo la de Cristina, suponen el preámbulo de lo que se
avecina y, la verdad, aunque estamos cansados y añoramos muchísimo nuestras
tierras y nuestras gentes, me estoy haciendo una idea de lo que supondrá. Y es
que Kenia no está a la vuelta de la esquina y esta gente, nuestra gente de
Kenia, se queda en la tierra roja. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Noto que me estoy luciendo de
melancolía. En fin, para cambiar de tema les contaré que en estos días, tras mi
suceso Nairrobi, se ha ido apaciguando el miedo con la compañía de ‘los safaris’.
Y es que se están convirtiendo en nuestros amigos incondicionales que siempre
cuentan con nosotros. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Naivasha con 'los safaris', para reconciliarme con Kenia</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Al fin de semana siguiente del
robo nos invitaron a ir con ellos a Naivasha para recogernos en una casa cerca
del lago. Nos pasamos los dos días en un mini paraíso exclusivo para nosotros, comiendo,
jugando a las cartas, al domino- por cierto, Tony y yo somos la pareja invencible-
oyendo música y charlando. También hice un paseo a caballo con Julio y Asha, que prácticamente me obligó a ir y se lo agradezco porque me encantó volver a montar a
caballo –no lo hacía desde la Universidad-, y visitamos las granjas de flores. <br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSMdz7grAw1UG2UnsyTXh6K51Irq7B_4UQQUGJcGSwF4QnsywSYjwUpsc9uEtHtNhRMjNyw0LzUDHSQMzhKDNwQDYvMqb7oQwYLFwyADn0fRHS97U50hm4xhvTllD6AqlZwP0pSYbb0nnp/s1600/naivasha.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="192" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSMdz7grAw1UG2UnsyTXh6K51Irq7B_4UQQUGJcGSwF4QnsywSYjwUpsc9uEtHtNhRMjNyw0LzUDHSQMzhKDNwQDYvMqb7oQwYLFwyADn0fRHS97U50hm4xhvTllD6AqlZwP0pSYbb0nnp/s640/naivasha.jpg" width="640" /></a></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<b>La casa de Naivasha supuso para
mí una reconciliación con Kenia tras el robo.</b> Es un lugar mágico creado por
diversas generaciones de ingleses, cuyo aire familiar impregnaba cada rincón de
un hogar que bien podría formar parte de alguna novela de Isabel Allende. Hasta
tiene un libro en el que cuentan año tras año la vida de la casa y el devenir
de la familia que creció en ella. El primer día que llegamos, Asha leía cómo se
construyó mientras los demás andábamos repantigados en los antiguos sillones.
Yo me acomodé en los bancos de la ventana que mostraban la imagen del Lago
Naivasha. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>A la vuelta, tras hacer una visita a los rosados flamencos de Kenia, nos volvimos a topar
con la otra moneda del país:</b> los espectaculares accidentes de la carretera. La
de Naivasha me da especial miedo, y más de noche, porque nunca sabes cuándo un
coche va a ir directo hacia ti. Son dos carriles con dos direcciones y los keniatas
sienten un especial cariño a adelantar sin saber cómo. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJEs3srn-9AvGl9mIie-cYTskRh3zOn1bFVpAABXKubF6bGg5WgxOBgpdvBlyaIofI35WcDxtzfpfek9rD11iFUrtfZLNn2W_JltzGY7XPc0BwFW6WKOO3t41i8AoGO1AsW2EnXYnC7EPs/s1600/901.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJEs3srn-9AvGl9mIie-cYTskRh3zOn1bFVpAABXKubF6bGg5WgxOBgpdvBlyaIofI35WcDxtzfpfek9rD11iFUrtfZLNn2W_JltzGY7XPc0BwFW6WKOO3t41i8AoGO1AsW2EnXYnC7EPs/s640/901.jpg" width="640" /></a></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Con ‘los safaris’ vamos seguros y
tranquilos porque el sentido común impera al volante, pero eso no impide que
nos topemos de golpe con <b>accidentes impresionantes como el que presenciamos en
la vuelta hacia Nairobi. </b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En esta ocasión, el conductor de un autobús lleno de gente hizo un movimiento brusco sin sentido y sin riesgo de antemano
que obligó el vuelo del vehículo hasta que cayó de un costado. Julio, Tony y
Jony se bajaron de los coches y las mujeres nos quedamos dentro por si con el barullo nos mangaban las propiedades. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Muchísima gente acudía al autobús
y mientras unos ayudaban a la gente atrapada, otros les robaban las
pertenencias. La verdad, el fotograma no es fácil de entender: un coche de policía
se paró justo delante de nosotros, el conductor se bajó, no se movió del sitio
y con la misma se fue dejándonos atónitos; el cobrador del autobús pedía ayuda a gritos
reconociendo que el conductor estaba borracho y Jonny sacó a un niño por una ventana mientras se manchaba de sangre, algo que nos puso nerviosos a todos. El resto del
trayecto lo hicimos más prudentes, si cabe, y con cierto sabor agridulce. Ahí
volvió mi sensación de que vivir en Nairobi no es fácil, nada fácil. Cuando llego a esta conclusión enseguida me viene a la
mente la vida de Asha y Tony, que llevan más de una década aquí.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los días han pasado desde el fin
de semana de Naivasha y nosotros, con la compañía y los planes de ‘los safaris’,
seguimos disfrutando de lo bueno del país: gente interesante, muy interesante, bailes
sensuales, buen humor, sonrisas
abiertas, historias emotivas, lazos de amistad, vivencias únicas y una gran y desbordante
sensación de estar exprimiendo la vida. Eso
es lo que tiene la intensidad: dos caras. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Me equivoqué en el otro post. <b>En
realidad llevó 4 meses y 7 días en Kenia. Julio, 4 meses y 14 días. </b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Hoy mi beso va para <i>A </i>y, por supuesto, para
Cristina ‘La Enkerende’. Buen viaje y hasta pronto.</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuvLzlENHm2AGHCXdzEMsc95p2vH9DHOXmztKCGBJExZD9HsYUJATo2R7EQsGYqRfTXx7ZH2xsSKXYPUwWizFAWZGhyleqrNEYc7oJrrXp2UxrjIw4k-ho5L3hYCOHaRZn62f23AbBl98C/s1600/902.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="162" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuvLzlENHm2AGHCXdzEMsc95p2vH9DHOXmztKCGBJExZD9HsYUJATo2R7EQsGYqRfTXx7ZH2xsSKXYPUwWizFAWZGhyleqrNEYc7oJrrXp2UxrjIw4k-ho5L3hYCOHaRZn62f23AbBl98C/s640/902.jpg" width="640" /></a></div>
<br /></div>xxhttp://www.blogger.com/profile/07453102333519279485noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-8625869346652529872012-03-23T12:02:00.002+03:002012-04-04T19:58:24.749+03:00123 días en Kenia: NAIRROBI<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://fbcdn-sphotos-a.akamaihd.net/hphotos-ak-ash4/p480x480/303348_10150701271483970_526028969_9752479_1898447716_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://fbcdn-sphotos-a.akamaihd.net/hphotos-ak-ash4/p480x480/303348_10150701271483970_526028969_9752479_1898447716_n.jpg" width="300" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Un buen día en Kibera</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No me he equivocado al escribir
el nombre de la capital de Kenia. <b>Es que así la llaman los expatriados: Nairrobi</b>, porque
cuanto más tiempo pases aquí más probabilidades tienes para que te roben. Desde
que llegamos oímos muchas historias sobre los ataques y robos de Nairobi, pero, afortunadamente, nos íbamos librando de ser uno de los protagonistas de esas
historias. Unas son de chistes: vas en el coche, hablando por teléfono, con la
ventanilla un poco bajada y, de repente, te encuentras charlando con tu mano. Otras, acojonan más: te
sacan cuchillos, o te rajan el bolso, del lado que esté, eso no importa, y… algunas ni las cuento. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Todos los que llevan tiempo aquí han vivido alguna que otra de estas experiencias. Eso te hace pensar porque en
cualquier ciudad te pueden robar, en Madrid, en Barcelona, en Las Palmas de
Gran Canaria… pero en estas ciudades, que te roben es como una lotería, te ha
tocado porque tenías el boleto. En Nairobi, eres una diana porque eres blanco. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En fin.<b> El sábado por la noche
fui diana y blanco.</b> Intentaré contarlo sin drama, tampoco lo hay. Simplemente
fue un robo…doble. Más por mi estupidez que por la habilidad de los granujas. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhi2y1ftJ0_MMDQhcyIA9lEhbYszOI6qG-ytm59Fpym298FQ75G_sI4T2kb0Mx7aWy2zrhrOv5F9aVC4N3QgKEf3iNouhyphenhyphentJ_p2sI_ai4_GtrRVxMkPmaV6eg0DhM1Szdam4osYEQtloLY/s1600/1+DSCF1832.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhi2y1ftJ0_MMDQhcyIA9lEhbYszOI6qG-ytm59Fpym298FQ75G_sI4T2kb0Mx7aWy2zrhrOv5F9aVC4N3QgKEf3iNouhyphenhyphentJ_p2sI_ai4_GtrRVxMkPmaV6eg0DhM1Szdam4osYEQtloLY/s320/1+DSCF1832.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Parte de 'Los Safaris'</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿Se acuerdan de nuestros nuevos
amigos? los <i><b>‘safaris’</b></i>. Pues nos llamarón para ir a cenar y tomar algo por ahí
el sábado por la noche. Pues guapos que vamos porque lo pasamos estupendo con
ellos. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Casi siempre se va a todos
los lados en coche, y más por la noche, porque un blanco que se precie no iría ni
loco caminando por Nairobi de noche. Bueno, pues después de cenar en un tailandés,
de ir a un local de indios a tomar algo y de cambiar a otro que está más de
moda, ‘el Gypsy’, localizado en Westlands- una zona de bien con mucho muzungu
por los alrededores- decidimos volver a mudarnos de sitio. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Como hay tanto coche, yo me fui
de copiloto con Oscar y Julio con Stefan. Cogimos el coche y Julio me llamó
para decirme que se habían parado en una gasolinera… Una que estaba justo
enfrente de nosotros. Ahí me quedé hablando con mi mano… Me arrancaron el móvil
por una rendija de la ventanilla. Desde que dije, <i>‘¡Ay! el cabrón se ha llevado el móvil’</i>, Oscar, con el coche
encendido, se bajó inmediatamente para ir por él. Grave error. Yo me bajé
también… peor error. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Lo siguiente fue muy rápido. Oscar y el manga móvil en la
acera de enfrente, uno contra otro, como si de jugadores de Rugby se
trataran, tanteándose, tambaleándose a un lado y al otro, sin tocarse. Yo, junto al coche,
gritando e indicando: ‘es ese,… es ese’, frente a cinco o seis tíos que me
rodeaban…. Creo que en esos momentos me preguntaba, '<i>¿pero, por qué coño me rodean estos tíos si el ladrón está en el otro
lado?’ <o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¡Madre mía!, cómo se puede ser
tan tonta. Lo siguiente fue un manotazo de tres pares de narices en la cara que
me tiró de bruces al suelo, lugar y momento oportuno para arrancarme el bolso. Me
levanté de golpe para ir hacia el coche mientras mi particular grupo de
delincuentes corrían y se peleaban por mi bolso. Y es que faltaba el tercer pillaje,
el coche, con llaves en contacto y encendido. Bueno, pues con éste no pudieron porque antes
de que un tío se subiese al coche, arranqué las llaves del contacto.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y ahí nos quedamos. Oscar en la
acera de enfrente, viendo como una pandilla de adolescentes corrían y se despellejaban
por el mini botín, y yo, sentada en una piedra, junto al coche, agarrada con
una mano a un colgante de un exbolso y con la otra, a unas llaves de coche.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Tengo que decir que mucha gente
se paró para preguntar, ‘después’, si necesitaba ayuda y si llamaban a la policía.
Les dije que no, ¡Madre mía!, la policía no, por Dios. A los dos minutos
llegaron Julio y todos los demás, siete personas nada más y nada menos. Me
abracé a él y por consejo de los amigos nos esfumamos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnGe6zaS9wei2FOIk65Z3u-vE5uo7oAETYIBdjWSoSF4HSv31iD7nXwUcZENmsghyphenhyphenPUu9Acd6fuVMDRHgAavnmEBx5GN75lq4U6J_ZGrBSQPWLGb0DLWd52UGlcEkp7aVH_t9kiJWo_PE/s1600/3DSCF1943.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnGe6zaS9wei2FOIk65Z3u-vE5uo7oAETYIBdjWSoSF4HSv31iD7nXwUcZENmsghyphenhyphenPUu9Acd6fuVMDRHgAavnmEBx5GN75lq4U6J_ZGrBSQPWLGb0DLWd52UGlcEkp7aVH_t9kiJWo_PE/s400/3DSCF1943.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El día de la barbacoa de puros</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El resto de la noche la pasamos
entre conversación y conversación conociendo los robos que vivieron nuestros
amigos en Nairrobi. Llegamos a casa y
Julio me mimó, me dio una sopita y me arropó. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y, así es como fui bautizada en
Nairrobi. Ahora intento que se me pase el miedo para seguir disfrutando de
Kenia. Además, es fácil porque de todos y cada uno de los amigos que hemos
hecho aquí he recibido cariños y mimos.
No sé si aprovecharme un poquito ¡eh!</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Consejos para los visitantes de
Nairrobi:</b> No correr detrás de un móvil que te traiciona y se va con otra mano;
no llevar en el bolso el DNI aunque sea lo más razonable; no llevar recuerdos
tontos a los que tienes cariño, como por ejemplo: un llavero viajero de muchos
sitios a dónde has ido, un espejo de París, una carterita de Estambul con 2.000 KES (20 euros), dos
gafas de sol muy caras y tu brillo de
labios preferido. Total si nunca te acuerdas de ponértelo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Hoy llevo tres 123 días en Kenia. Julio, 130.</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pd: La pasada noche, para montar
el caballo tras la caída, me he ido al
cumpleaños de Asha solita.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
PD: Las fotos de hoy divertidas
para desdramatizar el tema. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Besos, abrazos y sonrisas a todos
</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>xxhttp://www.blogger.com/profile/07453102333519279485noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-34952266611291576902012-03-15T18:49:00.000+03:002012-03-16T07:49:09.922+03:00115 Días en Kenia: La historia de Lilian Achieng<b style="text-align: justify;">Conrado Espi, Jorge de Mingo, Loli Viadel, Mapi Placido, Mavi Naranjo, Patricia Parra, Pino Suárez, Virginia Torres y Virginia Sánchez, gracias de corazón por estar tan cerca, por
escucharnos y por sentir desde tan lejos</b><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX">Hoy no voy a contar ninguna de nuestras batallitas en Kenia. Hoy voy a cumplir con una deuda pendiente que tengo con nuestros amigos. <b>La historia de Lilian Achieng</b>. Comienzo desde el principio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://photos-b.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc7/430414_10151213199900162_541475161_22874660_1465271703_a.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="150" src="http://photos-b.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc7/430414_10151213199900162_541475161_22874660_1465271703_a.jpg" width="200" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX">Algunos de ustedes, los que nos siguen por nuestro
cuaderno de viajes, ya conocerán a <b>Marlene</b>,
la mexicana que trabaja en el </span><i><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; color: #333333;"><b>“</b></span></i><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; color: #333333;"><b>Integral
Human Developmet Department” de la Catholic Church- Kibera</b>. Nos la presentaron
en nuestros días aquí, y a raíz de ese encuentro comencé a ir los sábados por la
mañana a colaborar con uno de sus proyectos. Mi ‘ayuda’ es una labor muy
gratificante porque simplemente me dedico a entretener con pinturas, dibujos y
manualidades a unos cuantos niños de Kibera que acuden a la misión integrados
en un programa de nutrición. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; color: #333333;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; color: #333333;">Voy al
tema. En nuestros paseos a Kibera, y tras la jornada de manualidades, Marlene cuenta
historias y pequeños extractos de la gente que vive en el slam. Suelen ser vivencias
muy duras, pero entre ellas aparece
alguna impregnada de espíritu de supervivencia y de determinación. Así que,
aunque la vida en Kibera es inimaginable para muchos, también está formada por
gente fuerte y con iniciativa. Uno de esos casos podría ser el primo y tutor de
Lilian, <b>Gilbert</b>. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; color: #333333;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://a5.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-ash4/s320x320/402168_354003557953755_348584638495647_1205513_1391533297_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="http://a5.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-ash4/s320x320/402168_354003557953755_348584638495647_1205513_1391533297_n.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; color: #333333;">Un día,
tomando un café con algunos amigos, Marlene nos contó <b>el caso de Lilian.</b> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; color: #333333;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; color: #333333;"><b>Gilbert</b>,
como muchos otros de Kibera, apareció en la Misión porque necesitaba ayuda. Es una
práctica muy común en el slam, ya que día a día pasan mujeres, hombres y niños
pidiendo cualquier cosa: trabajo, dinero, comida, atención médica. Marlene está
acostumbrada, lleva tiempo trabajando en Kibera y ha conseguido detectar cuándo
realmente hay que prestarles atención y cuándo simplemente piden sin intención
de hacer algo por mejorar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; color: #333333;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; color: #333333;">Pues,
como decía: <b>Gilbert fue a la misión como muchos otros, pero con una diferencia,
fue con dinero ahorrado y con un motivo justificado</b>. Es el primo y tutor de <b>Lilian</b>, una adolescente de
quince años, huérfana y con SIDA. No sé sabe si desde su nacimiento o si se contagió
más tarde, pero es algo que nunca se conocerá porque en Kibera de eso no se
habla ni se pregunta, se acepta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; color: #333333;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; color: #333333;">En fin, para
más ironía de la vida, <b>Lilian Achieng enfermó de fiberadenoma de mama</b>, se trata
de un tumor benigno localizado en el pecho que suele desarrollarse más en
mujeres de raza negra a edad temprana. No es una enfermedad peligrosa si se
trata. Pero, Lilian ya llevaba dos años con el tumor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; color: #333333;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; color: #333333;">Gilbert acudió
a Marlene con esta historia, con </span><span lang="ES-MX">16,000 Ksh (160 euros) ahorrados y con un plan detallado sobre lo que
necesitaba para ser operada por un médico que finalmente bajaba el
precio de la operación de 100.000 Ksh (Mil euros) a 80.000 Ksh (800 euros). </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX">Marlene
le escuchó, y simplemente por tener dinero ahorrado, algo impensable en Kibera,
también le atendió. Ahí entramos nosotros. <b>Marlene contó esta historia a unos
cuantos amigos y espontáneamente, por nuestra cuenta, decidimos probar a ver si
con la ayuda de nuestros propios amigos podíamos recolectar el dinero que hacía
falta. </b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><b><br /></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La historia tiene final feliz
porque se consiguió. Marlene y yo fuimos al hospital con Gilbert y Lilian para hablar
con el médico. Se le pagó lo acordado y se buscó día de intervención. <b><span lang="ES-MX">Lilian fue operada el 5 de Marzo</span></b><span lang="ES-MX">. La intervención se complicó porque el tumor
se extendió al otro pecho, con lo que la cirugía fue más compleja y también más
costosa. También estuvo tres días de reposo en el hospital. Los imprevistos elevó
la cuenta a 240,000 ksh, aproximadamente 2.400 Euros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX">Sin embargo, al final, entre la Misión, amigos
de expatriados, y familiares, amigos y otros conocidos de Gilbert, se consiguió pagar
al hospital, al médico y el tratamiento, y <b>ahora, Lilian está en casa
reposando. </b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX">Les traslado las palabras de Marlene que
siempre nos tuvo al día de cada paso que se daba en este tema: <i>“El sábado pasado, 10 de Marzo, fui a
visitarla a su casa, aquí en kibera y, aunque es tímida y no pude sacarle muchas
palabras, se mostró muy agradecida con una sonrisa que le marcaba un especial
brillo en su carita”.</i> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-MX"><b>“Seguro que la mayoría
que coopero para esta causa no espera un agradecimiento, pero les digo que
Lilian se los agradece de corazón, se agradece el don del desprendimiento, el
don de la caridad y el poder que existe en cada uno de nosotros para hacer un
cambio significativo en una persona tan joven en este caso”.</b><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-MX"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-MX">“De parte de la
comunidad de Kibera, de la parroquia donde se trabaja y principalmente de
Lilian, se les agradece infinitamente su apoyo”.</span><o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-MX"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX">La historia
termina aquí y con la intención de Lilian: <i>"quiero seguir en la escuela
para poder ayudar a niñas como yo, así como a mí me han ayudado", </i>por lo visto es lo que dijo tras la
operación. En fin, eso ya se verá y en esta ocasión sólo depende de ella. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El caso es que nos queda a
nosotros, a Julio y a mí, agradecer a nuestros amigos la ayuda totalmente
desinteresada. Así que: </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: large;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: large;">Conrado, Jorge
de Mingo, Loli Viadel, Mapi Placido, Mavi Naranjo, Patricia Parra, Pino Suárez, Virginia Torres y Virginia
Sánchez, gracias de corazón por estar tan cerca, por escucharnos y por sentir
desde tan lejos. </span><o:p></o:p></b></div>xxhttp://www.blogger.com/profile/07453102333519279485noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-80262260554654087822012-03-13T21:48:00.003+03:002012-03-13T22:04:15.545+03:00113 días en Kenia: Los autoestopistas y las charlas universales<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEik0NLYRolWxZjPdR1nfRKlHs6VQj3G4oNwOHR8v-hSO9pLItU1DbcY49LyIL_wFocK1jzxaQbJsdJuriIZLhp7vY36UWTSdu4_1AJdh4bPcJJAaKaLaZ6PuoDpy9wxvuD4R9M6GM2htk0/s1600/1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEik0NLYRolWxZjPdR1nfRKlHs6VQj3G4oNwOHR8v-hSO9pLItU1DbcY49LyIL_wFocK1jzxaQbJsdJuriIZLhp7vY36UWTSdu4_1AJdh4bPcJJAaKaLaZ6PuoDpy9wxvuD4R9M6GM2htk0/s320/1.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Pretendía escribir un post cuando cumpliese los 100 días, también pretendía que Julio escribiese su post con sus 100 días. Pero ni una cosa, ni la otra. El trabajo se acumula, Julio cada vez está más liado y yo, entre fallos de internet diarios, cortes de luz, también diarios, idas y venidas, y alguna flojera de mollera, pues tampoco pude o… no quise. Pero, la vida en Kenia continúa.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La primera cosa que les comento antes
de que se me olvide. Muchos ya saben la historia porque les mandé un correo espontáneo pidiendo colaboración. <b>Se trata de Lilian, una niña de Kibera </b>que necesitaba
con urgencia una operación porque sufría de fiberadenoma de mama. Marlene me
contó su historia y me involucré, involucré a Julio e involucré a todo el que
conocía. El resorte que nos hizo movernos fue que, por norma, es prácticamente
imposible que alguien de Kibera consiga ahorrar. Pues bien, el tío de Lilian
buscó ayuda y dinero, demostrando que él por su cuenta ya había obtenido una
pequeña parte de lo que necesitaba para operarse. Lilian se operó. En breve contaré todo lo que sé de esta
historia, sobre todo, porque los amigos que aportaron, por poco que
fuese, merecen saber dónde fue a parar la ayuda que prestaron. A todos, gracias
por sentir, compadecerse y aportar desde tan lejos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlpKpexVkMstnvnEKH5CdaOKK77clZ8_Nt8LTlwLWFC5GqWv7opGkZcMJtjfFxoCTcGV4pTf8Ys-kKVa7FlCMxRyIJ_Q4Mrhfist8cQrNEFUkklB3MhyzVpy7IGq-dZJ4sIhvbKM_5Jg4/s1600/todos.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlpKpexVkMstnvnEKH5CdaOKK77clZ8_Nt8LTlwLWFC5GqWv7opGkZcMJtjfFxoCTcGV4pTf8Ys-kKVa7FlCMxRyIJ_Q4Mrhfist8cQrNEFUkklB3MhyzVpy7IGq-dZJ4sIhvbKM_5Jg4/s1600/todos.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Cambiando de tema 180 grados.
Vamos a los autoestopistas,</b> que resulta que somos nosotros. Es el apodo que nos
han puesto nuestros nuevos amigos en Nairobi (ahora que caigo, seguro que me
equivoco a la hora de poner los nombres). En fin, ahí van: <b>Tony y Asha, Delfín
y Stefan, Alegría</b> –en realidad es otro nombre mucho más bonito, pero significa
alegría- <b>Jonny, Oliver</b>, el peque de Jony y Alegría de menos de un año-, <b>Oscar, Virginia y Javier ‘El del Lujo</b>’. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Haciendo autostop hacia el Masia Mara</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los conocimos de repente y de
casualidad, como suelen suceder con los mejores encuentros. Resulta que llevábamos unas semanas de infarto
en casa. No paraba de llegar gente, Julio trabajaba hasta las tantas de la
noche y yo sufría una crisis de improcedencia. En esto que los <b>enkerendes </b>nos
convencen para irnos un fin de semana relámpago a Masai Mara. Raúl nos comentó
que un grupo iba al camp y que podríamos aprovechar para ir en coche con ellos.
Pues nos apuntamos, y fue lo mejor que pudimos hacer: <b>ese viaje con esos
desconocidos. </b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Desde el segundo uno que nos subimos al coche, con una capacidad innata, nos
trasportaron a España. Delfín es
francesa y Estefan alemán-etíope, pero el calor, el cachondeo, la sorna y la gracia española se traspiraba por todo el
4x4 que trasportaba a Tony y Javi. El resto de amigos nombrados llegaban a Masai por la tarde en avión.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRfd0GHYUVOJ0efmbgTWRdsQtwXBf9SsxUpj2E7uSPuCmqxVL9s7EMdi36ZRlMjMddTcojVawc8axo4thFxnkThC5jPhKTwf7bcawy63hX9VzAxM4wyq9pEaZoAD35zixS42sAtaF7NAA/s1600/enkerende+3.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRfd0GHYUVOJ0efmbgTWRdsQtwXBf9SsxUpj2E7uSPuCmqxVL9s7EMdi36ZRlMjMddTcojVawc8axo4thFxnkThC5jPhKTwf7bcawy63hX9VzAxM4wyq9pEaZoAD35zixS42sAtaF7NAA/s200/enkerende+3.jpg" width="200" /></a>En un segundo nos acogieron, nos hicieron cómplices de sus cachondeos y
compartieron todo lo que tenían con nosotros. Sobre todo cerveza. Por respeto a
la intimidad de nuestros nuevos amigos no voy a contar cómo trascurrió todo el trayecto, pero
les puedo asegurar que fue el más divertido que hemos vivido en Nairobi, hasta
podría decir que se hizo corto, a pesar de las tantas paradas inevitables
obligadas por la vejiga, las otras pocas para comprar cervezas, aquella para
recoger unas gafas de sol, y otra para socorrer a uno de los viajeros cuya
nariz acarició de golpe una piedra. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Masai Mara estaba más bonito, si
cabe, que la última vez.</b> Los masais seguían aparentando esa visión tan
tranquila y ancestral, y a los enkerendes los encontramos como el último día,
estupendos y hospitalarios. Fueron días de tormentas, algo
que embelleció el paisaje más todavía, fueron días de juegos de cartas, de
charlas y charlas, de competición al futbolín, de bailes de victorias -los míos-
de pesca -los de Tony, Javi, Jonny y Stefan- fueron días de descanso. Pasamos
casi tres días juntos, conociéndonos y gustándonos. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-7YQJpUjSFdZIKxvKufCPF5llaVbjAWy2iPT3cw4bfsQA6W7ZBJVfktMfA2RbVaTlBfS1FYhS4wWhchoECyk61iR4JslE-MYlSTGO1OUhZ9a8CwaDVhhdVe3x8rvCafcCp6RQ40TBZig/s1600/pesca+4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-7YQJpUjSFdZIKxvKufCPF5llaVbjAWy2iPT3cw4bfsQA6W7ZBJVfktMfA2RbVaTlBfS1FYhS4wWhchoECyk61iR4JslE-MYlSTGO1OUhZ9a8CwaDVhhdVe3x8rvCafcCp6RQ40TBZig/s400/pesca+4.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Este grupo nos han puesto
el nombre de los autoestopistas, por eso de que nos recogieron en la carretera y
como autoestopistas nos han acogido. Me gusta, me hace gracia. Yo les digo que
cuidado, que somos filántropos ocultos viajando por el mundo porque
experimentamos con el comportamiento de la humanidad…</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<span style="text-align: justify;">El domingo, ellos se fueron en
coche y nosotros, después de disfrutar de más charlas con los enkerendes, de
comernos el pescado que pilló Stefan y de beber el vino con el que les
obsequió, tras vivir un terrible, angustioso, frenético Rally (así lo experimenté
yo, en cambio, Julio se lo pasó pipa) por la sabana de Masai conducido por
Raúl- nos fuimos en la avioneta que casi no espera por nosotros (de ahí las
prisas).</span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Descubrir la inmensa llanura del
Masai Mara desde el cielo fue una de las experiencias más increíbles que he
vivido en mi vida.</b> Y, ahí, con los ojos húmedos de emoción, cogida fuertemente
de la mano de Julio y observando la sabana, me sentí inmensamente afortunada. Otra
de las increíbles experiencias fue el Rally de Raúl, pero esa no la quiero
repetir. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_0FOJM3UDt7Yip2pLluEFm5qjBxKamGQEVGRlQWp2LxkxRK5hGWIvtVI9-rRt56PBwr6yriDbNkGGbKUmc6F9RCCc5P0znSWIJpIYD5LmVH85DOWjeA47vUVkFM_P6xIuWj7CM0ICea8/s1600/espaldas+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_0FOJM3UDt7Yip2pLluEFm5qjBxKamGQEVGRlQWp2LxkxRK5hGWIvtVI9-rRt56PBwr6yriDbNkGGbKUmc6F9RCCc5P0znSWIJpIYD5LmVH85DOWjeA47vUVkFM_P6xIuWj7CM0ICea8/s320/espaldas+2.jpg" width="320" /></a>En fin, me dejo muchísimas cosas
en el tintero, y es que hay recuerdos que deben quedarse en la memoria de cada
uno. El caso es que los ‘safaris’, que así voy a denominar al especial grupo de
gente que hemos conocido, nos llamaron para que fuésemos el siguiente fin de
semana a una barbacoa muy peculiar. Esa es otra historia que ya les contaré -en la que conocimos a <b>Virginia</b>-, también,
con el tiempo, les hablaré de cada uno de ellos, tal y como yo los veo. Lo que
les adelanto es que con los ‘safaris’ vivimos la primera gran juerga de Nairobi, y
eso que simplemente nos pasamos el día y la noche hablando de temas
universales. En esa jornada también
conocimos al hombre de los elefantes. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El día de los autostopistas me
recordó a aquel en que conocí a Eva, también por casualidad. Ahora no me puedo
imaginar haber vivido en Madrid sin Eva. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Llevó 108 días en Kenia. Julio, 115.</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hace poco me enteré que mi tía
Manieve descubrió el blog. No les
conté nada de esta especie de cuaderno de viajes a mis tíos por pereza, vergüenza o algo así. Pero, en fin, ya lo
conoce. Ella dice que fue por casualidad, buscándome en la Red. Ummmm… No sé
yo. El caso es que ya me hizo una corrección y es que Madrid es masculino y yo l@ afemino. Mi tía es científica y no entiende que yo a Madrid la imagino mujer. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Hoy un beso a mis tíos, mis
protectores, y otro a mi tía Rosa, que siempre tiene tiempo para escribirme
unas palabras. </b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>De parte de Julio, un beso a
los que no le escriben y muchos a los que le escriben. </b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pd: Sigo yendo los sábados a
Kibera.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pd: Tuve la oportunidad de escribir sobre otro sitio de Nairobi para TalentyArt. Para quién le interese: <a href="http://www.talentyart.com/reportajes/go-down-el-primer-centro-artistico-del-este-africano" target="_blank">Go Down, el primer centro artístico del este africano</a></div>xxhttp://www.blogger.com/profile/07453102333519279485noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-23364468968803310582012-02-26T11:17:00.002+03:002012-03-09T13:15:41.762+03:0092 días en Nairobi: los niños de los sábados de Kibera<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Comencemos primero por las correcciones,</b>
y es que resulta que entre los míos aquí en Nairobi ya me estoy formando una chistosa
fama porque o cuento algunas historias con alguna pincelada novelesca –yo
digo que es mi visión- o me invento los nombres de los sitios –como por ejemplo,
al centro comercial Junction lo he bautizado Jackson. En fin, que la Misión de
Guadalupe tampoco se llama de tal manera –pero es que me gusta-. En realidad,
se denomina <b>Catholic Church- Kibera</b>, que son unos misioneros de Guadalupe, ubicados en Kibera. ¿Mejor, Marlene?</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Eso sí, las historias que cuento
son mías, así las interiorizo, las observo o las vivo, y así las interpreto. Ahí
tranquilos. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://a5.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc7/421266_10151286124775162_541475161_23094010_63713293_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://a5.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc7/421266_10151286124775162_541475161_23094010_63713293_n.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Una de estas historias es mi
experiencia con los niños de los sábados de Kibera. <b>Ir los sábados por la
mañana a Kibera se está convirtiendo en una costumbre que me encanta.</b> No he ido
muchos, pero cada uno de ellos vale la pena sólo por la experiencia que
comparto con Marlene y con los niños del slam. Así que, el sexto
día de la semana me despierto a las siete de la mañana, me quito mis anillos –los
dos proceden de los dos grandes hombres de mi vida- me visto con lo que más
antojo me da para ensuciarme bien y me doy un pequeño paseo hasta el Prestidge,
donde quedo con Marlene para desayunar y después dirigirnos al slam que está
justo a unas pocas calles detrás. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Estos pasos ya son un ritual, alguna
vez nos acompañan un par de amigos; otra, vamos con Xochitl, tras su vuelta a Nairobi
de algún lugar de Kenia. La mayoría de las veces marchamos por una calle
principal –la que describí- y en otra ocasión fuimos por un lateral, por
callejuelas pequeñitas, por el mismo corazón de Kibera, que muestra con más
exactitud cómo está hecha esta mini-ciudad incrustada en Nairobi. El caso es
que no puedo indicar con precisión por dónde voy, porque para mí es
prácticamente imposible diferenciar las calles del inmenso laberinto de
chatarra que es Kibera. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>La labor de Marlene<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://a6.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc6/255690_10150619721140162_541475161_19218233_1404756_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://a6.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc6/255690_10150619721140162_541475161_19218233_1404756_n.jpg" width="240" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Marlene lleva a cabo diferentes
programas de desarrollo en la misión: <b><i>“Integral Human Developmet Department”</i></b>.
Intenta proporcionar una pequeña formación a las mujeres para que
tengan la posibilidad de desarrollar una profesión que les sustente. No es una
tarea fácil porque la gente de Kibera, en general, no piensa en el futuro, sólo
en la subsistencia del presente, por lo que la intención y la determinación de
desarrollar algo a largo plazo no suele entrar en su cabeza. Aún así, Marlene
consigue sus logros. Los proyectos que lleva a cabo en mi tiempo aquí y que yo
conozco son: talleres de informática, talleres de costura y el programa de
nutrición de los sábados para los niños.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Con todos tiene sus dificultades.
Por ejemplo, creo que con el de informática le costaba encontrar un constante profesor
local, aunque veo que ya marcha viento en popa.
El de costura, pues es difícil llevarlo
a cabo. Este profesor es serio y firme, pero las mujeres no tanto y además, a
esto añádele que cada dos por tres se esfuma la electricidad. Así que las
viejas máquinas de costura, todas dispuestas en una impecable hilera, se quedan
ahí quietitas. El taller es interesante por cómo se ha planteado: se ofrece todas
las mañanas del mes clases de costura a las mujeres de Kibera por 400 Khs (unos 4 euros) –se les
cobra para que valoren la tarea- y cuando consiguen aprender y si siguen en el
taller, se les paga por su trabajo. El tiempo que pasan en el taller hacen
bolsos, toallas, carteras, o cuantos experimentos se le ocurra a Marlene, para
venderlos con su tarjeta informativa añadida por una pequeña hilera de las características
bolitas de colores: <b><span style="color: red;">ki</span><span style="color: #ffc000;">be</span><span style="color: yellow;">r</span><span style="color: #f2dbdb;">a</span> <span style="color: #8db3e2;">C</span><span style="color: #d99594;">t</span><span style="color: #943634;">k</span>-<span style="color: #5f497a;">K</span><span style="color: #fde9d9;">e</span><span style="color: #4f81bd;">n</span><span style="color: #632423;">ya. </span></b>Cada
vez que voy al taller engancho algún bolso, y ya tengo la lista mental de
obsequios preparada para cuando nos marchemos de Nairobi. Marlene ha puesto precios baratos, no tienes
que gastar el esfuerzo de regatear y, además, comparto la causa.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Arte y Nutrición <o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://a5.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-ash4/424906_10151215639515162_13654211_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://a5.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-ash4/424906_10151215639515162_13654211_n.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El siguiente programa, en el que
yo de alguna manera formo parte, es el de nutrición para niños. Una semana al
mes vienen un grupo de médicos italianos a auscultar a los más pequeños y
determinar las diferentes enfermedades que padecen. Una de ellas, puede que la
más significativa, es la desnutrición. Así que se hace un seguimiento del
crecimiento de los más pequeños y se proporciona algo de comida, mientras que a
su vez se intenta concienciar a las madres para que aporten la dieta más rica
posible a sus pequeños. El ritual consiste en que todos los sábados
vengan las madres con sus niños a la misión -los más mayores vienen solitos- y
como aliciente, en paralelo se organiza un taller de dibujos y manualidades
para los peques. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://a2.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc7/419471_10151213131870162_541475161_22874526_329763589_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://a2.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc7/419471_10151213131870162_541475161_22874526_329763589_n.jpg" width="240" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Yo llegué a Kibera con el primer día de este programa</b>. Los médicos
analizaron a los niños y mientras, nosotros organizábamos el taller sin tener
ni idea de cómo empezar. Vinieron como una veintena de niños de tres a once
años, a horas descontroladas, iban y volvían, se sentaban con los ojos bien
abiertos, las bocas muy cerradas y nos observaban como gesticulábamos. El
primer día fue un divertidísimo disparate: gritando los colores, dibujando
coches, flores y objetos sin identificar; detrás de los niños para quitarle los
puñados de lápices que agarraban con fuerza; dirigiendo las manos de los más
pequeños para que consiguiesen rayar las hojas; observando y captando los
diferentes caracteres como el de la muda Cecilia, una niña rebelde,
incomprendida, dolorosa- con el tiempo ahora dudamos de si es niña o niño. Ni
eso podemos descubrir de Cecilia- y yo agarrando los pantaloncitos caídos de su
hermano -el bebé del que me enamoré, el de la inmensa hernia-.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El primer sábado con los niños fue agotador y sumamente gratificante, pero también lleno de defectos,
así que con los errores aprendidos en los siguientes sábados perfeccionamos la
técnica. Marlene dispuso de un horario para llegar: madres y niños que no
viniesen a las diez no eran atendidos, y yo apunté los nombres de los niños y
sus edades para poder controlarlos mínimamente. Les ponemos una tarjetita con
un alfiler en el pecho que indica su nombre y un dibujito, el que quieran.
Siempre eligen una flor, un árbol o un sol. El problema de esto es que a veces
me engañan y me dan otros nombres, o yo los apunto mal, o tienen un nombre cristiano
y otro africano. También hice tarjetitas
para Marlene y para mí. Así, comienzo la mañana preguntado y señalando mi tarjeta: What’s
my name? con el deseo de que algún día venga uno de los niños llamándome por mi
nombre. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>El día de las tarjetitas<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El día de las tarjetitas estuve
sola con los niños y más o menos pude controlarlos. Los mayores que me
entienden mejor, a un lado; los pequeños, al otro. Una de las niñas grandes me
traduce mi inglés al swahili para los pequeños que no hablan inglés y todos a
dibujar sus animales favoritos. Terminamos con la llegada de Marlene que ya
había hecho su tarea de medir y pesar, con leones, jirafas, monos, sapos coloreados, mis
tarjetitas de vuelta, con un pequeño
rezo en swahili y un divertido baile infantil.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Siguiente objetivo: hacer un móvil colgante de bolitas de colores<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://a5.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc7/404211_10151213147040162_541475161_22874576_950125341_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://a5.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc7/404211_10151213147040162_541475161_22874576_950125341_n.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El siguiente sábado, Marlene
sofisticó aún más la actividad. Compró pinturas, puso papel de periódico a remojar,
recolectó palitos de madera y encontró muchas cajas para reciclar. Así que en
esta ocasión vamos a hacer una tarea a medio plazo. Un móvil colgante de
bolitas de colores. Cada niño hará sus bolitas de papel de periódico, pintará
los palitos y hará su peculiar móvil. Todas sus cositas las metemos en la cajita
con su nombre que, algún día, también adornaremos. En este primer sábado del móvil,
hemos conseguido que hagan miles de bolitas, que pinten los palos de madera y
que se enguarren de arriba abajo. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Todos han escrito su nombre en su
cajita: la tímida Jane, que sin palabras y a unos pasos detrás hace las bolitas
aplicadamente; Charles-Cecilia, quién sabe, que nunca hace lo que se le pide,
hasta que no se lo pides; la aplicada Annet, que se lo toma todo con mucha
seriedad; Pamela, la pequeña líder con voz muy bajita; la linda Triza, que cada
vez me sonríe más; la melancólica Ive, que el primer día creía que era un niño
y que en este sábado descubrí por el vestidito que es una niña, que ahora coge
confianza y cada vez se me acerca más; Daniel, Kevo, Simon, Tofina, Godievi;
Vivian…</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Ive ha escrito en su caja: Ive
love Laura. Estuve a punto de llevarme la caja.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJgExB7scnb-Y_aI6YNfiP5qMIuaC4EHYlXv7C4X4IKy1A20byt0tE-dhqtOTxccy522JQL7l7qQQxQUJFJ47XcafcAjItCrPF4fBhCo0Uihbgbmh5LDgIbc77fVq6fKhW9bNL7a5_Mzs/s1600/supercoco+(1).JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJgExB7scnb-Y_aI6YNfiP5qMIuaC4EHYlXv7C4X4IKy1A20byt0tE-dhqtOTxccy522JQL7l7qQQxQUJFJ47XcafcAjItCrPF4fBhCo0Uihbgbmh5LDgIbc77fVq6fKhW9bNL7a5_Mzs/s320/supercoco+(1).JPG" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Este sábado, cuando he vuelto de
Kibera me encuentro en casa a otro niño trasteando. <b>Ahí me veo a Julio enredado
con un coco, con velas y con un manojo de hilos para hacer una caja coco.</b> Pues,
nada, se me ocurre que las cajas cocos de Julio serían otra actividad estupenda
para los niños de los sábados de Kibera. Y, es que ¿no me digan que no es
linda?</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Hoy llevo 92 días en Kenia. Julio, 98.<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Hoy un beso muy especial a Conrado, Patricia y Virginia.</b> Las tres
personas que se han preocupado y pretenden ayudar a la adolescente de Kibera
que necesita una operación urgente.</div>xxhttp://www.blogger.com/profile/07453102333519279485noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-79187280632490576802012-02-21T20:55:00.001+03:002012-03-27T12:03:01.876+03:0087 días en Kenia: Las mexicanas de Kibera<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Seguiré con mis misceláneas y
seguro que habrán muchísimos capítulos más, pero voy a hacer un parón para
hablar de las mexicanas de Kibera. Seguro que si ellas leen esto dirán: "nosotras
no somos de Kibera", pero es que yo las identifico allí, así que son mis
mexicanas de Kibera. Hagamos las presentaciones:</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>El día de las presentaciones <o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://a5.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc1/9932_268154910161_541475161_9123543_7453188_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" src="http://a5.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc1/9932_268154910161_541475161_9123543_7453188_n.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Creo recordar que ya alguna vez
les he hablado de ellas. Un día, <i>O</i>, nuestra
gran relaciones públicas, preparó un encuentro para que Nuria y yo conociésemos
a unas mexicanas que llevan años trabajando aquí. Pues ahí fuimos a conocer a
unas nuevas amigas. Nos encontramos con dos chicas que juntas hacen una
graciosa pareja: una es alta, fuerte y sonriente, <b>Marlene</b>, y la otra es bajita, con apariencia más frágil - sólo apariencia- y con un semblante no serio,
pero sí comedido, <b>Xochitl</b>. Al verlas
juntas y al hablar con ellas, enseguida te das cuenta que se complementan ya
que entre las dos las historias que cuentan son apasionantes; la emoción es
completa, y el equilibro entre la guasa y el respeto es perfecto. Seguro que ellas
no perciben el buen equipo que hacen juntas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Fue una tarde divertidísima y
relajada, tanto que se me hizo corta. Fue un encuentro de chicas que se
celebró en una terraza del gran centro comercial el Junction. Pero no fue una
reunión de niñas cualquiera, porque en este encuentro no se hablaba de las
cosas comunes de las que solemos parlotear las mujeres cuando nos encontramos.
En esta ocasión, hablamos sin respiro de cómo en una ocasión intentaron robarle el móvil a
Marlene mientras conducía y como Xochitl desde el asiento de atrás lo intentaba
impedir; supimos los años que llevaba Xochitl trabajando en Nairobi: nada más y
nada menos que ocho; los de Marlene, que creo que lleva dos; conocimos sus
cometidos aquí y descubrimos la leyenda o historia de la Virgen de Guadalupe. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>La Misión mexicana<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Marlene y Xochitl trabajan en una
misión mexicana que está dentro de Kibera. Se llama <a href="http://www.christ-kibera.com/" target="_blank">Catholic Church- Kibera,</a> pero a mí me gusta más llamarla la <b>Misión de Guadalupe</b>, cuya virgen, ‘nuestra señora de Guadalupe', con tez
morena, cae simpática a los keniatas ya que su imagen se acerca más a lo que
son ellos: negros. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
O las conoció cuando llegó a
Nairobi. Se encontró que tenía que empezar una nueva vida partiendo de cero y
entonces contactó con ellas, por probar, para ver si podía hacer algo a lo que
estaba acostumbrada y sabía hacer: colaborar. La buena suerte, según me cuentan
las amigas, es que en esta ocasión Marlene, que recibe muchos correos al día de
gente con supuesta buena voluntad, abrió el mensaje de <i>O,</i> algo le gustó y le contestó. Así <i>O</i> conoció a Marlene, después a Xochitl y finalmente nos la presentó
a Nuria, a mí y a Julio. Hoy en día, <i>O</i>
sigue diciendo que las mexicanas fueron como un soplo de aire fresco para ella en
sus comienzos en Kenia. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="http://a5.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-ash4/200561_197841703580448_100000638582936_580042_863099_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="133" src="http://a5.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-ash4/200561_197841703580448_100000638582936_580042_863099_n.jpg" width="200" /></a><b>Marlene y Xochitl<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Marlene y Xochitl son unas
misioneras laicas, cada una con su función en la Misión. Del último cometido de
Xochitl, que se dedicaba a tareas de comunicación, escribí en su momento en
TalentyArt: <b><i><a href="http://www.talentyart.com/reportajes/creciendo-creando-y-recreando-el-arte-como-terapia-para-ninos" target="_blank">'Creciendo, Creando y Recreando': el Arte como terapia para niños’</a><o:p></o:p></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i><br /></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://a3.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-ash4/397929_10151215640470162_541475161_22882083_1053142408_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="150" src="http://a3.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-ash4/397929_10151215640470162_541475161_22882083_1053142408_n.jpg" width="200" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El de Marlene, lo observo e incluso ya lo vivo. Y es que en ese primer encuentro- después tuvimos otros-
Marlene nos propuso ir un día con ella a Kibera, o más bien yo insistí en que
nos llevase un día a Kibera…, u <i>O </i>insinuó
si íbamos a Kibera. ¡Qué más da! El caso es que fuimos a Kibera. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Mi primera visita a Kibera<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Un sábado bien tempranito
quedamos dos amigos y yo con Marlene en otro centro comercial a quince minutos
de mi casa. Le llaman el Prestidge. Este sitio, al que a veces vamos a comprar porque tiene un supermercado grande,
el Nacumat –imagina un Alcampo o algo así- está situado en una buena zona de
Nairobi, en Kilimani, pero detrás de él se esconde una de las barriadas más
grande y pobre del Este de África: Kibera.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Entramos sobre las nueve de la
mañana, pero la actividad en la zona estaba en pleno apogeo (Tengan en cuenta
que aquí el día y la vida empieza a las seis y media de la madrugada). Entramos
por unas puertas invisibles pero tan bien percibidas que parecían de hormigón..,
y entramos…</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La sensación es extraña: no te
asustas, no te sorprendes, no te escandalizas, a pesar de que la imagen es
aterradora. Y es que ya he escuchado tanto de Kibera que, aunque nunca pude imaginar su imagen real, tampoco llegó a sorprenderme al encontrármela de
frente. El caso es que si nunca has oído hablar de Kibera y de repente lo
conoces, el susto, la indignación y la incomprensión te puede llegar tanto al
corazón que hasta sentirías dolor físico. Kibera produce eso: dolor físico, indignación...y
resignación. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 300.0pt; text-align: justify;">
<b>Señores: a la izquierda, el campo de golf;
a la derecha, las vías del tren </b></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 300.0pt; text-align: justify;">
<b> <o:p></o:p></b></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://a7.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc7/321572_10150746866535162_541475161_20427128_5527727_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="http://a7.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc7/321572_10150746866535162_541475161_20427128_5527727_n.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Un mural de la Misión de Kibera hecho por jóvenes locales<br />
Recogiendo agua</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Entramos por la calle grande. Una
de las principales que no tiene nada que ver con las callejuelas que te
adentran al inmenso slam. Hay casas y tiendas a cada lado. Las llamo casas
porque son sus viviendas, pero ni son casas, ni son tiendas. Son cajas de
chatarras mantenidas en pie a duras penas. Allí vive la gente de Kibera. En
calles que no son calles, en casas que no son casas, en la inmensidad de la nada,
en un mundo paralelo de Nairobi, en una tierra que con un suspiro crece una
flor…excepto en Kibera. Allí no nace ni una raíz porque no tiene dónde
agarrarse. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Seguimos caminando, siguiendo a
nuestra guía, Marlene, mientras que con su inalterable buen ánimo nos contaba
anécdotas de su vida en Kibera, de historias de gente de Kibera, de momentos
muy tristes y no tanto de Kibera. Lo cuenta sin pena, sin crear lástima, lo
cuenta totalmente consciente de que observa y narra una realidad que no le gusta, una
que no le pertenece, pero en la que desea estar. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Mientras caminábamos entres las ‘casas’,
la gente que iba y venía, los hoyos, los charcos de suciedad, el ligero hedor
de momentos, los socavones, las gallinas, las piedras y la tierra, hacíamos dos
cosas: devolvíamos los how are you? de los niños que se hallaban a nuestro paso
y mirábamos furtivamente a las callejuelas de los lados para encontrarnos con
pasillos estrechos que llevaban a una imagen más inimaginable. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>El paseo hasta la Misión de Guadalupe<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://photos-a.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc6/73145_10150298247675162_541475161_15840360_6898441_a.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://photos-a.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc6/73145_10150298247675162_541475161_15840360_6898441_a.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No es un camino corto y en este
trayecto nos encontramos con imágenes muy diferentes. De repente de un tramo
más alto, nos topamos con la infinidad de tejados que forman parte de Kibera:
piezas de chatarra corroídas agolpadas unas junto a otras que llegan hasta un
horizonte se me antoja muy lejano. En otro tramo, nos encontramos con la vista
del campo de golf que hay a la izquierda de kibera y, si miras a la derecha, te
acompañan los raíles del tren que están justo en medio de Kibera. En medio
quiere decir en medio, a la altura del paso del hombre, tanto que, si pasa un
tren y quieres, puedes rozar sus vagones con sólo alargar un brazo. La
siguiente imagen es la Misión de Guadalupe, con su iglesia de piedra cuya
altura de la cúspide te orienta en tus pasos hacia ella; con su pequeña escuela
de madera; con su patio de recreo; con su pequeña clínica… Un espacio cerrado,
pero abierto. Un espacio de respiro. <b>Un espacio para los niños de Kibera.</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Me estoy extendiendo ¿no? Pues lo
dejo por hoy. Sólo les adelanto que ese día comenzó mi propósito de cumplir un
compromiso: ir cada sábado que pudiese a Kibera. No sé si ayudo, pero ellos a
mí sí. Se trata de los niños de los sábados en la Misión de Kibera, que merecen
un post para ellos solos, así que hasta el próximo día. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Hoy llevo 87 días en Kenia. Julio, 94. Le queda poco para los cien días
de gracia.<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hoy estoy emocionada porque los
Akicha me han pedido que mañana acompañe a Francis a hacer una excursión para
unos clientes suyos que son españoles. Francis entiende mucho español pero, por
suerte para mí, todavía no se atreve a hablarlo… Así que mañana me voy de paseo
al Lago Naivasha. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Julio cada día está más
concentrado en su trabajo porque viene la etapa dura. Bueno, me estoy haciendo
la idea de que en breve no le veré el pelo. Aquí, entre nosotros, pa mí que él
lo está deseando. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Mister Wafula también me ha cancelado
la clase de hoy. ¡Madre mía! Yo no sé si mejoraré mi inglés, pero la paciencia
se va a convertir en una de mis virtudes. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Hoy besos a Natalia porque los
necesita;</b> besos y desear suerte en
el nuevo proyecto a Kiko y Rebe, que no lo necesitan, y hoy un abrazo y miles
de besos más a Ara, que llevo semanas pensando en ella.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Pd: Cristina, mi Cani Cani, me acordé de tu cumpleaños, pero allí donde
andaba en tú día no podía conectar. Perdóname un año más. Se me pasa tu cumple,
pero te aseguro que estás conmigo cada día. <o:p></o:p></b><br />
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Pd2: Mis mexicanas de Kibera, les he mangado fotos de por ahí… espero
que no les moleste y si es así, las quito en un suspiro…Y si cometo algún error
en mi historia, ya saben cómo somos los periodistas: O mentimos, o nos lo
inventamos. Prometo corregir los errores que encuentren. <o:p></o:p></b></div>
<br />xxhttp://www.blogger.com/profile/07453102333519279485noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-85239482045503993722012-02-17T13:29:00.003+03:002012-02-21T21:01:04.027+03:0082 días en Kenia: Miscelánea sobre Nairobi: II PARTE<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAYRf-8PWHWwdS23I7assRd9S_f4yIhxHDsA7SeugKNcsO8qsfrKpkdWdiCu9wDFW21_JBZ8fAcoG95QWbaS2FmJj172jFcrtyUL2kl7lukzdxmnorgUfX_Bu1fWadpcuWKQQYE_V1WAw/s1600/4.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAYRf-8PWHWwdS23I7assRd9S_f4yIhxHDsA7SeugKNcsO8qsfrKpkdWdiCu9wDFW21_JBZ8fAcoG95QWbaS2FmJj172jFcrtyUL2kl7lukzdxmnorgUfX_Bu1fWadpcuWKQQYE_V1WAw/s200/4.jpg" width="150" /></a></div>
<b>Bueno, ya se han ido nuestras
visitas.</b> Uno más que otra, cargados de cachivaches y sin un duro en los bolsillos,
y nosotros retomamos nuestra normalidad en Nairobi. Esto me cuesta porque voy
retrasada en los días y se me van acumulando los recuerdos, pero sigo en el
empeño. Por lo menos así quedará lo importante, o al menos, lo que ha sido
importante para nosotros.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Antes de nada, aclarar y despejar
dudas. Me he enamorado de un bebé, pero nada más. Sólo he sentido una gran
ternura y mayor deseo de proteger el pequeño niño de Nairobi, sucio, descuidado
y enfermo bebé, pero ni hay posibilidad, ni intención, ni capacidad de que mi
enamoramiento llegué a más. Espero que haya quedado claro para todos
aquellos que preguntan ¿Qué bebé?</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEzBiPipA2vl39DN4Ok1P-SgBSxTyJkya8YmKxElj6lAsLZ8wVlWtSWB_xOUO5xt4lJKsqRU0YsAe32bjIH3MwNKpkwWkWbr3XNnzPvktWjTDjMjbtwTpRz0MBpGEkzaTIQNzHNbIgQDo/s1600/beb%C3%A9.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEzBiPipA2vl39DN4Ok1P-SgBSxTyJkya8YmKxElj6lAsLZ8wVlWtSWB_xOUO5xt4lJKsqRU0YsAe32bjIH3MwNKpkwWkWbr3XNnzPvktWjTDjMjbtwTpRz0MBpGEkzaTIQNzHNbIgQDo/s200/beb%C3%A9.jpg" width="150" /></a></div>
Y dicho esto, <b>sigamos con
nuestras misceláneas de Nairobi</b>. Contaba nuestras visitas a Mister Wafula, el
estupendo profesor de inglés e impresentable keniata que, por cierto, cada día
lo es más –hoy se le ha olvidado que teníamos clase y con la misma me he vuelto
a casa-. En fin, Mister Wafula alterna las clases de gramática y lectura con
historias propias. Cada vez que me tiene que explicar que significa algo me
pone un ejemplo sobre su vida para llegar al significado de la palabra. Es muy
entretenido y así he sabido cómo conoció a su mujer, cuál es su relación con su
suegro y quién es su hermana, entre otras tantas historias. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>La vida de su hermana es
interesante.</b> Los Wafulas pertenecen a la tribu de los Loyan. Su padre es militar
y su madre, que murió siendo ellos pequeños, fue maestra. El caso es que su
padre, un hombre religioso y convencido en que en la educación está el
porvenir, le puso a cada hijo el nombre de un personaje destacado de la
historia inglesa o americana. Así, Mister Wafula se llama Geoffrey, en memoria
de Geoffrey De Freitas, un embajador británico que apoyó la creación de una
Federación de África Oriental, que incluía a Uganda, Tanzania y Kenia. Todos sus hermanos, que son nueve, tienen
nombres de ilustres: Kennedy, Lincoln, Victoria…y Olimpia, su hermana especial.
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
De pequeña Anne Olimpia sufrió la
polio en un halo de misterio porque a todos les pareció una especie de mal del
diablo. El caso es que la enfermedad la dejó paralítica y también provocó que
en su villa todo el mundo la repudiase. Tal fue el desprecio y la desconfianza
de su gente que la familia entera tuvo que marcharse a la ciudad para proteger
la vida de la pequeña. El padre buscó la mejor educación para ella y
finalmente, tal y como él pronosticó, Anne Wafula Strike se convirtió en una olímpica
británica y en el primer corredor en silla de ruedas que representa a Kenia en
los Juegos Olímpicos. Ahora estoy leyéndome su libro, recomendado por Mister
Wafula, que se titula <b>“In My Dreams I Dance”.</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero hay más historias. Las que
vivimos en persona. <b>No sé si ya comenté algo sobre la corrupción en Kenia.</b>
Supongo que sí, porque el carácter corrupto de los policías keniatas es tan del
país que forma parte de su cultura, tanto o más como los matatus. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pues bien, Julio ya ha podido
comprobar en persona las mañas del cuerpo de seguridad. Un domingo, Julio salió
tempranito de casa porque Raúl desde España le pidió que mandase dinero al
campamento, a Enkerende. A su vez, Julio le pidió a Francis que le acompañase
porque no conocía el sistema de envío de aquí que, por cierto es muy curioso: tú depositas en unos de las miles establecimientos que hay la cantidad de dinero que quieras, y a través del teléfono y desde cualquier parte
del mundo, el destinatario de otro número de teléfono puede ir a uno de esos establecimientos a recoger ese dinero. Se
trata de transferencias a través del teléfono. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Bueno, a lo que iba, pues Julio
saca el dinero, se encuentra con Francis, van a la oficina, pero no pueden
ingresar el dinero porque en ese momento y hasta las dos de la tarde no está
operativa. Pues, nada, pole pole y a esperar a la tarde, así que vuelta a casa.
El caso es que por el camino en coche, Fracis se mete por donde no debe, o no,
eso no importa y un policía le intenta parar. Ante el stop, Francis sabiendo lo
que le venía encima y con un tráfico de tomo y lomo intenta huir…sin éxito.
Adivinan dónde terminaron los dos amigos: En comisaría. Les acusaron de
saltarse un stop, y es curioso porque en Nairobi no hay stops; acusaron a
Francis de criminal y después de ser un traficante de armas; preguntaron a
Julio si le pagaba por llevarle, a lo que Julio respondió con rotundidad que es
su amigo…, y así hasta que llegó el momento de o a juicio o soborno: 10000 Ksh –unos
cien euros-. Julio terminó regateando el soborno y consiguió disminuir la cuota
a 5000 Ksh. Así, sin cumplir con el cometido, con 50 euros menos en el bolsillo,
una indignación de tres pares de narices (la de Julio, porque Francis sonreía)
volvieron a casa. Y es que dicen que ir a juicio hubiese sido un mal peor, ya
que la corrupción fluye de arriba abajo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Lo mejor de la historia es que todos se
pegaron por pagar los 5000 Ksh. O y Francis al día siguiente vinieron con el
dinero, y Raúl y Cris, hicieron una transferencia a Julio. En fin, que Julio está esperando a que todos
estemos juntos para gastar los 5000 Ksh en una buena cena entre amigos. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por cierto, al final hizo la
transferencia sin más complicaciones. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Bueno, chicos, sigo con las
historias pendientes. Prometo que la próxima tratará sobre Marlene, Xochitl y
Kibera. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Hoy llevo 82 días en Kenia.
Julio, 88.</b> Ya hemos ampliado el visado para poder permanecer más tiempo en el
país, y por cierto eso también es una buena historia. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hoy Nasibu ha comido con nosotros
y nos ha enseñado nuevas palabras en suajili: Weee (ehhh tú), ni ni (no te pases), chunga (ten cuidado).</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Seguramente Julio se va a
encontrar en un aprieto para colocar fotos en este post, porque no pretenderán
que se ponga a sacar flash en una comisaría. ¿Verdad? De Mister Wafula y su secretaria,
Janet- que recuerdo el nombre gracias a Alberto porque me dio la pista de la
hermana de Michael Jackson- ya me
buscaré una excusa para sacarles alguna foto. <br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Besos, abrazos y sonrisas a todos….</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pd: <i>A</i> ya estás tardando en venir, te esperaba ya….</div>xxhttp://www.blogger.com/profile/07453102333519279485noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-91324754137607197592012-02-08T17:35:00.002+03:002012-02-09T10:21:49.065+03:0074 días en Kenia: Miscelánea sobre Nairobi. I PARTE<div style="text-align: justify;">
Mi abuelo era escritor. Escribió y publicó tres libros, todos sobre Canarias, y me dejó en herencia otro para que yo algún día lo editase por él. Ese gran volumen de hojas y hojas redactadas a máquina, con anotaciones en los lados, sigue en mi lista de tareas pendientes. Pero, tranquilos, ahora no voy a empezar a hablar de mi abuelo, es que esto viene al hilo en relación a miscelánea: el título que utilizaba mi abuelo para cuando quería apretujar un montón de historias diferentes en un mismo capítulo, todas con un nexo común: Canarias.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Pues siguiendo el ejemplo de mi abuelo ahí van mis misceláneas
sobre Nairobi: <o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbeAWw-UYVeRNNBQCYVrYizLqyUa20Z5ci3UrDONa2iANX3ag34OVkobFteIcDKOHSUPW0R03jX7pwQPD0CUDmFdf0CLTnuA5C7Jm39fZSR1mC95J3ntTVWrlXnJFvG1lJb9n0X2Hov40u/s1600/narok.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: left;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbeAWw-UYVeRNNBQCYVrYizLqyUa20Z5ci3UrDONa2iANX3ag34OVkobFteIcDKOHSUPW0R03jX7pwQPD0CUDmFdf0CLTnuA5C7Jm39fZSR1mC95J3ntTVWrlXnJFvG1lJb9n0X2Hov40u/s320/narok.JPG" width="320" /></a></div>
Han pasado muchos rayos de sol
desde que partimos de Enkerende. La vuelta fue como la ida, en coche, que
compartimos con Raúl, Cristina, Jacobo y Raquel. <b>Un regreso a casa entretenido,
con dos horas de parada en Narok, la capital de Masai Mara,</b> que con la nueva
constitución será capital del Distrito y tendrá más poder. Lo de estar tanto tiempo ahí fue porque al 4x4 se le jodió un tanque de
gasolina y no pueden imaginar la que liaron en el taller para vaciarlo. En fin,
llegamos sucios, llenos de tierra y encantados de nuestra aventura, dispuestos a retomar
nuestra vida en Nairobi. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhav2s7bG1t5lSRQ3oJaad4j3_lICzuCK4jXh9zInrzpLlpuaqTI5j8gbqkB_SU_L-ss3XS2eRodKaaZYzs1kgVTvmXa1AXFfMHcJL1GewyksPFI3qMjTV2d2IRMGAhwBIa2W_T-z6X_hGq/s1600/olatzfrancis.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhav2s7bG1t5lSRQ3oJaad4j3_lICzuCK4jXh9zInrzpLlpuaqTI5j8gbqkB_SU_L-ss3XS2eRodKaaZYzs1kgVTvmXa1AXFfMHcJL1GewyksPFI3qMjTV2d2IRMGAhwBIa2W_T-z6X_hGq/s200/olatzfrancis.JPG" width="150" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Francis y O</td></tr>
</tbody></table>
Las Navidades terminaban. <b>Despedimos con una gran cena en Casablanca
a Jacobo y Raquel,</b> propinamos con grandes piropos a nuestros anfitriones y
celebramos con otra gran cena en casa el fin de las fiestas. <b>Fue nuestra
primera cena oficial a la que acudieron Raúl y Cristina, </b><i style="font-weight: bold;">O</i><b> y Francis, su hermana, e </b><b style="font-style: italic;">I, </b>que se descubrió como un gran cocinero vasco.<b> </b>Ahí, la amistad entre Julio y Raúl ya la
percibía inquebrantable- se denominan “golfo” el uno al otro, así que pueden
imaginar el gran cariño que se sienten-, y nuestra adoración por <i>O</i> y Francis cada vez se iba
intensificando más. <br />
<br />
Seguimos nuestros días en
Nairobi, con un verano que cada vez era más cercano, acostumbrándonos a los
pasos de los keniatas, a los largos paseos de un único ritmo de los paisanos,
porque caminan y caminan. <i>O</i> escribió
en su blog: <b>AKICHA</b> sobre este tema y la observación es más que acertada. Si tienes un
momento y te paras en cualquier calle prestando atención a la gente, será
inevitable darte cuenta de sus andares. Siempre a las mismas horas, yendo y
viniendo del oficio, con el mismo paso, todos juntos dirigiéndose a lejos destinos
por calles inexistentes. Siempre es así.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4fzkkJLvX3Bv0n7KLsOTdoddxLoKbOOEz-PoQWgUPMdCZgnCnzDxZdzTeTO9YzRa0CKc-MSgi81gPSd11dURnpirgbGEB2Pbdq60bkyujvuKgblk932oMbEtibPVj1Bn5uoksJZaemWMi/s1600/nairobi_demonstration.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="130" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4fzkkJLvX3Bv0n7KLsOTdoddxLoKbOOEz-PoQWgUPMdCZgnCnzDxZdzTeTO9YzRa0CKc-MSgi81gPSd11dURnpirgbGEB2Pbdq60bkyujvuKgblk932oMbEtibPVj1Bn5uoksJZaemWMi/s200/nairobi_demonstration.jpg" width="200" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5hBLvOTPI6bxws1x8Vcvdt9ANfJRMgbIiD9UHDuN4405VAyCAv6IYEHvpGozpRhC-vJimdz7ANKXVuvC0a_LnxjopHrVJzQSYZ1CnRRC23tjnOfjyOLfDsjIDbe-6hpUzaVcNx3anbIfy/s1600/nairo2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="133" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5hBLvOTPI6bxws1x8Vcvdt9ANfJRMgbIiD9UHDuN4405VAyCAv6IYEHvpGozpRhC-vJimdz7ANKXVuvC0a_LnxjopHrVJzQSYZ1CnRRC23tjnOfjyOLfDsjIDbe-6hpUzaVcNx3anbIfy/s200/nairo2.jpg" width="200" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
Nosotros ya vamos copiando los
pasos de la gente de aquí y en esos pasos encontramos a Mister Wafula. <b><i>O</i>
intimó con otra española que anda perdida por Nairobi, Nuria</b>. Está aquí con
su pareja y no desaprovecha la ocasión porque es la tía más enérgica que pueda
haber por estas tierras. En su manía de
relaciones públicas, <i>O</i> nos la
presentó y gracias a ese encuentro, además de hacer una nueva amiga, conocimos
a Mister Wafula, el profesor de inglés
de Nuria que se convirtió en el nuestro. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Conociendo a Mister Wafula<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Las clases particulares de inglés
son muy baratas aquí, al contrario que todo lo demás, por lo que no hay que
desaprovechar la ocasión para perfeccionar el idioma. Así que ahí vamos, Julio
y yo, dos veces por semana a charlar con Mister Wafula. Es un hombre dedicado a
su profesión, tiene un inglés perfecto y un método de estudio inmejorable.
Nunca he tenido un profesor mejor, la pena es que es un poco impresentable y a
veces se come el tiempo hablando por teléfono o desapareciendo. A pesar de ese
detalle, un minuto con él está muy bien aprovechado, así que lo dejamos pasar. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Mister Wafula no tiene desperdicio y podríamos pasar horas hablando de él.
Julio dice que se parece a Obama y realmente tiene tal don engatusador de gente
que bien podría presentarse para las próximas elecciones del país. Hablamos de
todo con él: sobre el país, la política, las costumbres de las familias, las
tribus, el deporte… Un día le pregunté que qué pensaba de su presidente, a lo que respondió
muy diplomático: <i>“Creo que es un hombre
muy mayor y muy cansado, que ya debe irse a su casa a descansar”. </i>Me parece
una respuesta muy buena, porque sigo sin saber lo que piensa del viejo Kibaki. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>La mala manía de manipular<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El caso es que con nuestra
llegada a la escuela de Mister Wafula nos topamos con otra de las costumbres de
los keniatas: su ilimitada manía de manipular. Es agotador, de verdad, porque
siempre intentan que vayas por dónde ellos quieren, con el dinero, con los
caminos, con la comida… Muchas de las ocasiones gastas más de lo que quieres,
comes lo que no te apetece y terminas haciendo lo que ni esperabas, ni deseabas…
Como los cangrejos tienes que aprender a dar pasos atrás. A mí especialmente me
engatusan de tal manera que mi mente se paraliza y hasta media hora más tarde
no me doy cuenta de que eso no era lo que yo quería. Vuelvo a casa con cara de
idiota y termino diciendo: <i>“ya me la han
dado”.</i> Esto me pasa muy a menudo
sobre todo en los mercadillos. Pero, en fin, será cuestión de tiempo. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Pues en la escuela me la dieron.</b> Mi primer día fui decidida a tener
cuatro horas de clases particulares a la semana, por la tarde, repartidas en
dos días, por cinco chelines keniatas. Pues, tras hablar con Mr. Wafula,
terminé acordando ir a clase por las mañanas, una hora, con un grupo de chinas
que ya había comenzado, y sobre las horas que me faltasen, ya hablaríamos, todo
por 10.000 chelines keniatas. Me fui a casa nada, nada convencida, y pagando
cada céntimo que me pedían. Ahí Nuria me salvó y con mucha determinación
arregló las horas para que fuese como yo quería, pero a la hora de devolverme
la diferencia del dinero eso fue otra cosa. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>La secretaria de la escuela
también tiene la habilidad de engatusarme.</b> Es muy simpática y se ríe mucho
conmigo, pero no pierde la manía de torearme. Así que dispuso de mi dinero y
dijo que lo guardaba para el próximo mes. Mi mente, de nuevo, paralizada hasta
que llegué a casa. Es que aquí las cosas se olvidan y los acuerdos pasan a
otros términos con el tiempo, así que no me las veía todas conmigo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Para no aburrirles, llegamos al
desenlace de esta historia cuando Julio también decidió ir a clase</b>. Entonces acordamos
que él aprovecharía mi vuelta para pagarse parte de sus horas. Estuvieron dos
semanas tonteándonos con este tema. Julio hablaba con la secretaria y ella le
decía que hablaría conmigo; hablábamos y acordamos lo que yo pretendía, pero
Julio volvía y la cosa había cambiado, así que tendría que hablar conmigo otra
vez… Y así cada día, hasta que una de esas tardes a Julio se le calentó las narices
y no se movió de allí hasta que pudo pagar sus clases con mis vueltas, gracias a una conversación cargada de lógica y razonamiento.... que eso tampoco se lleva mucho aquí. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Yo al día siguiente llevé
caramelos a la escuela y le di a la secretaria un caramelo <i>“por la paz”,</i> así le dije con una sonrisa picarona…Es que ya
empiezo a manejar las tácticas de aquí. Bueno, desde entonces se piensan que
Julio es muy severo y yo muy dulce. ¿Se lo pueden imaginar? </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¡Uy! Me he extendido un montón en mi
primera miscelánea, así que intentaré ser más aplicada para los días
siguientes. Me queda tanto por contar. <b>El próximo día me saltaré cositas para
hablarles de nuestro encuentro con las mexicanas, Marlene y Xochitl, y nuestra
visita a Kibera</b>. De Mr. Wafula también queda mucho por narrar… Así que, pole,
pole...</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Hoy llevo 74 días en Kenia.
Julio, 80.</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>En estos días tenemos visita:
Alberto y una amiga suya, Sagrario</b>. Nos han traído un montón de cositas: ropa
para los keniatas, que nuestra Judit ha agarrado con una felicidad imposible de
describir; jamones, quesos y vinos, que estamos devorando como si en nuestra vida hubiésemos
probado tal manjar; nuestro estupendo tabaco, que disfrutamos como si de un
producto de lujo se tratase; chucherías para mí, preparadas por mi Ratita con dulzura
y mucho cariño –gracias amor, que sepas que llevo la hortera pulsera del poder
naranja todo el tiempo-; y lo mejor el calor de nuestro amigo, Alberto. Ahora
mismo, la pareja está en el Camp de Enkerende disfrutando de los animales, de
los masais y de la hospitalidad de los enkerendes. <br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyiw51_kQWJxBCrt1jY0RWuHwtktX4UNSf4rfuwelCIOLP01qYb3IXsz7sJWPYL63ADX-TJj6m3NWLYPq3-lhKVLoQfUBbG5SOfxK_ZsOkvdwA_JH_-qN3FyhN2CoLEm6GPDF72axdMiXN/s1600/Collages2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="161" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyiw51_kQWJxBCrt1jY0RWuHwtktX4UNSf4rfuwelCIOLP01qYb3IXsz7sJWPYL63ADX-TJj6m3NWLYPq3-lhKVLoQfUBbG5SOfxK_ZsOkvdwA_JH_-qN3FyhN2CoLEm6GPDF72axdMiXN/s640/Collages2.jpg" width="640" /></a></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Otra cosa: me he enamorado de un
bebé</b>. Me tenía que pasar. Está tan indefenso, sucio, desprotegido. Es tan mudo,
tan inocente, tan pequeño, que me he enamorado de él, y en lo único que pienso es
en cómo hacerle la vida más fácil. Ya les hablaré de mi bebé...</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Y eso es todo por hoy: besos,
abrazos, enormes sonrisas a todos. Les queremos y les echamos errores y
horrores de menos.</b></div>xxhttp://www.blogger.com/profile/07453102333519279485noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-44000946742007932012-01-29T12:38:00.000+03:002012-01-30T18:20:00.140+03:00Dos meses y dos días en Kenia: En busca de leones<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El objetivo de los
días siguientes fue encontrar leones, así que el desayuno fue más corto y menos
tranquilo, ya que estábamos decididos a salir temprano de safari para saludar a
los leones. En uno de esos paseos-<b>descubrimientos observamos una de las escenas más auténticas y sorprendentes del Masai Mara</b>.
Hubieron muchas más, muy sencillas, las que marcaron nuestra visita, que
intentaré describir lo mejor posible. Yo las titularía: <b>‘Aquellos simples momentos que no olvidaré’.</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES">El ‘cuidado’ de David<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Uno de ellos: En esos
viajes nos acompañaba el incondicional David- el avispado masai, enérgico, activo,
resolutivo y con astuta mirada. Ya comenté que en nuestros safaris a veces
conducía Raúl y otras David. Pues, en nuestras primeras incursiones por el Masai
Mara, cada vez que íbamos a caer en algún profundo hoyo o en una embarrada
charca, Raúl avisaba a los pasajeros con un ‘cuidado’. En poco, David aprendió
la palabra bien rapidito y cada vez que tenía oportunidad la repetía. Pero no era
igual al cuidado de Raúl, era un cuidado con pronunciada d y musical, algo así
como: cuidaaad. Como me hubiera gustado grabarlo para que lo oyesen. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><o:p> </o:p></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES">La desesperada búsqueda<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Otro momento: la
búsqueda de leones. Temprano, con los animales desperezándose, nosotros
irrumpíamos con el 4x4 por los pequeños y bajos bosques dispersos por la tierra Masai
en busca de los leones. Entrábamos en uno, todos mirando, buscando, observando
las malezas, de izquierda a derecha. Irrumpíamos en otro, unos mirando a un
lado, otros al otro, confundiendo rocas con la sombra de leones. Y, mientras
andábamos en esa misión, aparecían, como para no desilusionarnos, elefantes,
tic tics, mis queridos pumbas, alguna perdida gacela…</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES">Los masais en el infinito <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">El siguiente: Una
imagen repetida en las grandes extensiones del Masai Mara. Los solitarios
masais caminando hacia el infinito. Íbamos en nuestro 4x4 en busca de animales
y, de repente, te encontrabas a lo lejos, muy a lo lejos, un hombre caminando
hacía un punto sin identificar, pausado, sin cambiar el ritmo, en mitad de la
inmensidad. Otras veces, veías a una pequeña familia, con el mismo paso; alguna
que otra vez, hallabas a una mujer con sus telares superpuestos de colores. Todos
con sus características mantas a cuadros rojos. Los personajes variaban, pero
la escena era la misma. Hombres, mujeres, y mujeres con niños, solitarios,
caminando hacia un lugar muy lejano que no alcanzaba a divisar, en la mismísima
Sabana, donde residían búfalos, ñus, leones, leopardos, guepardos, hipopótamos,
cebras, jirafas…</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES">Los brindis de Raúl <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Más momentos: Los
brindis de Raúl. Aquellos brindis, numerosos brindis que con socarronería
comenzaban solemnes y terminaban como si de un chiste inglés se tratase: <i>“Por los mejores amigos….y, por vosotros”.<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES">Encontrándonos con la armonía de la naturaleza<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGx5zTVHnfcCq1tErDg92lsfAPvquEU2sjGk-zzsVTnPtjorqE6S_Vq7_zx0_UuUcjyeKfQ9vLDO4sWTBskqCa42t1P81nDNbLoDQQsbHdWMqm5g7Frf1xqt3KY9k_EnxxZCKZvRmOS0lC/s1600/image_1.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGx5zTVHnfcCq1tErDg92lsfAPvquEU2sjGk-zzsVTnPtjorqE6S_Vq7_zx0_UuUcjyeKfQ9vLDO4sWTBskqCa42t1P81nDNbLoDQQsbHdWMqm5g7Frf1xqt3KY9k_EnxxZCKZvRmOS0lC/s200/image_1.jpg" width="200" /></a></div>
<span lang="ES">El momento
indescriptible: el que protagonizó nuestro amigo el guepardo. Nuevamente, y van
tres, nos los volvimos a encontrar. Fuera broma, nos encontramos al guepardo de
las manchas. Se ve que nos pasamos los safaris recorriendo su territorio. Pero éste fue el tropiezo más especial. Era temprano, muy de mañana, en una de esas madrugadoras horas en las que insistíamos con la búsqueda del león perdido, y ahí estaba nuestro amigo
el guepardo –ya era tal la confianza que le llamé Jaimito porque me parecía
bien travieso-. Jaimito estaba bajo la sombra de un árbol, tumbado, relajado,
aunque de vez en cuando se pegaba un pequeño revolcón sobre sí mismo. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Es curioso, te
encuentras un guepardo tres veces en la misma semana y ya empiezas a perderle
respeto. Recuerdo que la primera vez que lo divisé, me refugie tras la ventana,
agarrando el manillar por si le daba por saltar. En la tercera ocasión, me
alongaba por el techo abierto del 4x4, que cada vez se acercaba más al
animal….Pero, ese no fue el momento indescriptible. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Decía que ahí
andaba el guepardo, tumbado bajo la sombra del árbol, mientras en la inmensa
llanura, a su izquierda y bien cerquita, se encontraban manadas de impalas,
gacelas, cuatro cebras, unos cuantos ñus. La imagen fue inolvidable, el
silencio se palpaba, y los movimientos de unos y otros no se me olvidarán.
Vamos a ver si consigo trasladar el momento: Miraba al guepardo, se tumbaba,
levantaba la cabeza y echaba un vistazo hacia la izquierda, hacia ellos. Contemplaba
a la variopinta manada, dos impalas en alerta, inmóviles, observando al
depredador; las otras a su alrededor, y más allá, comiendo como si nada; las
cuatro cebras, igual, dos de cara y dos de culo, las que vigilaban al animal,
quietas; las otras, comiendo; Los ñus, lo mismo, unos de guardia y los otros a
lo suyo. Volvía a observar al guepardo, parecía que se iba a levantar, se
recostaba, se daba la vuelta juguetón, y vuelta a tumbarse. La imagen de la izquierda
se repetía, algunos de los observadores incluso estaban más cerca; un impala
levantaba la cabeza, dirigía la mirada al árbol y seguía comiendo. Fue
sorprendente, fue mágico, fue descubrir lo que realmente es la naturaleza. En
momentos deseaba que empezase la acción, que el gigante gato se levantase y
corriese tras una estampida de presas. En otros, sólo quería seguir observando
la rareza de la naturaleza en esa actitud de extraña convivencia. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES">Hola Julio<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Una anécdota
curiosa. En uno de nuestros caminos en busca de animales nos tropezamos con
unos cuantos jeeps. De repente, de uno de ellos sale un efusivo y enérgico
saludo que nos dejó a todos estupefactos. Ahí, en mitad del Masai Mara un negro
saluda a Julio encantadísimo de volver a verlo: “<i>Julio, Julio, eh, hola Julio”.</i> Resulta que era uno de los primeros
amigos con los que Julio entabló conversación cuando íbamos de camino a
Enkerende. Nuestro conductor, el comelón de chucherías, con el que Julio se
pasó todo el trayecto entre conversaciones y risas: Nick. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES">La seguridad de hallar el lugar<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Las conversaciones fueron
importantes en este viaje. Todas, pero sobre todo aquellas en las que conocimos
mejor a nuestros nuevos amigos. Preguntamos de todo, preguntamos su historia,
descubrimos que mientras intentan hacerse una vida, un hogar en mitad del
Masai, también buscan la manera de ayudar a la gente masai, buscando recursos,
ayuda y gente para proveerles de una escuela y un hospital. Nos encontramos con
una pareja que un día, hace mucho tiempo, cayeron en Kenia y desde entonces
supieron que allí querían vivir. Una pareja que encontró su lugar. No saben
hasta cuándo, pero saben que ahora el Masai Mara es su lugar. Envidié la
inspirada seguridad del momento en que Cristina se percató de eso: de que quería
vivir en Kenia.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES">Van cuatro de cinco: Los rinocerontes<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7wVstVRnUPj3ThllZOZUQyxfrqjKAK5Iz30CaMiMiHS7BJ-b9GyRMFZ3nahzJimR0j5emxhNM7CLZVxcmdpwoCkebYAyPz0H-RI-PmK-ucjci0zlC6lyo12ukrgdzU6CMsBFay0-j4ceu/s1600/DSCF0563.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7wVstVRnUPj3ThllZOZUQyxfrqjKAK5Iz30CaMiMiHS7BJ-b9GyRMFZ3nahzJimR0j5emxhNM7CLZVxcmdpwoCkebYAyPz0H-RI-PmK-ucjci0zlC6lyo12ukrgdzU6CMsBFay0-j4ceu/s200/DSCF0563.JPG" width="200" /></a></div>
<span lang="ES">Y ahí va una sobre
otro de los Grandes Cincos. Yo había oído que los rinocerontes estaban en
peligro de extinción y que los tenían bien refugiados en una zona controlada y
cerrada del Masai, por eso no esperaba encontrarnos con alguno así como si
nada. Pero, en una de esas mañanas de búsqueda de leones, nos dirigimos cada
vez más alto y más alto hacia un monte. No teníamos ni idea de a dónde íbamos,
ni que íbamos a ver, así que la sorpresa, por lo menos para mí, fue monumental.
Ahí estaban, en un claro del monte, junto a dos rangers, dos enormes,
grandiosos rinocerontes, Adán y Eva. Míticos, calmados, pastando, con sus
cuidadores al lado. Salimos del coche, nos acercamos con uno de los ranger como
compañero, nos sacamos miles de fotos, nos apartamos de su camino en línea
recta con cierto acojone, y…, cómo no, Julio entabló conversación con el
ranger. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES">Cuando los planes cambian y no pasa nada: <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJV4X3yBWLBUOvS2zSvvAp5wZA564lZepDhQt-vS1n6aVpPasJsJhyqVuAZi3O3oQyZ5Lh2GhyzbxPyjuKmDKpyUv4Hzuqr6qJo20b8KCHBf_sUi7EeQ_yGHNMnvavWqrnrUzScnyO11L3/s1600/DSCF0568.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJV4X3yBWLBUOvS2zSvvAp5wZA564lZepDhQt-vS1n6aVpPasJsJhyqVuAZi3O3oQyZ5Lh2GhyzbxPyjuKmDKpyUv4Hzuqr6qJo20b8KCHBf_sUi7EeQ_yGHNMnvavWqrnrUzScnyO11L3/s200/DSCF0568.JPG" width="200" /></a></div>
<span lang="ES">Tras los
rinocerontes, subimos al monte, donde estaba el pequeño refugio donde guardaban
a los rinos para protegerlos de los cazadores furtivos. Allí, el coche se
volvió a escoñar. Pero, no pasa nada, esa fue una oportunidad para más
cachondeo, para que las chicas nos tumbásemos a la bartola-literal- para almorzar
pequeños sándwiches acompañados de Tuskers, y para que Julio se irritase porque
había tanto hombre bajo el coche- David, Raúl y Jacobo- que él no tenía hueco
para volver a restregarse por el suelo. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES">La curiosidad de las jirafas<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgP_XZ5OAELVuIUiiFzEl5NSkytpXYoa_oHZTovpkr8-_DH7GdvWHqymdFTsuvZAE1b8wtOKs9dRmrKyrH-PygFqQl3i23NtEAdKl-KEmKkiyR1ZxxymG9Ijb7nALK666ZS0hiJJ7zIEWOZ/s1600/DSCF0576.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgP_XZ5OAELVuIUiiFzEl5NSkytpXYoa_oHZTovpkr8-_DH7GdvWHqymdFTsuvZAE1b8wtOKs9dRmrKyrH-PygFqQl3i23NtEAdKl-KEmKkiyR1ZxxymG9Ijb7nALK666ZS0hiJJ7zIEWOZ/s200/DSCF0576.JPG" width="200" /></a></div>
<span lang="ES">En todos los paseos
que dimos nos encontramos muchísimas jirafas. Cada vez más cerca y más cerca.
Son unos extraños personajes del Masai, ahí en su frágil inmensidad, a cada
lado de la carretera, inmóviles, observando a los extraños. Tuvimos muchas
oportunidades de estar muy próximas a ellas, de admirarlas bien de cerca. En
una de esas ocasiones, en el día de los rinos, un masai del camp nos vino a
rescatar con otro coche. Pues en el traslado de un jeep a otro, ahí nos
quedamos, en mitad de la pista, con jirafas a cada lado, mirándonos. Nos ponen
los ojos como si de humanos se trataran, con la misma curiosidad con la que yo les miro a ellas, con
indiscreción. Son bellísimas, sus caras y su mirada son el reflejo de la falta de maldad. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><o:p> </o:p></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES">El walking safari<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTKucn964mVx_5M0aVcKjP6NrpYOgYlq6DJdcMcDJ0XFC0fuPdih6am_rdgODNgd6Rtl44Wmkisbq5PyDyCjYgiMTO9pWwm3hWu3lh-0gQcGEgfajsa4v-00tWEV6t_1Srp5HWwFmzroZZ/s1600/DSCF0580.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="130" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTKucn964mVx_5M0aVcKjP6NrpYOgYlq6DJdcMcDJ0XFC0fuPdih6am_rdgODNgd6Rtl44Wmkisbq5PyDyCjYgiMTO9pWwm3hWu3lh-0gQcGEgfajsa4v-00tWEV6t_1Srp5HWwFmzroZZ/s200/DSCF0580.JPG" width="200" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHEyrGT5Ker_dBq9a6FBV0WWOk6LTIhUsDFhaM92E4MZriuTs1x3bKXzQUGrqC9YrVlGSkby5jrvcXZTgz1vnPnxFgUOzTzZIG_EqCc5r8UN60Eouakejkt0eh49NewQrar70rR6040i2F/s1600/DSCF0585.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHEyrGT5Ker_dBq9a6FBV0WWOk6LTIhUsDFhaM92E4MZriuTs1x3bKXzQUGrqC9YrVlGSkby5jrvcXZTgz1vnPnxFgUOzTzZIG_EqCc5r8UN60Eouakejkt0eh49NewQrar70rR6040i2F/s200/DSCF0585.JPG" width="200" /></a><span lang="ES">De los últimos
momentos que cuento. El walking safari. Una tarde nos ofrecieron una caminata
por las inmediaciones del camp, con un masai instructor que nos explicaría el
uso de los árboles, las hierbas; a distinguir las diferentes heces de los
animales, a conocer el complejo mundo de las termitas. Ahí andábamos en un
agradable paseo, con las perras jugueteando con Keko-Keko a nuestro alrededor,
o más bien viceversa; con el masai dando detalles de cada rama; con el askari a
nuestras espaldas, a un lado, de frente… Llegamos hasta la zona de la Robinson
Crusoe, ubicada en un pequeño claro de
un pequeño bosque. Un lugar en medio de la salvaje tierra, en donde habíamos
imaginado pasar una noche Julio y yo. ¿Recuerdan en los principios que les
conté como birlamos la tienda de los anfitriones para pasar una noche, mientras
ellos iban a la tienda Robinson?, pues era esto. Da respeto, mucho respeto,
tanto que ahí le pregunté a nuestro profesor que qué había que hacer si se te
aparecía un depredador. En síntesis, no cruzarse en su camino, no mostrar miedo
y pasar de largo. ¿Qué les parece? </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">En ese paseo
también aprendimos a utilizar el arco. Bueno, lo que se dice aprender, pues no
mucho. Éste fue otro momento estelar, pero mejor lo aprecian en video, que
estoy segura de que Julio lo va a insertar. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Y por último, quedó
el final de nuestro agradable paseo, con la llegada de la noche y con la
sorpresa que nos tenían preparada los enkerendes. Este momento, que me muero
por contar, es el que no voy a desvelar, porque merece quedarse en el anonimato,
como los grandes finales de grandes películas. Lo que sí les puedo decir es que
yo, al ver el ambiente, la escena, la atmosfera, lloré de emoción y abracé
agradecida por el momento-regalo a Raúl y a Cristina, inmejorables anfitriones.
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES">¿Recuerdan los cinco grandes?:</span></b><span lang="ES">
Leopardo, Elefante, Rinoceronte, Búfalo y León. Pues nos faltó el León. Sí
señores, mira que buscamos y buscamos. Pues no aparecieron, y eso que dicen que
el Masai Mara es tierra de leones. Yo quiero pensar que la naturaleza lo hizo intencionadamente
para que nos viésemos en la obligación de volver. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><o:p><b><span lang="ES">¿Recuerdan el 'cuidado'?.</span></b><span lang="ES"> Pues, semanas más tarde, los enkerendes nos contaron que para el cumpleaños de Raúl se fueron con seis masais al monte de los rinocerontes a celebrar el día jugando al futbol. Dicen que los masais, los seis, se pasaron el trayecto diciendo el “cuidado”. Ese cuidado tan especial.</span>
</o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><o:p><span lang="ES"><br /></span></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><b>Hoy llevo 62 días
en Kenia, Julio 69</b>. En realidad el post es de los primeros días del año, así que en breve nos pondremos al día...</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dysDOKLQRM4rjaWMQ3z3V1YXSAsinq7Oe6_fgWf_vpixQ4OCM8IY3FZulrpEVlD6Z_sKBXCxWNgBHCNGQtJhw' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div>
<span lang="ES">Hoy el recuerdo es
para nuestros anfitriones, por hacernos pasar de los mejores momentos de nuestra
estancia en Kenia. También para los catorce masais de Enkerende, los que nos
dieron oportunidad de conocer su rica tierra.</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
</div>INGRAVITOhttp://www.blogger.com/profile/07617534931173827323noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-61111839211343691982012-01-22T13:31:00.001+03:002012-01-22T13:45:18.979+03:0055 días en Kenia: Los primeros días del año en Masai Mara<div style="text-align: justify;">
Tras una noche única, y aquí el adjetivo tiene más sentido que nunca, despertamos el primer día del nuevo año en Masai Mara, en el camp de los Enkerendes. Tras esa Noche Vieja, sin resaca, continuamos viviendo nuestros safaris. Porque los días siguientes fueron eso: <b>safaris en compañía de buenos amigos. </b>Voy a intentar resumirlo, pero habrá momentos que guardaré.., algunos porque son indescriptibles; otros porque no quiero desvelar instantes especiales que preparan los enkerendes para sus visitas, no vaya a ser que un día quieran experimentar ustedes mismos los Safaris de Enkerende.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br />
Nos levantamos el
día uno con ánimo de estar relajados, así que perdimos, o ganamos, el tiempo de
cháchara con nuestros nuevos amigos alicantinos en el dinning camp. Unos jugando a la
diana, otras intentando hacer un arroz- paella, yo deambulando entre la
caseta-cocina y la mini sala de juegos de dinning camp… O sea, pasando el
tiempo y disfrutando el día.<br />
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsLpV_UKX462cKUYwdHsjtyoXbXKtXjXf_GVNrgNw5FWCvw-AZJZTC_7yiT93V1L-MjaO3LWfVWULOGH8wl3DP_4azstJz3HjSbcNAFhyrWwndq2KxSxB-brN5A2myHsg5kxf-6IsfNK2X/s1600/collage1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="139" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsLpV_UKX462cKUYwdHsjtyoXbXKtXjXf_GVNrgNw5FWCvw-AZJZTC_7yiT93V1L-MjaO3LWfVWULOGH8wl3DP_4azstJz3HjSbcNAFhyrWwndq2KxSxB-brN5A2myHsg5kxf-6IsfNK2X/s640/collage1.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES">Un atardecer safari<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoDs8pjMb_VSYveivp9L0bWG3nTfpclT-2Yb29I9gOawVwzSFO1JnTDnkZdrbkda0buR63P4u-ZPfanqJFaLwSltlerq10YTgEarOVQS3Za5BereuZ3veHthqBZHj1yEAp_XHom-JlQRNL/s1600/DSCF1361.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoDs8pjMb_VSYveivp9L0bWG3nTfpclT-2Yb29I9gOawVwzSFO1JnTDnkZdrbkda0buR63P4u-ZPfanqJFaLwSltlerq10YTgEarOVQS3Za5BereuZ3veHthqBZHj1yEAp_XHom-JlQRNL/s320/DSCF1361.JPG" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Pero, no se
preocupen que no habrá jornada en Enkerende que no se vaya de safari, de la
manera que sea. <b>En ese primer día del año nos tocó un atardecer safari.</b> Cogimos
el 4x4 y, cruzando el río, nos fuimos a una inmensa llanura del más inmenso
Masai Mara. Allí nos paramos, bajamos y, de vez en cuando, saludábamos a algún
que otro jeep que retornaba a los turistas de turno a sus campamentos. En ese
extenso, bello y único paraje, nos quedamos un ratito, cada uno con su gic
tonic en su propia taza de metal. Cada pareja disfrutando del atardecer,
charlando en el atardecer, sacándose fotos del bonito atardecer… Cada pareja
¿No? porque mientras los demás se embelezaban del adjetivizado atardecer, mi
lindo chico aprovechó el momento para conocer mejor al masai que venía con
nosotros en el viaje. Mientras, yo
esperaba apoyada en el capó del coche con mi gin tonic, esperando a ver si mi lindo chico
se daba cuenta del bello, extraordinario atardecer que nos ofrecía el Masai
Mara. Ni se coscó, pero eso sí, intimó un poco más con otro bello masai. En
fin, es lo que tiene estar con un hombre tan curioso, sociable e interactivo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnpFOeAYWT_dLqoDvkn-4zDooY3X6qMBjSbEmtNY0gX9Lxa94f2mJKB8XDVxx5ym-yoAtoJp7Wmm7DTWDUVGuOt-AUxj0GHWQVOiTHLliK6Me9LeWz2df0cAcP_F8qVjnC6BDqvy9TWvlO/s1600/image_1.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: justify;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnpFOeAYWT_dLqoDvkn-4zDooY3X6qMBjSbEmtNY0gX9Lxa94f2mJKB8XDVxx5ym-yoAtoJp7Wmm7DTWDUVGuOt-AUxj0GHWQVOiTHLliK6Me9LeWz2df0cAcP_F8qVjnC6BDqvy9TWvlO/s200/image_1.jpg" width="200" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><b>Ese safari llegó a
la noche, o la noche nos llegó a ese safari.</b> Así que, con una gran linterna,
que cogían en lo alto Julio y Jacobo, íbamos descubriendo más y más animales:
los tic, tic, conejos africanos, más gacelas, hileras de hipos en fila india
que salían del río para ir a quién sabe dónde. Bellísimos animales, cuya
aparición en la oscuridad era expectante. Imaginen estar en una película, todo
está oscuro, todo es silencioso, alumbras un rincón y, de repente, aparece ante
ti el culo de un gran hipo. ¡Fue genial! </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzpYE8e9cZKgnQcNlFJ9HSYybYDZSil_luuyBsUbUBqkh0t5dW7UrzwP7bwWfW0fr03N_oxQHD_LZAjEHUkBZJ7V0jBDDLxJT2OVGGursG0M6wV32Etqk5fSjKDy5_DCNEFkOglOBHgvDp/s1600/DSCF1370.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzpYE8e9cZKgnQcNlFJ9HSYybYDZSil_luuyBsUbUBqkh0t5dW7UrzwP7bwWfW0fr03N_oxQHD_LZAjEHUkBZJ7V0jBDDLxJT2OVGGursG0M6wV32Etqk5fSjKDy5_DCNEFkOglOBHgvDp/s200/DSCF1370.JPG" width="200" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Ese día, antes del
famoso atardecer, <b>encontramos de nuevo al guepardo</b>. El mismo guepardo de las
otras ocasiones. Esta vez estaba tumbado en un claro, disfrutando de su
tardío almuerzo o de su pronta cena. Y sabemos que es el mismo guepardo porque
tiene unas manchas en el cuerpo, de una infección o algo parecido, que le hace
reconocible. Ahí le dejamos, terminando su cena. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br />
Esa noche, sin
sobresaltos, ni estancadas en el barro, volvimos a nuestro campamento a
disfrutar de otra velada tranquila, junto a la hoguera y al árbol desnudo de hojas,
vestido con candels. Al día siguiente, nos levantábamos temprano para encontrar
bien de mañana a los leones.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Hoy llevo 55 días
en Kenia. Julio 62.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><b>Hoy, un cariñoso
beso a Natalia, que acompañamos desde el África Negra.</b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><b>¿Por cuántos Cinco Grandes iba?</b> Ese día no descubrimos ninguno nuevo. Nos faltaban los
rinocerontes y los reyes de la selva. ¿A ver qué podía hacer Raúl? Como dice
él.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmLFwZ5OMuWfwEiIgrbsD2Sbg4ognYORe2BJSyrvXahUDfAYbCMXj4BIXTqo93Swmlr-7ajS3rMynEjEI9EoeH2nxVUk1fbANZb8bVvGqByXgV97NdDoaHyzQFVJGO0cwEjzWKaYBFU4Cb/s1600/Collages3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmLFwZ5OMuWfwEiIgrbsD2Sbg4ognYORe2BJSyrvXahUDfAYbCMXj4BIXTqo93Swmlr-7ajS3rMynEjEI9EoeH2nxVUk1fbANZb8bVvGqByXgV97NdDoaHyzQFVJGO0cwEjzWKaYBFU4Cb/s640/Collages3.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>INGRAVITOhttp://www.blogger.com/profile/07617534931173827323noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-42831005777852416062012-01-17T11:42:00.001+03:002012-01-18T18:23:53.773+03:0051 días en Kenia: El cotillón masai<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="text-align: justify;"><b>Llegó la Noche Vieja.</b> Tras un safari, una siesta, en la preparada para la ocasión tienda número dos, nuestra caseta junto al río, y una ducha, llegó la Noche Vieja. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPg2VxMHfQXDpi6qNtZq_VDuDSV3ypaZVg77pKFXf53GxosPj_DJUyCYpJeylsyFGhhYsnOFLEfoJkG52Dqk-nicHAxLABHpdGmmh0Fue-q_77l5oAPeF6p_Tmo0vvzap2EIl8A-fOfsQu/s1600/IMG_6155.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPg2VxMHfQXDpi6qNtZq_VDuDSV3ypaZVg77pKFXf53GxosPj_DJUyCYpJeylsyFGhhYsnOFLEfoJkG52Dqk-nicHAxLABHpdGmmh0Fue-q_77l5oAPeF6p_Tmo0vvzap2EIl8A-fOfsQu/s320/IMG_6155.JPG" width="320" /></a></div>
Quedamos sobre las nueve en el Dinning camp. Todos duñaditos, coloraditos del sol y aromáticos. Ese día, Raúl le había preguntado al staff si querían ir a sus casas o si se quedaban con nosotros a celebrar la Noche Vieja. Pero, como los jóvenes masais no son muy decididos a dar respuestas rápidas, Raúl decidió que se quedaban. Así que, preparados todos para celebrar juntos la Noche Vieja: los catorce masais del camp, los mejores amigos de los enkerendes, los enkerendes, Pepa, Mara, Keko-Keko, y los que estamos de paso en África: Julio y Yo.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Mama y Papa</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Algo que no les he comentado antes, aunque me llamó mucho la atención desde que conocimos a Raúl en Casablanca y nos contaba las historias de Enkerende, es que los masais del camp llaman <b><i>Papa y Mama</i></b>.a Raúl y a Cristina. Cuando preguntan algo que tienen que hacer dicen, por ejemplo: <i>“¿Preparamos hoy el coche para salir, Papa?”</i> o <i>“Mama, ¿mañana se desayuna en el río?”</i>... Surge de forma natural, no es forzado y creo que es muy común en Kenia porque no es la primera vez que lo oigo. Incluso, una noche que salimos con Francis y O, a Francis le dio por llamarme Mama… Bueno, fuera como fuera o, sea como sea, es bonito, natural y espontáneo. Además, en bocas de los enkerendes siempre surge la palabra<i> ‘nuestra familia’ </i>cuando hablan de su camp, así que supongo que es normal que representen el papel patriarcal.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pues eso, <i>Papa y Mama </i>nos habían preparado una mesa a la española para la ocasión. Cristina ya se había preocupado de ello trayendo en sus extraviadas y recuperadas maletas un montón de productos made in Spain. Ya comenté el menú, ¿verdad? Jamón, queso, foie, turrón…, acompañado de vino y gic tonic. Esa fue nuestra exquisita cena que paladeamos con ganas, hambre y placer. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El Dinnign camp estaba también organizado para la ocasión. Con hogueras a los lados, la música lista en una esquina, las dos mesas- la española para seis comensales y la masai para catorce- preparadas con sus típicos manteles rojos característicos del camp, en esta ocasión adornados con auténticas servilletas navideñas. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh25EtOueqg5FHTK8U1HxlPASDKMAfFBKvs2dnuHoFXpP5zypdsEQkpSAzX4bhwFRkaeRLmiMB0mneSK_U57JjD8Y0BqcOqWmrvyVNl2WBvSj-OEgvT4fzY1LK-MioLVrIOHBpahN-R-1po/s1600/IMG_6156.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh25EtOueqg5FHTK8U1HxlPASDKMAfFBKvs2dnuHoFXpP5zypdsEQkpSAzX4bhwFRkaeRLmiMB0mneSK_U57JjD8Y0BqcOqWmrvyVNl2WBvSj-OEgvT4fzY1LK-MioLVrIOHBpahN-R-1po/s320/IMG_6156.JPG" width="320" /></a></div>
Llegaron los comensales –ellas guapísimas, por cierto, con ropita para la ocasión…, no se los perdonaré nunca- y, sobre las diez de la noche, nos sentamos todos para comer cada uno lo suyo. Los españoles a la española y los masais a lo masai: carne con salsa, papas, y chapata. Pregunté el nombre del plato,... pero es que no lo recuerdo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En fin, nosotros con nuestros vinitos y ellos con sus sprais, porque resulta que no toleran muy bien el alcohol, o lo toleran tan bien que con una cerveza ya están chusos perdidos. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Uvas de seis, pa 20</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La cena estuvo genial, pero lo estrafalario, lo verdaderamente auténtico fue el resto de la velada que comenzó con las doce campanadas. Cristina fue a por las uvas que compartimos con los masais, todos ellos estrujados juntitos en una esquina del salón. Y así, como Jesús multiplicando peces, nosotros, no sé cómo, repartimos uvas pa doce entre 20. Raúl imitaba los dongs, yo daba golpes con una cuchara en una taza, y Julio iba instruyendo a los masais sobre cuando debían comerse las uvas. <b>Llegó 2012, besos, abrazos, felicitaciones, champan para todos y comenzamos a bailar. Pero, antes: ‘El cotillón’. </b></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>El cotillón fue el elemento estrella </b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbYvzjCrYBJMI2-3DeflRKCbL2xBQBl7zQ-8BYWuHJWhY-HaReEZsDunplTTrH4VXY0VI6PYnJ9zq8nv3p_G-Hvtids6CEREpcpCe8skU8z8FATRrq716GQb-JV88DzpNfufCDiHWummUH/s1600/image3.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbYvzjCrYBJMI2-3DeflRKCbL2xBQBl7zQ-8BYWuHJWhY-HaReEZsDunplTTrH4VXY0VI6PYnJ9zq8nv3p_G-Hvtids6CEREpcpCe8skU8z8FATRrq716GQb-JV88DzpNfufCDiHWummUH/s200/image3.jpg" width="200" /></a></div>
El cotillón fue la clave para introducir a los masais en la fiesta. Los había traído Cristina en las famosas maletas. Ya saben de qué va: gorritos de papel, antifaces, collares, pitos, globos, serpentinas. Pues imaginen todo, toito junto y puesto al revés en las cabezas de los masais. <b>De verdad que en mi vida le he visto más sentido a la existencia de los cotillones.</b> Todavía hoy sigo sonriendo al recordar a los lindos y sonrientes masais con sus gorritos y antifaces puestos al revés.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hubo de todo: un poquito de Joaquín Sabina, los clásicos de toda la vida, Sawa, Sawa, típica keniata, sevillanas…. Dábamos saltitos con cada canción; parábamos para jugar a no dejar que el globo se cayese al suelo; Julio competía con los masais a ver quién era el que más fuerte hacía sonar el matasuegras. Ellos en su esquinita, poquito a poco, abriendo el círculo, con sus sombreritos, moviendo sin parar los hombros, sonrientes. Llegamos a hacer incluso un trenecito, ¿Lo pueden imaginar?<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCZtYKvFcD8_FafqgUh53Gb74A0bpWjQG5myQ791ms_B_N-f-oyZvnO9F5leJXXOf67xmyxaxPRn2x4FPKi-jaMvG5_WrCU4eacbur9IWpfMZfANu55_kjDSQ3IsMaiMIfA8jvuDqWmM3K/s1600/collage1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="147" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCZtYKvFcD8_FafqgUh53Gb74A0bpWjQG5myQ791ms_B_N-f-oyZvnO9F5leJXXOf67xmyxaxPRn2x4FPKi-jaMvG5_WrCU4eacbur9IWpfMZfANu55_kjDSQ3IsMaiMIfA8jvuDqWmM3K/s640/collage1.jpg" width="640" /></a></div>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En eso que llegaron David y Manolo- no se den a engaños, son masais- que se habían perdido el inicio de la fiesta porque por la tarde fueron a Aitong, el pueblo más cercano, a buscar suministros y, como pasa a menudo, por el camino se quedaron colgados en algún risco con el 4x4. Pues hasta la una no llegaron con el coche arreglado y con más bebidas para los comensales. La bienvenida fue de entusiasmo y los introdujimos en el ambiente en un pis pas. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>La entrada de año con ritmo masai </b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
David se quedó a mi lado observando el disparate colorido y en eso aproveché para preguntarle si los masais no tenían canciones para la Noche Vieja. Pues en cinco minutos nos encontramos sumergidos en su ritmo masai. Sobre todo Raúl y a Julio, que seguían o intentaban seguir el movimiento y la melodía de los masais. Fue otro momento irrepetible, único, y con este recuerdo no me sale la sonrisa, sino la carcajada. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Sevillanas y flamencos para todos </b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEC_EwgYEtmEXv5qAvVHxILI4Ib2UHMSpTdD2YMnBflOzfQcDiIteZtm1v0MYMginVBsjSbq6u-HlsVmRHWKNcx1pIJRfRa7kNgqMEMf4GcM21UevROHq_lqtarHDHHvYAZiNq_QziLsN9/s1600/collage2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="132" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEC_EwgYEtmEXv5qAvVHxILI4Ib2UHMSpTdD2YMnBflOzfQcDiIteZtm1v0MYMginVBsjSbq6u-HlsVmRHWKNcx1pIJRfRa7kNgqMEMf4GcM21UevROHq_lqtarHDHHvYAZiNq_QziLsN9/s400/collage2.jpg" width="400" /></a></div>
¡Ah! Julio y yo también aportamos nuestra granito de arena. Yo ofrecí a los masais lo que creía podría ser el baile típico español: un flamenco made in Laura a lo Lola Flores, con el que dejé acojonados y más arrinconados a los masaís; mientras, Julio fue más allá. Los puso en fila y les enseñó, poquito a poco, pasos de sevillanas- curioso porque Julio no tiene ni pajotera idea de sevillanas- pero, tenías que verlos: brazo izquierdo arriba, todos con el brazo arriba; la otra mano al estómago, todos con la mano en el estómago; pasito adelante… y tachín, tachín, tachín… Que es la melodía que suele poner Julio a los pasos de baile. Otro momento inolvidable y más carcajadas. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Finalmente, una de futbolines </b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La noche trascurrió así, con bailes y ritmos masais, una de Joaquín por el medio, otra europea, risas, charlas, y finalmente futbolín. Los muzungus contra los masais, los masais contra los muzungus; muzungus y masais contra masais y muzungus,… Mientras, los tímidos se iban acercando más y más, animados por las cervecitas. Sobre todo me refiero al nuevo, Letina, un masai recomendado por Topo, muy tímido porque no habla inglés, pero muy concienzudo en su trabajo, tanto que casi nos achicharra añadiendo troncos a la hoguera. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>"¿ Y el camp,.. Tú crees que el camp está seguro?"</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Terminamos la noche con los masais entusiasmados jugando de lleno al futbolín, Cris, Raúl, Julio y yo sentados escuchando tranquilamente música. Julio meditativo acariciando a Pepa; Cris y Raúl disfrutando de su hogar y preguntado de vez en cuando a Nacho- Napone-que qué pasaba con la seguridad del camp. Raúl se dirigía al entusiasmado Nacho que estaba jugando al futbolín, <i>“¿Nacho, tú qué piensas que el campamento está seguro?”. </i>Se lo preguntaba a él porque es uno de askaris- vigilantes- y resulta que todos los askaris estaban jugando al futbolín. Nacho, con mucha seguridad decía: <i>“Sí, sí, el campamento está seguro”</i> –<i>“Are you sure?”</i>, insistía Raúl. Nos reíamos todos y otros diez minutos de silencio, tras los que Raúl volvía a preguntar por la seguridad del campamento. El ritual se repitió unas cuantas veces y en todas nos reíamos. </div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrOl-jPDTkqAY46rHa2t74ZloAH-odUJMzHfFQwzd7yXgKhE37SlrIpPdkLLD7vRfpffsPb-PXHvbP31xz1DsbykaJpfeu6-Uy4bKhxFoYQcbNEth2lxjMPVraataAPPo9oQi4L8fOmf6H/s1600/collage3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="143" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrOl-jPDTkqAY46rHa2t74ZloAH-odUJMzHfFQwzd7yXgKhE37SlrIpPdkLLD7vRfpffsPb-PXHvbP31xz1DsbykaJpfeu6-Uy4bKhxFoYQcbNEth2lxjMPVraataAPPo9oQi4L8fOmf6H/s400/collage3.jpg" width="400" /></a></div>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Finalmente, Julio y yo seguimos los pasos de Jacobo y Raquel y nos fuimos a dormir. Ya en la cama, seguía oyendo a lo lejos las voces entusiastas de los masais -de lo que podría definir- cantando una canción de Joaquín Sabina… Creo que Raúl intentaba enseñarles algunas de las míticas poesías del compositor de todos los tiempos. Ahí me dormí. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Fue una Noche Vieja estupenda, con detalles inolvidables, como fue ver a uno de los jóvenes masais disfrutar del momento –no recuerdo el nombre y me va a perdonar-. Uno de los bajitos, muy jovencito, con una cara muy dulce, una mirada muy limpia y una sonrisa lindísima, que se pasó toda la noche bailando con ritmos de hombros de un lado a otro, acompañados de pasito cortos, mientras mostraba una chancla en un pie y una bota de agua, en el otro. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Hoy llevo 51 días en Kenia. Julio, 58. </b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Las palabras masaís para Julio… Que yo estoy en mi empeño de mejorar el inglés. Ya saben: pole, pole </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por cierto, el nombre masai de Nacho es muy bonito, mucho más que el español, pero mira que lo intento y no lo recuerdo, aunque creo que es Napone. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Las fotos, también tarea de julio. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hoy he hablado con Ara. No vean que ilusión me ha hecho. Un besote para mi chica y para mi zanahorio. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hoy, en nuestras charlas nos hemos acordado mucho de Kiko y Rebe… Un beso enorme, pareja.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Hoy, mientras tomábamos unas cositas en el Coco Yambo, imaginábamos
qué haríamos y dónde iríamos si un amigo nos viniese a visitar. Amigo, te
esperamos.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-kf3vUpbDXVgRWT2K-Knfw4NXEo2DUj_mQDYl5xrfTbJrZbCpa48g4W80Nb43GFWVEFun5TB5cef81aI64fBUQrmh0Kwbxg3YdQJBlbU8U2O0AVr4rwE3lOKF-TqusJsGw7MGr4fa1PX-/s1600/collage4b.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-kf3vUpbDXVgRWT2K-Knfw4NXEo2DUj_mQDYl5xrfTbJrZbCpa48g4W80Nb43GFWVEFun5TB5cef81aI64fBUQrmh0Kwbxg3YdQJBlbU8U2O0AVr4rwE3lOKF-TqusJsGw7MGr4fa1PX-/s640/collage4b.jpg" width="640" /></a></div>
<br /></div>xxhttp://www.blogger.com/profile/07453102333519279485noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-31304873858966459852012-01-13T20:01:00.000+03:002012-01-17T11:54:59.927+03:0047 días en Kenia: Y llegó en último día del año en Masai Mara<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZec3XavIFtfsNDfD-TKW4kgDmxN3zHfbnbzeVgGgcyZhmecxvkLUW4y1KCv7Zx1xQ7x7lv7nWq51a7_r4SiBNVuNePbznwWuaG2GLTiGA5yfubshgNUN4LrzcCub3-P-QOiQlRrgeLert/s1600/masai+210.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="133" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZec3XavIFtfsNDfD-TKW4kgDmxN3zHfbnbzeVgGgcyZhmecxvkLUW4y1KCv7Zx1xQ7x7lv7nWq51a7_r4SiBNVuNePbznwWuaG2GLTiGA5yfubshgNUN4LrzcCub3-P-QOiQlRrgeLert/s200/masai+210.jpg" width="200" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><b>Y llegó el día de Noche Vieja. </b>Despertamos
junto al Mara, con el peculiar grujido de los hipos. Desayunamos en el río y
esperamos a ver qué nos deparaba la jornada jugando con Pepa y Mara, intentando
acariciar a Keko- Keko, sacándonos otras tantas fotos más junto a él….</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Ese día, además de otro safari, teníamos que
ir a la pista de avionetas a recoger las maletas de Cristina que se habían
extraviado, quién sabe dónde, en su retorno a Kenia. Irremediablemente y
afortunadamente cada vez que sales del campamento haces un safari, así que
vuelta a los caminos imposibles, nunca los mismos porque, como con las Dunas de
Maspalomas, estos cambian al abrigo de la noche y a capricho del tiempo y de
los animales.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Recuerdan que hablé de los cinco grandes: <b>Leopardo</b>, León, Elefante, Búfalo y
Rinoceronte. El <b>Leopardo</b> lo vimos el
mismo día que llegamos al campamento. Subido a un árbol y con su almuerzo en
una rama por encima de él. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES">Búfalos,
búfalos…<o:p></o:p></span></b></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhT8bY6lyEH36ftB50rbzsO06TpV7N7FPsgi0ofIfPcIz8o7pmNTuncBl8euT_x7OvOgTJLlpnEsz6R04A3Ru9VO1an4zUIJik4MISxqwagt7Vdf_cLRBZgG3aau6lAWvLaAszYVrHjC5is/s1600/warthog.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhT8bY6lyEH36ftB50rbzsO06TpV7N7FPsgi0ofIfPcIz8o7pmNTuncBl8euT_x7OvOgTJLlpnEsz6R04A3Ru9VO1an4zUIJik4MISxqwagt7Vdf_cLRBZgG3aau6lAWvLaAszYVrHjC5is/s1600/warthog.jpg" /></a><span lang="ES">Bueno, pues no sé si en este safari, o en
otro, descubrimos el <b>Búfalo</b>, el feo,
oscuro e impresionante búfalo. Tan feo, tan histórico y tan leyenda que me
pareció bellísimo…, pero no tanto como los lindos pumbas -aunque Julio dicen
que son los bichos más feos del mundo-. Es lo que tiene Disney, que te hace
sentir cariño hasta por el animal más fachoso.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvbUSJaeMLwkqVEk5dNB9b89HXyjOGn4mkwjFNT0woApADtBDNfnIw4-w15OzIdsBJtpJKoKdWx2Sk-cvfnzVOZMnBDuHBMDo_Cfge5jAB3QN9JVZygHRhtTIv2kGiglfEkUIQvBIbewfr/s1600/DSCF0539.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvbUSJaeMLwkqVEk5dNB9b89HXyjOGn4mkwjFNT0woApADtBDNfnIw4-w15OzIdsBJtpJKoKdWx2Sk-cvfnzVOZMnBDuHBMDo_Cfge5jAB3QN9JVZygHRhtTIv2kGiglfEkUIQvBIbewfr/s200/DSCF0539.JPG" width="200" /></a><span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Los Búfalos se te aparecen de repente, o te
apareces ante ellos de repente, en manada, tranquilos, calmados, moviendo esas
orejas tan peculiares bajo los cuernos, mirándonos, observando nuestros
movimientos. Tras el primer encuentro, con los días, de vez en cuando, <b>tropezábamos con un búfalo solitario
tumbado bajo un árbol, pachorro y sin expectativas de moverse</b>. Señores,
¡Qué imagen!</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES">La
orgullosa acacia<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES"><br /></span></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9UsSZL6O59Cq6mDkM4cTfHeut4g6421KZLSHIwGUJohG9YJJSgObKU6CHqiOvWqTrnv1UhlvkvWpS04rnTX_qXxatDAy2BS6VsB_xHfRQ_nlNNoyYo6rOt5l1L580FXeRSbtE3-JQkIOG/s1600/DSCF0457.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9UsSZL6O59Cq6mDkM4cTfHeut4g6421KZLSHIwGUJohG9YJJSgObKU6CHqiOvWqTrnv1UhlvkvWpS04rnTX_qXxatDAy2BS6VsB_xHfRQ_nlNNoyYo6rOt5l1L580FXeRSbtE3-JQkIOG/s200/DSCF0457.JPG" width="200" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Seguimos nuestro camino, cruzando el río y
subiendo al monte para descubrir entre las manadas una de las fotografías más
bonitas del país, una de las preferidas de los enkerendes. Es una imagen
sencilla, corriente, pero creo que representa a la perfección el paisaje del Masai
Mara<b>. Se trata de una orgullosa acacia
que, con el tiempo, ha perdido tierra donde agarrarse</b>, así que
resistiéndose a caer, se alza inclinándose hacia el río mostrando sus fuertes
raíces. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Creo que fue en ese trayecto cuando vimos otro
de los cinco: <b>El Elefante</b>. Subimos
un monte y ahí estaban. Dos hembras en fila india –según nos comentan, una muy
mayor-, cinco metros de distancia entre ellas, con un sorprende silencio en su
andar. Paramos y admiramos sus pasos. Uno, dos, baja la cabeza, rodea un manojo
de hierbas con la trompa, lo arranca y lo introduce en la boca, mueve las
inmensas orejas. Otra vez, uno, dos, tres pasos, baja la cabeza… Nosotros
cerca, muy cerca, con el motor apagado, todos en silencio, invisibles para
ellas,…o por lo menos lo parecía…</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtyzNHmI_hwX-bozd2v_8hdTQKpZDukh1fl2UEZhX59NqnJJPSusS0kMLqj8noNJPSS35AVeug-SKVsEhAx60nrLhfFmDdc0qkIESRU_5JaZPpNa1Zdh-sTCHgBhluzwEby7TPLtG4NJMj/s1600/DSCF0377.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtyzNHmI_hwX-bozd2v_8hdTQKpZDukh1fl2UEZhX59NqnJJPSusS0kMLqj8noNJPSS35AVeug-SKVsEhAx60nrLhfFmDdc0qkIESRU_5JaZPpNa1Zdh-sTCHgBhluzwEby7TPLtG4NJMj/s200/DSCF0377.JPG" width="200" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">¿Sabían que los elefantes son los más
imprevisibles y agresivos animales de la Sabana, en el caso de que les
inoportunes? ¿Sabían que se comunican entre ellos dando golpes en la tierra con
las patas? Cómo si se trataran de tamboreos… Yo no lo sabía. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES">La
manyatta<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Cinco o diez minutos después- se trata uno de
esos tiempos en los que se para todo menos ellos, los animales- seguimos
nuestro destino hacia la pista de avionetas, pero antes visitamos una <b>Manyatta.
<o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><b><br /></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES">Las
manyattas son los asentamientos de los masais que se dispersan en la Sabana</span></b><span lang="ES">. Se tratan de círculos de chozas que se ordenan alrededor de un corral
de ramas dispuesto para proteger el ganado de los animales salvajes. Son
auténticos, originales y tradicionales, pero muchos ahora se han convertido en
manyattas de trabajo, en pequeñas recreaciones para los turistas. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBCkA5BB2afB8hoQwnweBDjy0zt61SGQas9-iseTuV6Jn0I8sjvVBHdCg_6UzWJo6IwwDmoKKmtLt6At8B_TaMZ20X0Xyd8f4skUiNtLHf6YPTQZe2_spVSOYd3bV4q-srfC3ahhn5fVf_/s1600/DSCF0492.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBCkA5BB2afB8hoQwnweBDjy0zt61SGQas9-iseTuV6Jn0I8sjvVBHdCg_6UzWJo6IwwDmoKKmtLt6At8B_TaMZ20X0Xyd8f4skUiNtLHf6YPTQZe2_spVSOYd3bV4q-srfC3ahhn5fVf_/s200/DSCF0492.JPG" width="200" /></a><span lang="ES">Al que acudimos nosotros era ambas cosas: una
manyatta original, acompañada de una plaza de vendedores. Nos cantaron, nos
bailaron y después un joven masai- que bien podría ser un actor por su bien
parecido y su don de comunicación- nos explicó cómo vive la gente en las
manyattas. En realidad, a mí, a Raquel y esporádicamente a Jacobo, porque los
otros tres (Raúl, Cristina y Julio) deambulaban por ahí hablando con las
mujeres o guerreros del lugar, dando caramelos a niños frente a la mirada de
reprobación de las madres, o sacando fotos, muchísimas fotos. Es más, Julio se
emocionó tanto con los niños, con la autentica gente del lugar, con interactuar
con ellos, con retratarlos, que se olvidó de sacar una única foto de mí allí.
Por ese descuido estuve torturándole todo el día… ¡Vaya que sí!... Como
compensación me sacó una junto a Manolo, un simpático masai del camp que nos
acompañó ese día. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">En la mayatta nos mostraron y describieron una
de las chozas familiares, la forma de vivir, de proteger su ganado y cómo las
cosas cambiaban con el tiempo. Fue interesante, pero mejor fue estar diez
minutos con ellos, con los niños, los sucios y guapos niños. </span><br />
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dy-2nnFyYNSP2HNTfPkeI0Jpx9uII23GZLaMiVnEBqyQLcvmaFHEOlzqDScvkRbjaWrhNks_BQUxY0E7axyxA' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Tras duras negociaciones, regateos, charlas de
ingenio y demás, compramos algunas chucherías y seguimos nuestro camino. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Comimos unos sándwiches en la pista de
avionetas, acompañados de huevos duros hechos en el camp. Recogimos las
maletas, llenitas de productos españoles y, sobre todo, alicantinos: quesos,
boquerones, foie, jamón serrano, turrón,… nuestra cena de Noche Vieja, y
volvimos a casa… ¿Se dan cuenta? He dicho a casa. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">En la vuelta por el mismo paisaje, David hizo
un desvió para llevarnos a una explanada sobre el río. Sabía perfectamente dónde
nos guiaba, justo al lugar donde reposan los cocodrilos. No creía que fuese a
verlos, pero ahí estaban, dos inmensos, calmados y sigilosos cocodrilos: uno,
tomando el sol, y el otro, sumergiéndose hacia los hipos. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgC3jDeyTR0aYVBgPPAsK3iSfsiUJ6ByhHPbVKXBIfS6mH27n3UDZ6LL5TDgr6ZPwhm7ZB_fj19QVT3j1hOxARx1ABttIcGvZSQYn_audo_hyphenhyphenhnG0PMf-jK3NirmWq-db_gdcjAJs4v82mj/s1600/47.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="147" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgC3jDeyTR0aYVBgPPAsK3iSfsiUJ6ByhHPbVKXBIfS6mH27n3UDZ6LL5TDgr6ZPwhm7ZB_fj19QVT3j1hOxARx1ABttIcGvZSQYn_audo_hyphenhyphenhnG0PMf-jK3NirmWq-db_gdcjAJs4v82mj/s640/47.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES">Tres
cosas me llamaron la atención de los animales que conocí en este paseo:</span></b><span lang="ES"> Una, las orejas caídas de los búfalos y sus arrítmicos movimientos;
dos, el neutro color grisáceo de los elefantes, las arrugas de su inmensa piel
y el sonoro silencio de sus pasos; tres, el brillo, la geometría y el color de
los lomos de los cocodrilos, así como su pacífico saber estar junto a los
hipos. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Este fue el día de la Noche vieja, o quizás
no…. Porque ya empieza a estar lejana nuestra experiencia en Enkerende y creó
que confundo los momentos. Puede que nuestros encuentros con estos animales
fuesen en otros safaris. Pero, ¿Qué más da? Verlos los vimos, y sentirlos los
sentimos. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Vamos tres de los Cinco Grandes: <b>Leopardo, Búfalo y Elefante.</b> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><b><br /></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Mañana les cuento la especial Noche Vieja.
Nunca en la vida hemos vivido un fin de año como ese… Fue auténtico, infantil,
tranquilo y no creo que volvamos a repetir una experiencia igual. <b>Festejamos la despedida 2011 junto a los
masais. <o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><b><br /></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Hoy llevo 47 días en Kenia. Julio, 54</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Tengo muchas más historias que contar: las de
después de Enkerende. Así que las apunto para no olvidarlas y continuar con
ellas para cuando termine nuestra experiencia en el Masai Mara: La cena de
Reyes Magos, Las misioneras mexicanas de la parroquia de Guadalupe que trabajan
en Kibera; el proyecto de Xotchitl: <i>‘Creciendo,
creando y recreando’</i>; las iniciativas de ayuda de los Akicha para el pueblo
Turkana- Olatz y Francis- Mi nuevo profesor de inglés y su hermana, una
campeona atlética paraolímpica: Los Wafula; La amistad entre Francis y Julio;
las conversaciones que mantenemos con Judit, la que viene a limpiar; el majete
de Nasib, el chófer cómplice de Julio; la admiración por esta gente, la
impresión de estar todavía en la superficie de la realidad keniata, la
necesidad de hacer algo, de ser útil….</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Palabras, en esta ocasión masais, las que nos
ha apuntado Raúl por email- Julio no olvides ponerlas- </span><br />
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES">Pasado
más de un mes</span></b><span lang="ES">, empezamos a sentir la necesidad de ver
a los nuestros. Cuanto más pasa el tiempo, más les añoramos y más nos damos
cuenta de los que les necesitamos: a la familia, a los amigos, a los
especiales. Yo, en particular, tengo muchas ganas de dar un gran abrazo a
muchos de los míos: a mis especiales. Sé
que Julio también añora mucho, mucho, a los suyos. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Pd: Las fotos las elige Julio. Espero que
ponga muchas de cada momento… </span><br />
<div style="text-align: -webkit-auto;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<span lang="ES">Palabras Masais: "shopa", "ashé", "olesere". creo que olesere significa "adiós", ¿es así Raúl?.</span></div>
<div style="text-align: -webkit-auto;">
<span style="color: #2b3100; font-family: Candara; font-size: x-small;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgMLWfv7HDUk9ldSEy405F_xWCwFueQmegvf_giQJxqdTn_KVrkuPdmZdUilWtYmsmgO9pEIpqI020CLxE4lpNuWyrTUJpkTcU2IdIzDaPY0kGYLln1k54u-hG-4iKInDPSjg-y8Q9nuF7/s1600/MASSAI+MARA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgMLWfv7HDUk9ldSEy405F_xWCwFueQmegvf_giQJxqdTn_KVrkuPdmZdUilWtYmsmgO9pEIpqI020CLxE4lpNuWyrTUJpkTcU2IdIzDaPY0kGYLln1k54u-hG-4iKInDPSjg-y8Q9nuF7/s640/MASSAI+MARA.jpg" width="640" /></a></div>
<br /></div>INGRAVITOhttp://www.blogger.com/profile/07617534931173827323noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-57305585779423853652012-01-11T10:59:00.002+03:002012-01-14T08:26:36.341+03:0045 días en Kenia: Y llegaron las Safaris<span style="text-align: justify;">Hoy estoy realmente cansada, pero lo voy a
intentar porque Enkerende, los enkerendes y los masais de Enkerende, lo
merecen. Además, tocan los safaris, los únicos e irrepetibles safaris.</span><br />
<span style="text-align: justify;"><br /></span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">En realidad, <b>en Enkerende cada momento fue
único y distinto.</b> Todos los desayunos eran especiales; los momentos muertos,
necesarios; los gin tonic junto a la hoguera, únicos; las siestas, deliciosas,
y las charlas, todas, hasta la más tonta, irrepetibles. Pero, desde luego que
lo que no tuvieron desperdicios fueron los safaris.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES">Enkerende
para nosotros solos <o:p></o:p></span></b><br />
<b><span lang="ES"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Enkerende se quedó solo para nosotros a partir
del segundo día hasta nuestra marcha. Un pequeño paraíso exclusivo para cuatro
amigos y otra pareja en camino de serlo: Julio y yo. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjukCrqDVhm906KGbmmsfHbRVUp9HBl_IrI50wiqJDrVh3Wq9OXPiWW-UFp6fJFfb5JBc25y4SUsRB0a5yDMqgkuB24vmlIY7lQk5XR0-mBaovIBa9QybyqQRIDGXK7rqT2TpoIEImmcpUY/s1600/DSCF0458.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjukCrqDVhm906KGbmmsfHbRVUp9HBl_IrI50wiqJDrVh3Wq9OXPiWW-UFp6fJFfb5JBc25y4SUsRB0a5yDMqgkuB24vmlIY7lQk5XR0-mBaovIBa9QybyqQRIDGXK7rqT2TpoIEImmcpUY/s320/DSCF0458.JPG" width="320" /></a><span lang="ES"></span></div>
<div style="text-align: justify;">
El día prometía sólo despertar. <b>Disfrutamos de
un largo, copioso y rico desayuno a la orilla del río</b> y, entre charlita y
charlita, esperamos a que nos organizasen la jornada. Desde luego que para
Jacobo, Raquel, Julio y yo, Enkerende fue unas vacaciones de verdad, de esas
que no se piensan, no se decide, no se elige. Pero supongo que Raúl y Cristina
no comparten la misma opinión. En fin, algún día se les compensará, seguro,
porque tarde o temprano recibes lo que das. Así que, enkerendes, si leen el blog,
ya saben, no desespere…</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Bueno, que estaba en el desayuno de Enkerende.
De verdad que no me resisto a no contar qué desayunábamos: zumo natural, cada
día diferente: mango, plátano, piña; trocitos de fruta; tostadas con
mantequilla- me encantaba esa mantequilla-; huevos revueltos o en tortilla, con
salchichas y beicon; tortitas con Nutela y café, pero no cualquier café, sino
ese que no te pone nervioso. Ya saben ¿No?
Sé que enumerar qué desayunábamos es una chorrada, pero es que los
disfruté tanto. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES">Julio bautiza
a un masai: Nacho<o:p></o:p></span></b><br />
<b><span lang="ES"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Nos tomamos el día con calma. Julio iba y
venía, aparecía y desaparecía, y volvía con alguna historia de un masai. En una
de esas nos dice que ha bautizado a un masai. Es uno de los ascari, uno muy
alto. Le pidió que le pusiese un nombre en español. A Julio le daba pudor
elegir por él, así que enumeró unos
cuantos nombres y el masai optó por Nacho. Para mí que se apoderó del que le
venía al pelo. Desde entonces, allí donde le veíamos, le llamábamos Nacho. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Mientras, las muzungas, cotilleábamos el
campamento. Algo así como: aquí el salón, aquí los baños, pero en versión camp.
Deambulábamos por ahí con Pepa, Mara y Keko-Keko jugando a nuestro alrededor.
Pepa y Mara son dos perras, según Raúl
de raza masai, juguetonas, divertidas, cariñosas y traviesas. Se pasan el día
retando a Keko- Keko y éste las vacila de mala manera, esquivándolas con sus
saltos de 180 grados. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES">El
primer safari: el leopardo y los barriales<o:p></o:p></span></b><br />
<b><span lang="ES"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">En fin. Voy a lo importante. Pero aviso que,
para mí, todo fue importante. Ese fue el
día de nuestro primer safari. En realidad, de mí primer safari, porque el resto
de la comitiva ya había vivido alguna en su vida. Es una pena pero no recuerdo
qué animal fue el primero que vimos. Los montes estaban llenos de manadas de
todo. Ya los he nombrado y supongo que ya saben que animales habitan en la
Reserva de Masai Mara ¿No?</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUGU7ehzNpp_SvhiSTjGdU7lAOY09ujyPsZgXP7hhck3Ja8V9CJmPe8_mGudtmeyHQyd3u68ubCSz79gYwdrw-YbN3EZbMmLR9bkHInkO8fQ-AOolTmA8m1hGrEPovoVLL-lIpHpS3PoTM/s1600/masai+398.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; display: inline !important; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUGU7ehzNpp_SvhiSTjGdU7lAOY09ujyPsZgXP7hhck3Ja8V9CJmPe8_mGudtmeyHQyd3u68ubCSz79gYwdrw-YbN3EZbMmLR9bkHInkO8fQ-AOolTmA8m1hGrEPovoVLL-lIpHpS3PoTM/s320/masai+398.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">L preparada para descubrirlo todo</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Ahora pienso que esto de los safaris es más qué ver
animales, es también la expectativa de si te encuentras alguno de los Ci<b>nco Grandes: Leopardo, León, Elefante, Búfalo y Rinoceronte. </b>Cuando preguntábamos
por alguno, Raúl decía en clave de humor y un poco socarrón: ¿A ver qué podemos
hacer?, como si de él dependiese. Y sí que hizo, sí… </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Ya pueden imaginar mi emoción, supongo que
mayor que la de nadie, por ser la primeriza en esto de los safaris. Ahí, en
medio del infinito, dando saltos, tumbos, inclinándonos, alongados al techo abierto del 4x4, mirando de un lado
a otro, buscando entre matorrales, señalando un nuevo animal. A la derecha,
jirafas; a la izquierda, una familia de pumbas; a todos los lados, cebras,
gacelas, impalas…Les puedo asegurar que, cada día, en cada safari, descubrí un
animal diferente. No nos faltó ninguno… Bueno, uno sí.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Ese día el protagonista fue el guepardo. Lo
encontramos ganduleando en la hierba, con una barriguita sospechosa. Yo creía
que era hembra y que estaba embarazada, pero no, lo que pasaba es que se había
metido un buen festín. Allí nos quedamos en silencio, expectantes, admirando,
sacando fotos y fotos, hasta que llegó el atardecer. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"></span><br />
<span lang="ES"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-OI80JiKRrWWD2hcDcc2Mm-l1IyOCwIneEqmVs19IlqTtI2PNeintEWCBwxfeb7WvPPbVlkflryS3Iz1lO61Ms2g6Ba2XXCLrsXuBvLSKumMc0ZkKUpXiqceKENuEsfEPyEIwC6vU5Cs6/s1600/masai+160.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-OI80JiKRrWWD2hcDcc2Mm-l1IyOCwIneEqmVs19IlqTtI2PNeintEWCBwxfeb7WvPPbVlkflryS3Iz1lO61Ms2g6Ba2XXCLrsXuBvLSKumMc0ZkKUpXiqceKENuEsfEPyEIwC6vU5Cs6/s400/masai+160.jpg" width="400" /></a><br />
<br /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Guepardo</td></tr>
</tbody></table>
<span lang="ES">Finalmente, el guepardo se
cansó de nuestra compañía e ignorándonos, como sólo saben hacerlo los animales
del Masai Mara, se marchó hacia los aislados bosques de la tierra.</span><br />
<span lang="ES"><br /></span><br />
<span lang="ES"></span><br />
<span lang="ES"></span><br />
<span lang="ES">Pues nada,
como no había más que hacer, también era nuestra hora de irnos, igual que el guepardo y el sol, pero… <b>Ahí comenzó otro de los grandes momentos de los
safaris. Ese en el que la tierra te recuerda que no nos da la bienvenida a los
muzungus en grandes coches.</b> Y es que nos quedamos encajados en un barrizal. </span><span lang="ES">Les
aseguro que lejos de preocuparme, para mí fue más emocionante si cabe, y para
Julio, ni te cuento.</span> </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
David, el masai que si tiene paciencia será el hombre de confianza de los enkerende, si no lo es ya, es un acompañante perfecto para estos momentos. Y les aseguro que hubieron unos cuantos. Se sale del coche, con los pasos del guepardo cercanos todavía calientes, se pone con un tronco a sacar tierra, Raúl a forzar el coche, todos emocionados queriendo bajar, Julio que se tira al suelo para liberar la rueda, y yo, como una niña, feliz de la emoción. Una media horita de esfuerzo y salimos de ésta.
</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWvkJjK8ksGTQvn_slY-iU6MyJeRGGAUCLY09D4_UuOw7yr56zn7wQ6YeRvc0a0XjUthSCT65O2zUVzXdow2m-i-PZA0sW1ONhXiwpSP3XEP2borhp1ojna7sjLF7Gz2P_WXHlTvYgMV_I/s1600/collage.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="304" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWvkJjK8ksGTQvn_slY-iU6MyJeRGGAUCLY09D4_UuOw7yr56zn7wQ6YeRvc0a0XjUthSCT65O2zUVzXdow2m-i-PZA0sW1ONhXiwpSP3XEP2borhp1ojna7sjLF7Gz2P_WXHlTvYgMV_I/s640/collage.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Primer atasco</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
Ya la noche era cerrada. David conducía- los
conductores son o Raúl o David- y, para animarnos más en nuestra emoción, se
metía en los caminos más imposibles. Yo creo que buscaba un león, pero lo sé
ahora tras un poquito de experiencia. Entre bosques, pistas imposibles. ¿Digo
pistas?, ni pistas, ni leches: matorrales, hoyos, hoyuelos, hoyasos, socavones,
seguimos nuestro camino hacia el campamento… Hasta que volvimos a caer. Esta
vez el agujero era imposible y, tal como decía Cristina, ‘de ésta no salíamos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES">Positivismo,
positivismo<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">De verdad que la escena fue cómica: Raúl
diciendo: ‘Cristina, positivismo’; Ella, saliendo y repitiendo: ‘Sí, positiva’,
hasta que vio en lo que nos metimos e inmediatamente dice: ‘de ésta nos tienen
que rescatar’; David, alejándose en la oscuridad; yo con dos cervezas en la
mano - la de Julio y la mía- en mitad de la nada y con linterna en mano,
mirando al negro, muy negro bosque; Julio colocando piedras bajo la rueda
encajada, poniéndose perdido de barro; Raúl haciendo rugir el motor
inútilmente; Jacobo diagnosticando el problema, y Raquel, con una cervecita y
medio cuerpo por fuera del techo del coche.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Para no aburrirles, finalmente sí que salimos.
David no nos abandonó, como yo creía en un principio, sino que se fue al bosque
a buscar una rama. La cortó con su machete y la utilizó como palanca. Del
momento muestro foto porque realmente aquí una imagen vale más que mil
palabras.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEif7XGOXXhASDx8Yxgf2OhcgdtUMnJRFhqseYL4OqTow_Of47JiYnV7quRzKci1Jkn-rNSGrFBbwIfghxJbiaUlx2JJDVS5mcqBTesBsrqW_TKcqEfcoivNt2j-aHHTvNrIyBLy0uYt3ybg/s1600/masai+191.jpg" imageanchor="1"><img border="0" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEif7XGOXXhASDx8Yxgf2OhcgdtUMnJRFhqseYL4OqTow_Of47JiYnV7quRzKci1Jkn-rNSGrFBbwIfghxJbiaUlx2JJDVS5mcqBTesBsrqW_TKcqEfcoivNt2j-aHHTvNrIyBLy0uYt3ybg/s400/masai+191.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Segundo atasco</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Llegamos al campamento y disfrutamos de una
estupenda charla frente a la hoguera con la que Raquel y yo aprendimos a saber
no hacer nada. Cenamos otra estupenda cena, cuyo menú nos recitaba disciplinada
y seriamente un joven masai, y nos fuimos a nuestras estupendas, románticas y
acogedoras tiendas, junto al río Mara.<span lang="ES"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Hoy llevo 45 días en Kenia. Julio, 52.</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Ayer conocí a dos jóvenes cooperantes de la
iglesia Guadalupe de México, que llevan años trabajando con la gente de Kibera-
si han visto ‘El jardinero fiel’ sabrán a qué zona me refiero. Ya les hablaré
de ellas, porque las experiencias que cuentan no tienen desperdicios.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Hoy Kenia está revuelta. Las elecciones están
lejanas, pero la gente ya se empieza a poner nerviosa y se oyen rumores de
atentados. Tranquilos con nosotros, nos avisan de todo y no salimos de casa. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Hoy seguimos echando de menos Enkerende.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Hoy me encantaría <b>ver la carilla de Zanahorio,
el peque de Ara. </b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">En cuanto a las palabras suajili y masais.
¡Venga, hombre!, que escribir un blog ya es un esfuerzo. Si en realidad no recuerdo
ni una. Siempre las miro en el traductor de google. </span></div>INGRAVITOhttp://www.blogger.com/profile/07617534931173827323noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-45553502697800287652012-01-08T21:27:00.000+03:002012-01-08T21:32:10.988+03:0042 días en Kenia: Junto al Mara y sus huéspedes<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiY2sqPYRlZz73TdtJN0ic8kDUcCoFwFO9n5qys9y63sX8bel-6IOdAsGzzu4hKaDGjiKphtZJPHVlldZOrJkhA4nd61K7W_Pz-2b4C3EFQw5VDAa5jNOE79GAF-AbYdCwNsSGmV5vhpac/s1600/DSCF0289.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiY2sqPYRlZz73TdtJN0ic8kDUcCoFwFO9n5qys9y63sX8bel-6IOdAsGzzu4hKaDGjiKphtZJPHVlldZOrJkhA4nd61K7W_Pz-2b4C3EFQw5VDAa5jNOE79GAF-AbYdCwNsSGmV5vhpac/s200/DSCF0289.JPG" width="200" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Como no me de prisa se me van a acumular los recuerdos. Cada día, por poquito que sea, tengo algo que contar, pero todavía ando por la Noche Vieja en Enkerende. En realidad, sólo les he puesto al día de nuestra llegada. Fue a partir de entonces que descubrimos el paraíso. Mucha gente le llama así: '<b>Paraíso</b>', y es que no exageran, la descripción es literal. Porque al morirme, si existiese un cielo, me gustaría que el mío fuese <b>Enkerende</b>.</div>
<div style="text-align: justify;">
<b><br /></b><br />
<b><br /></b><br />
<b>Keko-keko</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhd_CdYAoSu9gZgJuNH2jQ1DwzNAtnIy_mcAWuQdOZNWgy2z1yTGvYz76mYuiVbX1aBYPyarKhGr40d3Lwx1WQXslM0l_e9H4z6jbFtXsyqk7pwNYJ-r02YULx6jeERKWjzPS8FFutkj8s/s1600/masai+386.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhd_CdYAoSu9gZgJuNH2jQ1DwzNAtnIy_mcAWuQdOZNWgy2z1yTGvYz76mYuiVbX1aBYPyarKhGr40d3Lwx1WQXslM0l_e9H4z6jbFtXsyqk7pwNYJ-r02YULx6jeERKWjzPS8FFutkj8s/s320/masai+386.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Pole, pole -lento, lento- y paso a paso. Llegamos a Enkerende y además de los masais, a la entrada nos vino a saludar un residente muy especial del camp. Si quiere puede pasar desapercibido, suele ir a cinco o siete pasos detrás de ti, va a lo suyo pero no te pierde de vista, es muy silencioso y come hierba. Se trata de una huérfana gacela thompson, adoptada por Raúl y Cristina, o eso creen ellos, porque al ver cómo se maneja <b>Keko-Keko</b> por Enkerende, para mí que ha sido él el que ha adoptado a sus padres muzungus y ha hecho del campamento su hogar. Es adolescente y le están creciendo los cuernos....Eso será un problema para los Enkerendes que todavía hoy, imagino, están pensando qué hacer para que los cuernos no se conviertan en una queja para los clientes petardos. Ya sé vera...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>El Mara de Enkerende </b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0piTlFTi2TOcGJbMVP6PnFdTPXwDXHm9F8jd6pdV90O64rBfXCh8I2MYCMvrTV5lvVd7s1Ac5TFM4LLQHMOQ47qtoQISh0uLh0MqpjejnbobyjkEUbRPFWXQpZVh9PaPoSCfyNYGjvoc/s1600/masai+091.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="195" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0piTlFTi2TOcGJbMVP6PnFdTPXwDXHm9F8jd6pdV90O64rBfXCh8I2MYCMvrTV5lvVd7s1Ac5TFM4LLQHMOQ47qtoQISh0uLh0MqpjejnbobyjkEUbRPFWXQpZVh9PaPoSCfyNYGjvoc/s320/masai+091.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Pues eso, la primera sorpresa fue Keko-Keko (repito su nombre porque es así como Cristina le llama por las noches para encerrarlo y que no se lo coma ningún depredador). Con Keko-Keko a nuestras espaldas, prudente, sigiloso, y en ocasiones temeroso, nos fuimos a almorzar. Fue el momento en el que descubrimos el lugar donde nos hallábamos. A ver si consigo describirlo más o menos como realmente es. <b>El camp de Enkerende es un sitio libre</b>, un trocito de tierra en medio del ecosistema del Masai Mara. Tiene el privilegio de cortar por un lado con el <b>río Mara,</b> cuya orilla opuesta ofrece un monte de bosque, y de extenderse en el infinito de la tierra por el otro. El camp está delimitado por líneas imaginarias o por las figuras lejanas de los <b>askaris</b>- los masais guerreros- los que vigilan el lugar, los que te protegen de lo desconocido, los que aparecen y desaparecen de tu vista, sin que sus pasos les precedan. Allí en medio de la libertad se disponen las tiendas de Enkerende, parece que de forma natural, pero no, no es así, cada caseta y su lugar está pensado y bien pensado... Pensado por Cristina. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1dg-1ymQ370F9zuwYJ9Vp3njC24ZPPq-vFIESq5cU6vA_cSjcQtmnkxnlghSivoqwCDcyXCcjDuip-vBsgpOzKJip8E4bTKyfghzYrGT8MmO0K9mEkmxYudpB-Qs157fznMD479RiiU4/s1600/masai+321.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1dg-1ymQ370F9zuwYJ9Vp3njC24ZPPq-vFIESq5cU6vA_cSjcQtmnkxnlghSivoqwCDcyXCcjDuip-vBsgpOzKJip8E4bTKyfghzYrGT8MmO0K9mEkmxYudpB-Qs157fznMD479RiiU4/s320/masai+321.JPG" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Las tiendas <b>Mogambo</b>, más pequeñas y auténticas, mirando al infinito; las <b>Rivers</b>, acompañadas del sonido del río y de sus incondicionales huéspedes: <b>los hipos, los inamovibles hipopótamos </b>que, generosos ellos, cada día nos acompañaban con sus bufidos. A las mimetizadas tiendas con el entorno íbamos por pequeños caminitos de piedra que nos guiaban hasta el <b>alma del Camp</b>, el centro de reuniones, el Dinning camp. Pero, en realidad, el alma del campamento era juguetón y un día podía estar encima de una colina; otro, a orillas del río; la noche, alrededor de una hoguera... o en cualquier lugar que Cristina decidiese para ese día . </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgB2uzJX688z7M9ShfV0_LUsJWVdB-_5mC8wPz3ivLLSOJsnTCBoPGefTloOnl1XgcReB3k2cDIB22WDZfRB72bmZ93vWeUsXoFM-5FTx39fCYp0kp6bK5e9gxE1KvM5lABJnfJdrn1fMg/s1600/masai+075.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="258" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgB2uzJX688z7M9ShfV0_LUsJWVdB-_5mC8wPz3ivLLSOJsnTCBoPGefTloOnl1XgcReB3k2cDIB22WDZfRB72bmZ93vWeUsXoFM-5FTx39fCYp0kp6bK5e9gxE1KvM5lABJnfJdrn1fMg/s400/masai+075.jpg" width="400" /></a></div>
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En el día que llegamos, <b>el almuerzo tocó encima de una pequeña colina, </b>bajo la sombra de los árboles y con el río de compañía. Desde entonces, los masais con bandejas, el cocinero con su cocinilla, el askari en un rincón, o a lo lejos, y los manteles masais a cuadros rojos, se convirtieron en algo familiar. El lugar de descanso podía ser cualquiera, pero ellos siempre serían los mismos. Con sus movimientos suaves, su seria, corta y tímida introducción del menú, su solemnidad al servir, su mirada clara, su atención, su comedida simpatía. Y, tras unos cuantos desayunos, almuerzos y cenas, su interacción con nosotros. </div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6JCEP-1pGBYDKjr8N7q5Pf2k3gziExT-8GJZo1h3BHpLkYh5_d3bwAY84TzYvYvXaSfMmNEfEedFgiodBH0Oy0Q1OIwNdO8DWM7e_DnWhiW22MMojRmVpLeRvFdtNGAxU-z-mZ0Vr00Y/s1600/DSCF0357.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6JCEP-1pGBYDKjr8N7q5Pf2k3gziExT-8GJZo1h3BHpLkYh5_d3bwAY84TzYvYvXaSfMmNEfEedFgiodBH0Oy0Q1OIwNdO8DWM7e_DnWhiW22MMojRmVpLeRvFdtNGAxU-z-mZ0Vr00Y/s400/DSCF0357.JPG" width="400" /></a>Fue una buena llegada. tranquila, pausada, que nos daba el tiempo a observar y conocernos. Eramos dos desconocidos con cuatro buenos amigos y catorce masais. El corto día de Kenia no dio para mucho más y menos necesitábamos. Pasamos la tarde conociendo a nuestros compañeros de aventura: <b>Cristina</b>, la sigilosa organizadora, que venía y se iba para programar algo -de eso nos dimos cuenta con los días-, sin cambiar el ritmo, la tranquilidad y la sonrisa. <b>Raúl</b>, arreglando cada desaguisado que surgía, haciendo cortas sesiones psicológicas con sus masais cuando el momento lo requería, aguantando el temperamento frente a algún gaje del oficio y, entre una cosa y otra, contándonos historias de su vida en Masai y de la vida masai; <b>Jacobo</b>, el empresario alicantino que se cree serio y que en realidad es sensible, que se hizo a si mismo, que como digo yo sería candidato a la lista de supervivientes si el mundo sufriese un holocausto, el talento arreglacosas, y <b>Raquel</b>, la 'hiena' compañera de risas de Cristina, elocuente, ingeniosa, amable, cariñosa, cercana, temerosa con risa y envalentonada sin enterarse. Yo, preguntona espontánea sin freno, y Julio, el charlatán amigo de los masais. </div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjasxsQHQ6K-kf0VnbRvEnexLYzMLZ4kspH4qBsxf3XxcXikNq6tqXKuXOvTQvFbD_GoyKINOdqk_mMdFg-KBfTvA-r-Dh647Opi4zZYz-JUofpFh7jTjhO5JjrcCno8ski_GRLUQZqTlo/s1600/masai+094.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="132" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjasxsQHQ6K-kf0VnbRvEnexLYzMLZ4kspH4qBsxf3XxcXikNq6tqXKuXOvTQvFbD_GoyKINOdqk_mMdFg-KBfTvA-r-Dh647Opi4zZYz-JUofpFh7jTjhO5JjrcCno8ski_GRLUQZqTlo/s200/masai+094.jpg" width="200" /></a></div>
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Tras terminar el día, junto a una <b>hoguera</b>, con quinina en la mano, con el murmullo del río por compañero, con la imagen del árbol sin hojas vestido con lámparas de benceno, con el ritual de los masais, con sus voces llegando al trance, con nosotros bailando junto a ellos, cogidos de la mano, dando pequeños y torpes saltos, tras una deliciosa y equilibrada cena, nos convertimos todos en compañeros para despedir el fin de año. </div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibkwv8bmu9ciXIlJIAoLA81KfMV5lPhS7BL4rlWKVV6Lc148DCRP-6EFEmKFp-TQ9s74Nx4FQYvbaNQav2g6XM-mF-bGGpwpzSJl03y3UHrl8xJVGBkjNGtJY5t5XT2JZBybW38bp58bs/s1600/DSCF0331.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibkwv8bmu9ciXIlJIAoLA81KfMV5lPhS7BL4rlWKVV6Lc148DCRP-6EFEmKFp-TQ9s74Nx4FQYvbaNQav2g6XM-mF-bGGpwpzSJl03y3UHrl8xJVGBkjNGtJY5t5XT2JZBybW38bp58bs/s200/DSCF0331.JPG" width="200" /></a>Esa noche, el campamento todavía alojaba clientes y estaba al completo. Por eso, <b>Jacobo, Raquel, Julio y yo arrebatamos la tienda de los anfitriones,</b> mientras ellos se iban a mitad de la nada a dormir en la tienda <b>Robinson Crusoe</b> -creo que con este nombre no necesita descripción-. Yo, por mis alteres mentales, le llamo Robin Hood. En fin, que cualquiera de las denominaciones da por hecho el coraje que se tiene que tener para dormir en ellas. </div>
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Ya en ese día soñé vivir en el Masai junto a Julio. Teniendo como vecinos a los Enkerende- Cristina y Raúl. Imaginen, si sólo fue el primer día, imaginen, lo que sentimos en los siguientes...</div>
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Hoy hace 42 días que estoy en Kenia . Julio, 49.</div>
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Los masais nos enseñaron muchas palabras en su idioma, pero es que no llevaba libreta y no recuerdo ni una. A ver si Raúl me apunta alguna para chulear.</div>
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Los <b>Enkerende </b>están en su 'hogar'. Se les echa de menos... A todos y en el todo. </div>
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Hoy estamos con <b>Jacobo</b>, cuyo final de viaje fue bastante agridulce. <b>Un cariñoso beso y abrazo a los dos: Raquel y Jacobo.</b></div>
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Hoy un guiño a <b>Kiko y Leila.</b> A los primeros que invitaremos a nuestro especial masai el día que lo tengamos.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1xe-GsmWG50eT6c8wSCM4v642fWasMn1HBN4982oO5x-aHry0us5uWsXzQYJM4hG471Y5Za19Op1dK63P4YF6kMu0KSUspL2UaC5qWdSJDL0752J2kGlhmfHzNhVQM5lKCM4Kq1PGxQ8/s1600/fogoblog.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="384" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1xe-GsmWG50eT6c8wSCM4v642fWasMn1HBN4982oO5x-aHry0us5uWsXzQYJM4hG471Y5Za19Op1dK63P4YF6kMu0KSUspL2UaC5qWdSJDL0752J2kGlhmfHzNhVQM5lKCM4Kq1PGxQ8/s640/fogoblog.jpg" width="640" /></a></div>
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El próximo día presento a Pepa y Mara, los Safaris y algo más...</div>xxhttp://www.blogger.com/profile/07453102333519279485noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-39828734987102557602012-01-04T23:08:00.004+03:002012-01-05T00:10:16.331+03:0039 días en Kenia: Enkerende, ' entre montañas'<div style="text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjIelVj2Y7CSZhb6BkbBVTbv7_FWnlXl5cF9wDsWJCyF8gP1rIWoeahIBFOoeEt234d9myEVH0xw_57lDXIVL6kCRk0YYUutpihKhZgjAX6i9-dRDHGZ00dSgBJOkXFlK4qLJhLRJXuso/s1600/DSCF1344.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjIelVj2Y7CSZhb6BkbBVTbv7_FWnlXl5cF9wDsWJCyF8gP1rIWoeahIBFOoeEt234d9myEVH0xw_57lDXIVL6kCRk0YYUutpihKhZgjAX6i9-dRDHGZ00dSgBJOkXFlK4qLJhLRJXuso/s400/DSCF1344.JPG" width="400" /></a>Me voy a aturullar, sé que me voy a aturullar porque es tanto lo que hemos vivido, es tanto lo que hemos sentido, y es tanto lo que quiero contar que, seguro, me voy a aturullar. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Se los adelanté hace unos días, ¿recuerdan? Les comenté que pasaríamos el fin de año en un campamento de <b>Masai Mara.</b> De ese chico, Raúl, un ex- informático que, por casualidad o destino- destino según él, se tropezó con Julio nada más llegar a Kenia y, como si de un chispazo se tratará, surgió tan buena sintonía que, seguro, ante nosotros se cuece una larga amistad. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Pues eso. Llegó el día y nos preparamos para irnos al Masai Mara, a <b>Enkerende</b>, a <b>'Entre Montañas'</b>. Ese es el nombre del campamento de Raúl y Cristina,dos alicantinos que dejaron su tierra para crear un hogar. Ya son muchos los que han hablado de su campamento, de su dulzura, de su idílica ubicación, de su armoniosa disposición. <b>Miquel Silvestre, Alicia Sornosa, </b>otros tantos periodistas y, yo creo, que cualquiera que tropieza con Enkerende y junta palabras, hace mención al campamento, siempre buena, excelente. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Yo no voy a repetir lo que otros describen tan bien, yo no voy a detallar el campamento como si de un panfleto publicitario se tratará. Yo les voy a contar lo que me sale de las entrañas, lo que nos salió de las entrañas a Julio a y mí. Yo voy a intentar trasladar a nuestros amigos nuestra experiencia, nuestra vivencia, que llegó a la perfección en pureza, realidad, generosidad, simpatía, curiosidad... Y me voy a deleitar, así que poquito a poco y empezando por el principio. Si no termino hoy, que seguro que no, pues seguiré mañana, y al otro día, más, hasta que lo escupa todo, que es mucho: </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHf7Dcv4wMtwquxKAn0Ot15o_ntxmQ_s91jS0EWOwoDzwaFwCjRmJqP8TBWObPyD5-rz7M-wfZjFDAezNR6_pWxsPVPTmh9MmU_qGOAf1mbXeQO9ssnIxoOJRuepZj6E9ZTFrnWsHv34k/s1600/DSCF0188.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHf7Dcv4wMtwquxKAn0Ot15o_ntxmQ_s91jS0EWOwoDzwaFwCjRmJqP8TBWObPyD5-rz7M-wfZjFDAezNR6_pWxsPVPTmh9MmU_qGOAf1mbXeQO9ssnIxoOJRuepZj6E9ZTFrnWsHv34k/s320/DSCF0188.JPG" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;">La llegada, la bienvenida del <b>'hombre del cuchillo'</b>, los sinceros abrazos de encuentros, la vieja masai (Coco) dando cariño con dulces gestos a Cristina, el camino, el largo camino, tortuoso, incompresible camino entre grandes extensiones dibujadas por Disney, las noches frente a la hoguera, los desayunos en el Mara, el confort de la tienda, la bolsa de agua caliente que me trasladó a los cuidados de mi abuela, los masais, la sonrisa de los masais, el baile de los masais, el canto de los masais, el mimo de los masais, el mimo de Raúl y Cristina hacia los masais, Julio con los masais, los abrazos de los masais, la complicidad de los amigos, las charlas de las 'hienas': Cristina y Raquel, la bondad de Jacobo, los estupendos, acojonantes y divertidos encallados del 4x4, como si de un barco se tratase; la pasión de Raúl, sus historias, la energía contenida de Cristina, su perfección en la organización disimulada, el paisaje, su inmensidad, y ellos: los hipos, los leopardos, las jirafas, las diferentes gacelas, los pumbas, los dic-dic, el rino, los ñuz, los búfalos..., Mara y Pepa, las perras de los Enkerende, y Keko-Keko, la huerfana gacela thompson que Raúl y Cristina han adoptado. Pero, habrán otras cosas que no cuente, porque yo ahora, como Julio hizo conmigo, no quiero que sepan más de lo que deban para que algún día con sus ojos puedan descubrir por primera vez el mundo de Cristina y Raúl. También porque en eso radica la magia de estos alicantinos, en sorpresas que no pienso desvelar. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Por eso, por aumentar la sorpresa, Julio me tenía prohibido buscar cualquier tipo de información sobre Enkerende -se lo agradezco- así que hasta hoy no me he metido en su <a href="http://www.enkerendesafaris.com/" target="_blank">enkerendesafaris</a> y tampoco he leído lo que otros han escrito del campamento. Miento un poco porque echo vistazos entre líneas. Pero, no quiero decir nada que haya dicho otro y si me repito será por casualidad... o por destino. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><b>Por el principio...</b><br />
<b><br />
</b></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhK7KWJKxamdpmEnUsb8O-LiVnpKr-ZcsKb1zokYsvp-RMzisnJ_gxk4Z5azqL14qR0dRfGTC9zCJM59eOHKnU28kM6xWrThnMvxB41k8vqpKE7sS0QnHMthf0ZQo6tNM8M689rOSTCjPs/s1600/DSCF0451.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhK7KWJKxamdpmEnUsb8O-LiVnpKr-ZcsKb1zokYsvp-RMzisnJ_gxk4Z5azqL14qR0dRfGTC9zCJM59eOHKnU28kM6xWrThnMvxB41k8vqpKE7sS0QnHMthf0ZQo6tNM8M689rOSTCjPs/s200/DSCF0451.JPG" style="cursor: move;" width="200" /></a></div><div style="text-align: justify;">El principio comienza con ellos, con <b>Raúl y Cristina</b>. Los artífices de todo, los inventores de un lugar especial, los modernos masais-muzugus, los creadores de <b>Enkerende</b>. Una pareja tan mágica como el sitio que han creado: Su hogar y su vida, una vida en la que muchos nos entrometemos, en la que entramos por unas puertas abiertas de par en par, y de la que con gusto no nos moveríamos, para observar y admirar como crece Enkerende. Así que, ya lo tienen claro, <b>Enkerende, en Ol Choro Oirowua, no es sólo un campamento con safaris, Enkerende es Raúl y Cristina y su vida en el Masai Mara.</b></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjx7iV-fYoGW7yk3Dfo3XLRYjfbp50bvuo0JN3meBSRPWtvz67ajc3kVYLHGUgFKljNa2pDz0GpMPoBCsGz2TFOJc8TGOSBf5eaDgbl9oFSKHrFDwaYUwHDJIlrztRxo8hX0HKlrgsCZh4/s1600/DSCF0450.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjx7iV-fYoGW7yk3Dfo3XLRYjfbp50bvuo0JN3meBSRPWtvz67ajc3kVYLHGUgFKljNa2pDz0GpMPoBCsGz2TFOJc8TGOSBf5eaDgbl9oFSKHrFDwaYUwHDJIlrztRxo8hX0HKlrgsCZh4/s200/DSCF0450.JPG" width="200" /> </a></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Raúl hizo lo posible para que pudiéramos ir a su 'casa' intentando evitar que nos gastásemos una pasta por el camino. Es sabido por todos que los Safaris suponen una buena inversión, y después de vivirlo, francamente, no me extraña, porque por la fortuna de estar tan cerca de los organizadores, podemos imaginar lo costoso que es mantener un 'hogar' así. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifozgebLn7df4e7TlTyfaWVWcvyJisl87g-VJPmaYGf5rvAtMG8HThYVCVfvYbFMG-U3u0LAEhxEXrmXRcn1-v_8QMDHiZuII61b8CerUDD5nWmMYBddHWohx8kDiUh0VhTzqGSzp1Lt0/s1600/masai+004.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifozgebLn7df4e7TlTyfaWVWcvyJisl87g-VJPmaYGf5rvAtMG8HThYVCVfvYbFMG-U3u0LAEhxEXrmXRcn1-v_8QMDHiZuII61b8CerUDD5nWmMYBddHWohx8kDiUh0VhTzqGSzp1Lt0/s320/masai+004.jpg" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;">Bueno, el caso es que él lo planeo todo: <i>''se vienen en la vanette, que recoge a mi mujer y a mis mejores amigos recién llegados de España y pasan los últimos días del año con nosotros". </i>Pues ni cortos ni perezosos, nos levantamos a las cuatro de la mañana para encontrarnos con unos cansados pero, desde el primer minuto, sonrientes desconocidos: <b>Cristina, Raquel y Jacobo.</b> Y así, de un golpe, nos metimos de lleno en las íntimas navidades de una pequeña familia- porque saben que la familia a veces no proviene de la sangre- una encantadora familia. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOQGJ7pAXXK-YhAaJXRl21xQNMqpIxbKrXvClE9ag40i69-mccwx1qBPJSaB16bKCAXcFfBQnkZRbBPA24bC-xEqOM2CuY8M9VA2bIOYan8-1yb3FBKLoo8amAlBDXRb09KmMd3xWlmxU/s1600/DSCF0168.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOQGJ7pAXXK-YhAaJXRl21xQNMqpIxbKrXvClE9ag40i69-mccwx1qBPJSaB16bKCAXcFfBQnkZRbBPA24bC-xEqOM2CuY8M9VA2bIOYan8-1yb3FBKLoo8amAlBDXRb09KmMd3xWlmxU/s320/DSCF0168.JPG" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;">Y comenzó nuestro camino hacia el Masai Mara por una carretera de infarto, estrecha, bellísima en ocasiones, jodida, en otras. La carretera del impresionante <b>Valle del Rift.</b> Tras unas seis horas de camino, con amanecida incluida y de acompañamiento un paisaje que ya empieza a ser familiar, pasamos el último pueblo grande- <b>Narok</b>- que lleva a la Reserva y los parques de Masai Mara, para adentrarnos en una pista dibujada con tantos baches, agujeros, piedras, charcos sin fin, y rocas que para el visitante novato -o sea yo- ya producía bastante impresión. Yo no sé si alguna vez, en alguno de los saltos sin conocido equilibrio del coche, Cristina se asustó. Para ella la prioridad era mostrar tranquilidad y así lo hizo durante todo el camino. Mientras, Raquel no nos dejaba comer los caramelos que llevábamos porque eran para los niños que corrían junto a la pista para recibir a los muzungus. Jacobo se mantenía jodidamente incómodo en mi sitio para que yo pudiese calmar mis nervios con un cigarrito junto a su ventana, y Julio conversaba, conversaba y conversaba, entre risas y preguntas a Nick, el conductor. Ahí Julio ya se creó fama entre la pequeña familia alicantina. Y la verdad, no exageraban, porque no paró de charlar con cualquier masai o keniato que se encontraba por el camino. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRXYTx0mD8qkFdM3Wv_OBiBXKqVO_7mbHoun6KKiUVq0wU6HPs4RZ0AhUdhQ_FkJ-egnZmKggoMwafXWqpbTfFl74Y6G9dCS3F_X7QAT0GdCwuLn3AxFOqohyphenhyphenlJqMN5TEkyQrxBN2goJM/s1600/masai+018.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRXYTx0mD8qkFdM3Wv_OBiBXKqVO_7mbHoun6KKiUVq0wU6HPs4RZ0AhUdhQ_FkJ-egnZmKggoMwafXWqpbTfFl74Y6G9dCS3F_X7QAT0GdCwuLn3AxFOqohyphenhyphenlJqMN5TEkyQrxBN2goJM/s320/masai+018.JPG" width="213" /></a></div><div style="text-align: justify;">Llegamos. Pero no al campamento. Raúl tenía trabajo. Un grupo de iranies que disfrutaban de su último día de Safari. Así que fuimos a su encuentro al pueblo de la zona, <b>Aitong</b>. En realidad, yo no aprecié ninguna estructura que dibujase un pueblo tal y como lo conocemos. Yo lo que me encontré es con el alma de África de golpe: El pueblo masai en un día de mercado. Ahí en medio de la sabana, de grandes extensiones de terreno, entre pasto, ganado, monos, caminos desteñidos, niños sueltos y dispersos, plantaron el mercado, adornado con el multicolor de los masais, de sus sonidos, de su bullicio, de sus traqueteo, y entre landrovers, landcruisers, quads, puestos improvisados, vendedores y vendedoras ambulantes, entre todos aparece el más sucio de los Raules con la más fascinante de las sonrisas y con un cuchillo en la cintura. Nos daba la bienvenida 'el hombre de los cuchillos'. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Julio y yo, en la medida que pudimos, a veces sin éxito, nos hicimos a un ladito para respetar el reencuentro. Los besos y abrazos de añoranza de Cristina y Raúl, que hacía un mes que no se veían; los sinceros y felices abrazos de los cuatro amigos; el reencuentro de Cristina con David, el masai que se ha ganado la confianza de los Enkerendes, la acaricia de la vieja masai en la mejilla de Cristina, llena de pendientes, abalorios, telares. La Tursker de respiro- la cerveza de allí- y vuelta al coche para trasladarnos al Camp. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiihWdlzxANB3JNG9gJxGfBT69jQzRg_dGXhwXB0edfEcSXGwZ89_n7wp_z4gesoChoTNc10WC6ANmasn84_19pmYBFEigjaSM_gbAwe_6qAEWaHVAh86V3NSYAMiccu5ntF-ckXFDCc0/s1600/DSCF0225.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiihWdlzxANB3JNG9gJxGfBT69jQzRg_dGXhwXB0edfEcSXGwZ89_n7wp_z4gesoChoTNc10WC6ANmasn84_19pmYBFEigjaSM_gbAwe_6qAEWaHVAh86V3NSYAMiccu5ntF-ckXFDCc0/s200/DSCF0225.JPG" width="200" /></a></div><div style="text-align: justify;">Mi primer contacto con la Sabana, un leopardo colgado de una rama de una árbol, mientras que su presa muerta, un pobre impala, esperaba acomodado en otra superior. Sorpresa, cierto temor y mucha, pero mucha emoción. No tenía ni idea de lo que los siguientes días me tenían preparado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Llegamos a <b>Enkerende</b>, a su camino de entrada, a su arco de ramas secas, a la bienvenida masai, a los cantos que te llevan a cierto trance, a los saltos, a los grandes saltos que Julio dice, con cierta ingenuidad y mucho humor, llega a superar, y llegamos a los apretados, fuertes y emotivos saludos de mano. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgICNlPmYLbJSsG1HGf7PYCobT-fzmrfgZaEywfImiNtE6DhdhBaa7wu7Je2iBv7HBo5nSPQR5ThnJfw5zB76xaE884QNX5wgHwTITvsDuLTRSjSs9BxwlCwcu-t3A0_Mwyv-7JdMAdAQg/s1600/DSCF0278.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgICNlPmYLbJSsG1HGf7PYCobT-fzmrfgZaEywfImiNtE6DhdhBaa7wu7Je2iBv7HBo5nSPQR5ThnJfw5zB76xaE884QNX5wgHwTITvsDuLTRSjSs9BxwlCwcu-t3A0_Mwyv-7JdMAdAQg/s200/DSCF0278.JPG" width="200" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQXvvpTuCc81H8lYDMbd1QGbMEd4bj9VCKUh1uineq4igJUFGUU8hErcDUIRYUKPohylUOvfTIBrrTS580HpJo2ebvVOukO1Jw9683dP7oUrEX2_546_MtG3SriM1Rpl_6ZFPECEfaISk/s1600/DSCF0281.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQXvvpTuCc81H8lYDMbd1QGbMEd4bj9VCKUh1uineq4igJUFGUU8hErcDUIRYUKPohylUOvfTIBrrTS580HpJo2ebvVOukO1Jw9683dP7oUrEX2_546_MtG3SriM1Rpl_6ZFPECEfaISk/s200/DSCF0281.JPG" width="200" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">LLegamos a una aventura, la nuestra, la de Julio y la mía, la que me enamoró hasta las trancas, la que Raúl y Cristina, con esfuerzo, sangre y lágrimas- como dicen los Enkerendes- desean enseñar a todo aquel que desee aprender.<br />
<br />
</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">Queda mucho por contar y no dejaré de hacerlo hasta que los recuerdos estén toitos detallados. Espero haber empezado bien y que el aturulle me haya dejado mostrar aunque sea una pizca de lo que vivimos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Hoy hace 39 días que estoy en Kenia. Julio lleva 46. Ya estamos profundamente contagiados del mal de África</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Hoy a todos, un beso enorme. A todos los tuvimos en mente y con todos nos hubiese gustado vivir nuestra llegada a <b>Enkerende</b>.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div>xxhttp://www.blogger.com/profile/07453102333519279485noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-53173038921226800582011-12-27T00:39:00.002+03:002011-12-27T18:18:55.952+03:00Un mes en Kenia: wewe Muzungu<div style="text-align: justify;">Para este post tenía muchos títulos preparados: <b>‘Negras Navidades’, ‘Navidades en África’, ‘Cena de Navidad junto a un ministro’, ‘Los monos muzungus en City Park’…</b>, pero me quedo con lo último y con lo que más escuchamos:<b> ‘Wewe Muzungo’ –Tú, blanco- </b>Son las palabras más aguzadas salidas de las bocas de los niños. Pero… empiezo por el principio. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: large;">Noche Buena en Casablanca</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPGIVuRIm5xuN-hxAuHtc8CyPmhl0G3K2XPfKeMvSEXTJ_WRkG5vmpbbjq68gWr2LizM24sYGS-fR4bKQJ4m5-GRpJaP9mQasOxWCNoEk4AaQ40ihrw0VsBLSV2j5y1kMTl9CMNi85m4M/s1600/Casablanca.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPGIVuRIm5xuN-hxAuHtc8CyPmhl0G3K2XPfKeMvSEXTJ_WRkG5vmpbbjq68gWr2LizM24sYGS-fR4bKQJ4m5-GRpJaP9mQasOxWCNoEk4AaQ40ihrw0VsBLSV2j5y1kMTl9CMNi85m4M/s320/Casablanca.jpg" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;">La cena de Noche Buena la pasamos tranquilos, muy tranquilos. Nos quedamos Julio y yo juntos y solos. Extrañamente, en casi cinco años de relación, es la primera cena de Noche Buena que pasábamos juntos, y tenía que ser en África. En fin, sin expectativas de nada grandioso y con la idea de pasar una velada tal y como queríamos, reservamos- Julio, claro- una mesa en Casablanca. ¿Ya he dicho lo que me gusta ese sitio? Nos pusimos guapos, y más guapos aún durante la cena: costillas y un filetote de 500 gramos, acompañados de una de esas mariconadas de gambas, vino y café. Gracias, amor, por la cena. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En Casablanca ya nos sentimos como en casa, en parte gracias a <b>Mauricio</b>, el italiano encargado del sitio, que nos recibe desde la puerta de entrada con grandes gestos elocuentes, alzando las manos y vociferando un ¿Dónde está Julio? Pero, no se crean, a pesar de ser habituales y de los gestos de cariño del italiano afincado en África no somos convidados ni a un chupito. Bueno, así es como se hace negocio ¿No? En todo caso, es algo que echamos de menos de España. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La noche trascurrió en nuestra soledad y acompañada de los demás comensales que, curiosamente, estaban en mesas dispersas donde había siempre alguien que cumplía años. Fue imposible no darse cuenta. Los camareros, todos en círculo alrededor de un trocito de pastel adornado con una vela, dan un paseo cantando el cumpleaños feliz hasta que llegan al homenajeado. Cuatro cumpleaños felices en total. Uno de los cumpleañeros festejaba el día de su nacimiento junto a un ministro. No me preguntes cuál, porque hasta ahí llegó mi curiosidad provocada por Mauricio. </div><div style="text-align: justify;">Con sus pequeñas hogueras de carbón, sus velitas a doquier, su imitador ambiente a chill out y, tras dos gin tonic, regresamos a casa con otro conocido, un taxista que ya nos ha llevado alguna vez y que sugería que para esa ocasión merecía una propina por Navidad. Un buen tío. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Terminamos la noche en el sofá, escuchando música, yo recostada sobre el pecho de Julio, durmiéndome. ¡Uy! Y caí. Así finalizó la Noche Buena, con cierta asimilada añoranza. </div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: large;"><br />
</span></b></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: large;">El día del descubrimiento: el de los muzungus y el de los infantes keniatias </span></b></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCnygDTBx5xKYoSIV5-NXJNmeYU5npDAkHCYBFehhOMt4VxB9NIfBZs3l21gOGCscSCORqjv_Ick6uRG-XvIMwydfPOFzN08hUtFGeyeVELueisNQXCvGyNH1GIkUEaNCG7p86Ig9wQ8U/s1600/DSCF0071.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCnygDTBx5xKYoSIV5-NXJNmeYU5npDAkHCYBFehhOMt4VxB9NIfBZs3l21gOGCscSCORqjv_Ick6uRG-XvIMwydfPOFzN08hUtFGeyeVELueisNQXCvGyNH1GIkUEaNCG7p86Ig9wQ8U/s320/DSCF0071.JPG" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;">El 25 cambió el panorama. Nos movemos, pero poco, guardamos los días y el dinero para los grandes momentos. Pero, realmente, cada vez que nos decidimos a descubrir algo es una aventura. No sin pereza y como siempre bastante tarde para dónde estamos, pensamos hacer alguna visita a algún sitio desconocido. <i>¿Nos vamos al Museo de Trenes? -¿Y si no está abierto?- Nos vamos al ¿National Park? –Es que es tarde para un sitio tan grande… Pues, vamos al City Park</i>. Del lugar poco les voy a contar, pueden descubrir el maravilloso y sencillo parque en las fotos. Pero, de los sentimientos, de lo que nos trasmitió, les hablaré y mucho. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El <b>City Park</b> está bastante alejado de nuestra zona. A 35 minutos sin tráfico en el Absolute. Se encuentra junto a un mercado autóctono de hojalata, que impresiona tanto como para no atreverte a adentrarte en él. También parece que está junto a un Slam, así que una doble precaución. Se halla en el norte de Nairobi, en Lumuru Road. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Desde que el taxista nos dejó en el camino de entrada, nos dimos cuenta de la expectación que provocábamos. Nos convertimos con dos pasitos, los que dimos al bajar del taxi, en la novedad, la atracción, la curiosidad del parque. Ahora, en casa, Julio y yo estamos convencidos de que al City Park no ha ido ni un blanco y, si alguna vez fue visitado por algún otro pálido, de eso pasó tanto tiempo que ya no tienen recuerdos del momento. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoSfyo-Fo8AfIPfEF28LjmQQAwyMkodcx0jhJ6QcKCTdNXbWSO6CgD8CeS8ge32TOIANHk_rXSZhTKCN1wR5P-bdjzAdGG2soCw9DiF0i6uiU41VXliOM1h-ekf6Svz6l3x6VGEAaeRzk/s1600/DSCF0099.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoSfyo-Fo8AfIPfEF28LjmQQAwyMkodcx0jhJ6QcKCTdNXbWSO6CgD8CeS8ge32TOIANHk_rXSZhTKCN1wR5P-bdjzAdGG2soCw9DiF0i6uiU41VXliOM1h-ekf6Svz6l3x6VGEAaeRzk/s320/DSCF0099.JPG" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;"><b>Todos nos miraban, todos se daban la vuelta para observar como caminábamos, muchos nos daban la mano, nos saludaban con un ‘cómo estás…? Familias enteras dejaban de hacer lo que estaban haciendo: dando de comer al niño, a un mono, sesteando…, para mirarnos</b>. Recorrimos el parque con mucho recelo, admiración y expectación. Cuidando nuestras espaldas y catalogando a los buenos de los malos. Es fácil distinguirlos, la mirada es indiscutible. Así seguíamos el camino, ‘malotes a la derecha’, ‘malotes a tus espaldas’, ‘niño curioso pegado a tus talones’… </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A parte del recelo, encontrarnos ese parque nos define bien nuestro viaje. No sólo estamos en otro continente, no sólo vivimos- intentamos- vivir con otra cultura, también nos hemos trasladado a otra época. Un tiempo que ya vivimos, un pasado nuestro que es su presente. Se visten de domingo para ir al parque, mejor dicho, se disfrazan con brillantes trajes- sobre todo los niños y niñas: soldados y princesas- mal encajados, ninguno bien entallado. Ellos, con traje y corbata; ellas, con vestidos fosforitos de hombreras y de purpurina, los niños con las caras pintadas de mariposas. Se sientan en cualquier rincón de las lomas, junto a arbustos, árboles como sacados de las películas de Tarzán, con lianas, que se convierten en improvisados artilugios infantiles. Juegan, duermen y sobre todo, dan de comer a los monos… Miles de monos. Los he buscado en la estupenda guía de El País que compró Julio. Los monos a los que dimos de comer, junto a decenas de niños que se acercaban a nosotros para rozarnos, se llaman los <b>Cercopitecos Verdes</b>. Son juguetones, hambrientos, valientes y traviesos. Los machos tienen los huevos azules fosforitos, como alguno de los vestidos de las keniatas. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Son muchas las anécdotas que contar, muchas muy tontas, pero todas con algo de importancia: un mono robando un caramelo a un niño; Julio entablando amistad con un peque de menos de un año; la búsqueda de un rincón donde sentarnos sin ser vistos; la desesperación por sacar la cámara sin llamar la atención, los ‘malotes’ mirándonos de reojo, la cercanía del mono comiendo de mi mano,de nuestras manos… </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlmYAMxD5tZW7It7vQMkbADaseCO2rDqoYh9ahUcPXi-hbhYAfUSRPL_125ydvBxEJU7-C27MidJsm3Gv8zAnlR3HiGmdV7Zm761Cz45JHH3iVUjAEuErevYaku4G6cgDqUUPJMR0e98I/s1600/julio+y+mono.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlmYAMxD5tZW7It7vQMkbADaseCO2rDqoYh9ahUcPXi-hbhYAfUSRPL_125ydvBxEJU7-C27MidJsm3Gv8zAnlR3HiGmdV7Zm761Cz45JHH3iVUjAEuErevYaku4G6cgDqUUPJMR0e98I/s320/julio+y+mono.JPG" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;">Terminamos el paseo de City Park donde lo empezamos, en el camino de entrada, a unos metros alejados del Mercado- por prudencia- esperando nuestro tardío Absolute. En los cuarenta minutos de espera forzosa, nos sentamos en el arcén de césped para convertirnos en la atracción más importante del parque, más que los monos, los grandes protagonistas. Los matatus paraban junto a nosotros y de ellos salían retahílas de niños que venían a darnos la mano, a saludarnos y a preguntar por nuestro estado. Los padres se acercaban con sus hijos para explicarles lo que somos, Muzungus, y para que nos tocaran. Antes de irnos, nuestros últimos observadores fueron dos niñas con su padre, que repetía una y otra vez: <i>‘los ves, son muzungus, dale la mano al muzungu, saluda al muzungu..." </i>Cogimos el taxi dejando atrás a un padre charlando por el móvil, mientras las niñas riéndose tontamente seguían repitiendo:<b> ‘Wewe Muzungu’: ‘Tú, Muzungu’.</b></div><div style="text-align: justify;"><b><br />
</b></div><div style="text-align: justify;"><b>Según Wordpress, Muzungu se traduce literalmente: <i>'alguien que camina sin rumbo'</i></b></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Fue divertido y sorprendente. Nos sentimos como los mismísimos monos. Faltó que nos diesen de comer, que nos pusiesen en una vitrina y que explicasen nuestra extraña especie con un cartelito. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Muchos, muchísimos de esos niños no habían visto un muzungu en su vida y, de repente, por Navidad, se encontraron con dos: Adán y Eva. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">De ahí con un estupendo taxista que se llama Enric- o algo así-, al que le cogimos el número porque será el taxista de nuestros queridos que quieran venir a visitarnos, nos fuimos al restaurante de Buffet Park, el que nos presentó Francis, a comer un Yama Choma. Cuarenta minutos más de espera y un kilo de carne cocido a la brasa, todo para nosotros solitos. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Volvimos a casa caminando, agotados y satisfechos. El resto del día lo pasamos con cortes de electricidad, leyendo, viendo series on-line, y con una tormenta de las buenas, de las que gustan. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me quedan cositas pendientes, como por ejemplo: los debates llegando a discusiones entre Julio y yo con nuestras diferencias de opiniones sobre el papel de la joven y guapa keniata y del viejo y feo europeo, que por casualidad del destino tiene un éxito arrollador en Nairobi; y alguna otra cosita que sobra, como mi envidia nada sana frente a la hermosura de esas guapas keniatas que se concentran en Casablanca. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La palabra nueva del día. De verdad que me cuesta horrores recordar alguna… la de un taxista: -<b>‘usiku mwema ‘ –buenas noches-</b></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En Noche Buena y días siguientes han estado con nosotros: <b>la familia de Julio, al completo; muchos de su pandi: Javi, Isma, el otro Javi, Miguel, Enriq, Ignacio, Loli; algunos de los míos, algunos de los nuestros: la Ratita; Mónica la Negra, Evita, la otra Evita, Alberto, mis tíos de ambos bandos, Mavita la incondicional, Kiko y Rebe, los otros incondicionales, la Nati – incluso con sus chafadas Navidades-, Cani cani, Nuria, Elena Torrellas, Noelia, Mapi, Oscar, Aubin, Mini, José Placido, Ignacio Acha –de Londres- Palomero- de Bilbao-, Arita y Pedro. </b></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Hoy llevo 30 días en Kenia. Julio…¿siete más?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Hoy quedan dos días para irnos al <b>Masai Mara</b><br />
<b><br />
</b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dxya17YXrRy9lyrvktMO3zcId-Ph6HZ_8tIoYY4Z7F5uOs8h4WcvGykhILoscLr0c0TLSDQuZgGfaLKER4V6Q' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div><b><br />
</b></div>xxhttp://www.blogger.com/profile/07453102333519279485noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-3877198015244740932011-12-24T08:58:00.004+03:002011-12-24T13:16:13.749+03:0027 días en Kenia: Furaha Krismasi<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuPibEjkc7eN4HsChY_1qxGzW8k2EZt88gqPMJZ3WmhW6KIWX5aY8v_tT06LYz88ezIQkWIhuIhF_Ze6fs2sdAp9X0sa3ZwHV_MWxJpFW5ACPN5cW78ON-lH6urIJGXWo3Us76qO-6zsg/s1600/arbol+de+navidad.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuPibEjkc7eN4HsChY_1qxGzW8k2EZt88gqPMJZ3WmhW6KIWX5aY8v_tT06LYz88ezIQkWIhuIhF_Ze6fs2sdAp9X0sa3ZwHV_MWxJpFW5ACPN5cW78ON-lH6urIJGXWo3Us76qO-6zsg/s400/arbol+de+navidad.JPG" width="300" /></a></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Desde la tierra de las nubes bajas, el tráfico sin reglas, el paseo de los negros, los caminos sin asfalto, los caminos comidos por el verde, los caminos rojos, desde el trozo del mundo del siempre cómo estás, del pole- pole, de los monos saltarines, de los presidentes caprichosos, de la mirada infantil pura y suplicante, de las calles sin sentido, de las calles sin fin, de la música con ritmo, del baile con el culo, desde la tierra de los matatus sin stop, del agua embotellada, de las historias de leones fieros, de mosquitos impertinentes, de bichos verdes limón y tranquilos, del sol amable, de la tierra de los saltos… De la tierra de dientes grandes, blancos, en bocas sonrientes, en lienzos negros, <b>les deseamos a los que queremos y a los que querremos:</b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Que los que no tengan trabajo sepan disfrutar del tiempo muerto; a quiénes lo tengan, lo sepan situar en su justa medida y aprovechar; que quién no tenga pareja, goce y esté en paz con su soledad; a quién la tenga, sepa apreciar sus besos y abrazos; quién no esté contento con el mundo, tenga iniciativa para cambiarlo; quién lo esté, tenga iniciativa para mejorarlo; quién quiera viajar, tenga valor para hacer una mochila, quién esté a gusto en casa, sepa hacer un buen café para los que vengan a verle con la mochila a cuestas; a quién no esté con su familia, tenga motivos para añorarla; a quién esté, sepa tener paciencia con ella; a quién no tenga amigos, levanté el culo para empezar a hacerlos; a quién los tenga, que sepa cuidarlos; a quién tenga hijos, que sepa educarlos con conciencia; a quién no los tenga, que sepa cuidarse así mismo y disfrutar de los de los amigos… </div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b>A todos les deseamos para el 2012 que disfruten de su vida y que sepan enriquecerla. </b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">A todos les deseamos un espíritu generoso para cuando llegue la hora de acogernos. </div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-size: large;">Furaha Krismasi y Furaha ya mwaka mpya</span></b><br />
<b><span style="font-size: large;"><br />
</span></b><br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicwQJQZK0YDRzpIyHGzKm2FzzFMttyk3kPz1DIGyxi3Whva-EVOTqeNO1ovKe76Fd0HBzJc-sH1lMbbt722Ff8cMKt4VqJRhsA36CqL-gE_rB9CajsdcCGLGMKj9NdPdrfO939oJPVcu0/s1600/felicitacion.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicwQJQZK0YDRzpIyHGzKm2FzzFMttyk3kPz1DIGyxi3Whva-EVOTqeNO1ovKe76Fd0HBzJc-sH1lMbbt722Ff8cMKt4VqJRhsA36CqL-gE_rB9CajsdcCGLGMKj9NdPdrfO939oJPVcu0/s640/felicitacion.JPG" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Que quiere decir: Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo</td></tr>
</tbody></table></div><div class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-size: large;"><br />
</span></b></div>xxhttp://www.blogger.com/profile/07453102333519279485noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-65979956800361429212011-12-18T20:42:00.002+03:002011-12-18T21:49:17.540+03:003 semanas en Kenia: Vagabundeando<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMAa4IxEUp2zOyQkETZqHo176Qnu-KeAoijE46P5EnjA1J6Om8WUAtIq0VmsUuCr-bzi5R3MzGdgEiK80L5CyU8X7fV6wsYHQ0MmVTsf4eFnHauCAlkMZELSu3J9G8VU0AVGaZT0633e8/s1600/DSCF0002.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMAa4IxEUp2zOyQkETZqHo176Qnu-KeAoijE46P5EnjA1J6Om8WUAtIq0VmsUuCr-bzi5R3MzGdgEiK80L5CyU8X7fV6wsYHQ0MmVTsf4eFnHauCAlkMZELSu3J9G8VU0AVGaZT0633e8/s200/DSCF0002.JPG" width="200" /></a></div><div style="text-align: justify;">Pasito a pasitos, pasito a pasito vamos conociendo Nairobi. <b>Vagabundeando</b>. En estos días hemos ido a otros sitios nocturnos. El viernes salimos por la noche con Raúl, fuimos a un japonés y después a tomar unas copas a un sito de moda, <b>Gipsys</b>. Muy moderno, muy europeo, muy chumba, chumba. No me gustó nada y por mí, no repetimos. De allí fuimos a un autóctono, con música en vivo y negros sin complejos, el <b>Pizza Garden</b>. Había poca gente, pero la suficiente para sentirse a gusto. Te quedas sentado junto a tu gin tonic observando como bailan, sin complejos, meneando las caderas, el culo, insinuándose al mundo, seguros de si mismos,...libres y bellos. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><div style="text-align: left;">Volvimos pronto a casa, pero al día siguiente me saludó la resaca. No importa lo que tomes, siempre sientes un ligero dolor de cabeza si bebes aunque sea una copa. Según la teoría de Gabi, como Nairobi está tan cerca del Ecuador y por la altura respecto al mar, <span style="font-family: sans-serif;"><span style="font-size: 12px; line-height: 13px;">1661 </span></span>msnm, nos deshidratamos más rápido. En fin, que el sábado no daba pie con bola. Un ratito en la piscina y por la tarde, bien tarde, nos vamos a un parque cercano: <b>El Arboretum. </b></div></div><div style="text-align: justify;"><b><br />
</b></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwQTWxCHZX6MRCm5umQVp9u52SNZpTeYEeSAkUDj3F1XzSHvZoIPXRRl3gpbpLbC3n9ga0K1KGB2hNicSPOxuZRj8FGvjXRwKj1C2JUU-I_L8Qih4zj0hcXcsUd6lbAl_CnWkWC8uGgtE/s1600/DSCF0034.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwQTWxCHZX6MRCm5umQVp9u52SNZpTeYEeSAkUDj3F1XzSHvZoIPXRRl3gpbpLbC3n9ga0K1KGB2hNicSPOxuZRj8FGvjXRwKj1C2JUU-I_L8Qih4zj0hcXcsUd6lbAl_CnWkWC8uGgtE/s200/DSCF0034.JPG" width="200" /></a></div><div style="text-align: justify;">Fuimos caminando y pasamos por la <b>State House</b>, la casa del presidente, con tan buena suerte que presenciamos su llegada en helicóptero. No entiendo por qué el presidente vive en mitad de Nairobi. Expone mucho más sus excentricidades y despilfarros. Podría vivir en las afueras y así no se vería obligado a restregar en la cara, a los que habitan en casas chatarras frente a él, su llegada en dos helicópteros, las desmesuradas medidas de seguridad, la comitiva de coches a la espera, ni esa alfombra que dos negros dispusieron para que bajase del helicóptero y dar un paso hacia su coche, que también daría diez rodadas para entrar en su espléndido y amplio complejo residencial. ¡Ah! y tampoco podrían comparar el fabuloso asfalto de sus calles, frente a la desastrosas carretera de los mortales kenianos. No lo entiendo muy bien, podría residir en Karen y entonces su pueblo no sabría lo bien que vive, frente a lo mal que están ellos. En fin, llegamos a Arboretum media hora antes de que lo cerraran. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Es un parque bellísimo, público y parece que bastante grande. Necesitaremos más sábados muertos para conocerlo mejor. Allí la gente va a pasar el día, disfrutar con su familia o formar grupos de religiosos que dedican el día a rezar con las manos entrelazadas. Tras dar unos pasos, ver unos cuantos monos y sacar algunas fotos, volvimos a nuestra oscura casa, porque es que resulta que los sábados nos quitan la luz hasta la noche... Algo están arreglando por los alrededores y esa es la manera de hacerlo: Jodiendo al vecindario. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRn7tNbTFRAcABx92dJKyc7M4dFj1EHtm35EYIo9iL1GyirXmAJ53IJ-JRh1fzBuSuqPt4shjAjF_zrmWKI6xZjnjBwDYTbutFmdVDW8VrlOWGGzycPQZKhvwzzQFcTUUGM4dpLJzxJzY/s1600/DSCF0042.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRn7tNbTFRAcABx92dJKyc7M4dFj1EHtm35EYIo9iL1GyirXmAJ53IJ-JRh1fzBuSuqPt4shjAjF_zrmWKI6xZjnjBwDYTbutFmdVDW8VrlOWGGzycPQZKhvwzzQFcTUUGM4dpLJzxJzY/s320/DSCF0042.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">En Karen. La casita de detrás de los guapos</td></tr>
</tbody></table><div style="text-align: justify;">Hoy, en mi tercera semana en Kenia, hemos pasado un rato de la mañana en la piscina, he hecho unos bocadillos de tortilla de papas y nos hemos ido de excursión a <b>Karen</b>. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">¡Por fin conozco Karen!. A ver cómo lo explico: imaginen la mejor o una de las mejores zonas residenciales de la ciudad en la que viven. Pues eso es Karen, pero con mucho verde, verde y verde y un montón de tierra roja Pasas por una carretera que a los lados tienen grandes puertas que ocultan, presumes, estupendas casas... Hay restaurantes igual de estupendos, lujosos y dispuestos para el placer de los europeos,... y por el camino está la casa de Karen. Una casita terrera -como dicen en mi tierra- de una planta, un bonito porche de madera, cuatro habitaciones, algunos muebles y objetos originales de la época de la escritora y de la película; así como muchas réplicas... Todo contado por una guía particular por ocho euros por persona. Julio me apunta que no lo recomiende. Pues eso, no lo recomiendo porque creo que Kenia te ofrece mucho más por mucho menos. En fin, hicimos el guiri. Pero toca ¿No?. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tras Karen. Hemos seguido vagabundeando por Nariobi. Nos hemos tomado unas cocacolas en el restaurante de lujo, mientras nos comíamos nuestros bocadillos de tortilla, hemos hecho parón en el mayor centro comercial de la ciudad, <b>El Juntion; </b>hemos tomado una House Café -que es aguado- y hemos vuelto a casa en un Matatu, el 46. Ibamos caminando y de repente, casi en volandas y con el bus en marcha, Julio me ha subido en él. Aquí se estila que cojas el matuta en marcha y un poco de lo mismo para bajar. Nos ha dejado cerca de casa. Julio ha comprado caña de azúcar por 20 shilling y ya estamos aquí, con luz, Internet y música.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Éste es mi tercer domingo en Nairobi. Julio lleva 31 días. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Mañana conoceremos a nuestra profesora de inglés que nos trae Judit. Vamos a aprovechar los precios para 'improve' nuestro speaking. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Hoy en pensamiento y alma contigo, Ratita. Evita, I miss you too very much.</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdC8YKL5KXO2ddYkSfJOMryRVT5oj0vh3yMWPMC-TUlL2obKkM2Mtuixr6d8YjWpmfb4lwlVnIWLGbLrdafPwHh3EYuVUvM41cxOqDSR4JlaKPrpr6mqEypqNbDOrqndDlRWLFDVIWd_Q/s1600/Arboretum+y+Karen.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdC8YKL5KXO2ddYkSfJOMryRVT5oj0vh3yMWPMC-TUlL2obKkM2Mtuixr6d8YjWpmfb4lwlVnIWLGbLrdafPwHh3EYuVUvM41cxOqDSR4JlaKPrpr6mqEypqNbDOrqndDlRWLFDVIWd_Q/s400/Arboretum+y+Karen.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Vagabundeando por Arboretum y Karen </td></tr>
</tbody></table>xxhttp://www.blogger.com/profile/07453102333519279485noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8512500443679503200.post-89874226390136289162011-12-16T08:54:00.001+03:002012-03-09T13:26:22.202+03:0019 días en Kenia: el español que moriría feliz<div style="text-align: justify;">
Cada día me levanto más temprano. Creo que ya estoy cogiendo el ritmo de este país. Cuanto antes te levantes, más horas de día aprovechas. Y, teniendo en cuenta que cuando se hace de noche es casi imposible caminar por las calles- posible es, pero no aconsejable- pues mejor. ¿No?. </div>
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<br /></div>
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En estos días no hemos hecho nada especial... o sí. No porque no hemos conocido nada nuevo, ni nos hemos movido mucho, y sí porque seguimos tropezando con gente como si Nairobi fuese un Facebook presencial. 'Hazte amigo de....'</div>
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<br /></div>
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El martes, tras mi duro día de trabajo, conseguí mover a <i>I </i>y a Julio y nos fuimos a tomar unos vinitos. Fuimos a un local muy cerca de casa y, como casi a todos los que voy, éste era: abierto, con un gran jardín y meses de terraza, buena música, espaciosos, pequeños salones privados... muy chic. Estuvimos de charlita un ratito y comimos unas samosas -de verdad que el gusto que le estoy cogiendo a estas empanadillas es un problema-. O sea un día tranquilo, pero ya el miércoles fue otra cosa. </div>
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<br /></div>
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<b>El sitio oficial de los europeos: Casablanca</b></div>
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<br /></div>
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Julio quedó para cenar con Raúl, un tío con el que conectó estupendamente desde el primer día que le conoció. Es un español que vino a instalarse a Kenia con su mujer, Cristina, para montar una <b>Safari en la zona de Masai Mara.</b> Fuimos al <b>Casablanca </b>que, por cierto, cada día me gusta más. El restaurante es delicioso, exquisito, elegante y con muy buen gusto- a Conrado le encantaría-. </div>
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<br /></div>
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Bueno, que con paso rápido llegó Raúl y se sentó a la mesa. Es un chico como familiar, como si lo conocieras de toda la vida, resuelto, amable, con risa fácil y con una conversación interesante y fluida. Es curioso, aquí todo el mundo tiene tanto que contar que los silencios no existen, todo el mundo se atropella en las palabras o deja pendiente alguna aventura relacionada con el tema. Prácticamente es imposible meter baza. Todo es interesante, todo es curioso, y una aventura es mejor que la otra. </div>
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<br /></div>
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Les voy a contar cosas de Raúl, o de lo poco que recuerdo de lo mucho que hablamos, porque no tiene desperdicio. Raúl es un chico que va p' los cuarenta. En España era informático de multinacionales hasta que un buen día, según su frase, decidió hacer lo que quería porque <i><b>'vida sólo hay una'</b></i>. Dejó su trabajo y montó una agencia de viajes, después vendió la mayoría de sus acciones y poco más de hace un año se vino a Kenia con su mujer para rehacer su vida aquí. Dice que si hoy muriera en Kenia, lo haría feliz.</div>
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<br /></div>
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<b>El Mal de África</b></div>
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<br /></div>
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Ya les hablé de él, del mal de África. Ese virus que se mete en el cuerpo y que te obliga a quedarte en la tierra negra de por vida. Pues bien, Raúl está contagiado hasta la médula. Vino a Kenia hace doce años con el viaje de novios. Desde entonces no dejó de visitar el país, y ahora, finalmente, es un keniato o keniano. </div>
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<br /></div>
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Mientras nos atropellábamos con las palabras, Raúl iba respondiendo a casi todas mis preguntas -una larga e interminable lista de interrogantes: ¿Cómo viniste? ¿Y tú mujer qué pensaba? ¿Qué dices de una escuela...?Mientras nos contaba, respondía a teléfonos e intentaba solucionar lo de un camión que se había atascado en mitad del Masai en plena noche y rodeado de leones. Estaba esperando por un tractor, pero las historias aquí son tan de cómic, que el tío estaba seguro que pasaría algo inexplicable con el remolque. Además, estaba preocupado porque tenía a dos masais junto al camión y no quería que pasasen la noche allí porque unos leones en esta semana habían roto el brazo a uno y a otro le habían abierto la cabeza. Todo con unos zarpazos. </div>
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<br /></div>
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Y es que Raúl vive con los masais. Él y su mujer se integran en la comunidad, intentan montar una escuela para ellos y ven el fútbol con los hombres de la tribu. Le llaman <i>Pápa.</i> Contó muchas anécdotas sobre ellos, su manera de actuar, de pensar, su inocencia y su limpieza de alma... Está claro que está tan enamorados de esta etnia como de su mujer. </div>
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<br /></div>
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En fin, les cuento esto porque quería compartir con ustedes este momento. Porque todos nos hemos planteado que<b><i> 'vida sólo hay una' </i>y que hay que vivirla como uno quiera'</b>. Pues, bien, Raúl sabe cómo quiere hacerlo y, es más, lo está haciendo. Ese es el problema, muchos somos plenamente conscientes de que vida sólo hay una, pero no tenemos ni idea que cómo queremos vivirla. Dice que es duro, muy duro, pero, añade que no lo cambia por nada. </div>
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<br /></div>
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Les contaré muchas más cosas de Raúl porque pasaremos la Navidad con él, en su Paraíso. </div>
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<br /></div>
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Por cierto, los dueños de Casablanca son italianos. El caso es que uno de ellos se acercó a nuestra mesa porque conoce muy bien a Raúl y con su chachará comentó que se había traído dos paellas para empezar a ofrecer paella y arroz negro. Que se va a traer a un cocinero de Madrid con su familia para que les enseñe a hacer el plato valenciano.... Por supuesto, yo metí baza en la conversación y le dije que no se tenía que traer a un madrileño, cuando tenía un valenciano en su mesa... En definitiva, para no aburrir, el día 23 comemos en petit comite paella en Casablanca elaborada por un autentico valenciano ¿Adivinan? .... Julio todavía me está rezongando por la movida en la que le he metido. </div>
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<br /></div>
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Es increíble. No hay fotos de Casablanca en Internet. Tendré que sacarlas yo o mi fotógrafo partícular: Julio </div>
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Este fin de semana, por fin, espero, vamos a Karen. </div>
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<br /></div>
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Palabras: Puff, no hago más que oír palabras en swahili. Venga dos sencillitas: <b>Ndiyo- Sí- Hapana-No-</b></div>
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Hoy llevo 19 día en Kenia. Julio, 28 y ya va a hacer una paella en Nairobi</div>
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Ratita mil besos. Kiko, mil, mil felicidades </div>
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<br /></div>xxhttp://www.blogger.com/profile/07453102333519279485noreply@blogger.com3